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El MACBA revisa la década de los ochenta

La muestra «La herencia inmaterial» busca investigar momentos de ruptura en el arte contemporáneo

El MACBA revisa la década de los ochenta Estate Martin Kippenberger, Galerie Gisela Capitain, Cologne

maría güell

La exposición «La herencia inmaterial. Ensayando desde la Colección» propone un revival de los felices ochentas de la mano de cien obras de la colección del MACBA. Este ejercicio de introspección arranca con una instalación de Carlos Pazos, «Mi pathos doy», que es «una obra manifiesto que refleja muy bien el cáustico sentido del humor del artista», según palabras del comisario Valentín Roma. Una chimenea, un cuadro y un enorme oso conforman este impactante bodegón cuyo título juega con el nombre del artista.

Dando la vuelta nos topamos con «Avignon Guys», de Rafael Agredano, una particular visión del cuadro de Picasso y con «Nina Hagen», de Antonio Beneyto, en el que reconocemos a la cantante punk acosada por una plaga de insectos. A pocos metros, dos máscaras de Pepe Espaliu que remiten a los hábitos sadomasoquistas y a las máscaras picassianas entran en diálogo con otras propuestas como el vídeo «Sacro Pagan» de Miralda, un resumen de ceremonias de paganos en los barrios puertorriqueños de Nueva York.

La intención del MACBA es investigar críticamente su propia colección, teniendo en cuenta los marcos políticos, las colisiones culturales y los momentos de ruptura entre los años setenta y noventa del siglo pasado. Sobre la temática del cuerpo dialogan el rostro abyecto de Joan Ponç, «Cap», con «La maleta», de Eulàlia Valldosera, y «The Life of Phillis», un vídeo de Tony Oursler.

En el apartado de «Lo intangible», la muestra reflexiona sobre «Autobiografía y tautología», la vuelta del artista a su biografía y el regreso del arte «a sus mismos perímetros lingüísticos», subraya Roma.

Martin Kippenberger muestra dos collages con la duquesa de Alba y la condesa de Romanones dibujados sobre papel de hotel; Marta Minujin consigna con sus imágenes la creación de un «Partenón de Libros» y también se puede ver «Martillo», de Manolo Quejido, y «Pintar es fácil», de Muntadas.

También destaca el espacio sonoro «Lo intangible» donde pueden escucharse compilaciones musicales que rapasan el Rock Radical Vasco, la movida, el bakalao y el indie . «La herencia inmaterial» se puede visitar hasta junio de 2015 y se inscribe en un proyecto de cooperación de seis museos europeos que investigan la función social del arte a finales del siglo pasado.

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