
Diez monumentos de Barcelona que no te puedes perder
La capital catalana tiene espectaculares edificios que son auténticas obras de arte. El modernismo y también la arquitectura más moderna tienen gran culpa de ello
Actualizado: GuardarLa capital catalana tiene espectaculares edificios que son auténticas obras de arte. El modernismo y también la arquitectura más moderna tienen gran culpa de ello
123456789La Sagrada Familia
La Sagrada Familia, una auténtica joya por dentro y por fuera - inés baucells La gran joya de Barcelona. El templo de la Sagrada Familia, con más de 3 millones de visitantes al año, es el monumento más visitado de España y uno de los emblemas de la ciudad. La espectacularidad y la extraordinariedad de este templo, diseñado por Antoni Gaudí, explican las cifras.
Para entender esta obra y disfrutarla solo hace falta perderse una mañana o una tarde en el interior del templo, que se puede visitar desde finales de 2011, cuando el papa Benedicto XVI lo consagró. Las formas y colores transportan a un mundo de fantasía. Su construcción se inició el 19 de marzo de 1882 y el arquitecto catalán, impulsor del modernismo, dirigió los trabajos hasta 1926, cuando falleció.
El templo siempre ha sido expiatorio; es decir, desde sus inicios, hace ahora más de 132 años, se construye a partir de donativos. Ahora, aún por ver como se alzan las torres más altas proyectadas, la Sagrada Familia afronta su etapa final de construcción: se calcula que las obras acabarán en 2026.
Los amantes del estilo gaudiniano tienen otros puntos de interés que sin duda no deben dejar de lado: la casa Batlló, la Pedrera, el Park Güell,... El legado Gaudí es uno de los grandes potenciales de Barcelona.
La Torre Agbar
En pleno 22@ la Torre Agbar es el primer gran exponente del distrito tecnológico - yolanda cardo Una de los últimos fichajes que se han sumado a la lista de imprescindibles para los turistas que visitan Barcelona. Este rascacielos de 34 plantas, ubicado en la plaza de las Glorias, se inauguró en 2005 y destaca por su forma.
El prestigioso arquitecto Jean Nouvel fue el encargado de diseñar este edificio, que es tan impactante de día como de noche. Precisamente cuando se esconde el sol, su fachada gris acristalada se transforma en una paleta de colores que va cambiando.
La Torre Agbar es el punto de partida de una bonita ruta por el 22@ y el Poblenou: un barrio en auge de Barcelona en el que convive un pasado puramente indrustrial, con fábricas rehabilitadas que ahora son centros cívicos o bibliotecas, con un nuevo polo tecnológico de la ciudad, sede de centenares de empresas.
Monumento a Colón
La estatua preside las Ramblas - inés baucells Uno de los legados que ha dejado a Barcelona la Exposición Universal de 1888. El monumento, que mide 60 metros de altura, está ubicado en la parte baja de las Ramblas y cuenta con una escultura maciza de Cristóbal Colón y ocho leones robustos en la base del monumento.
El monumento, que el año pasado cumplió los 125 años de su construcción, cuenta con un ascensor que permite subir hasta un mirador que permite disfrutar de unas vistas únicas del litoral de Barcelona.
Una de las particularidades de este monumento es que la escultura de Colón señala con un dedo hacia donde está América. La ubicación del continente, sin embargo, está en el sentido contrario al que apunta la mano. Hay varias teorías que explican este desencuentro y lo mejor es acercarse hasta el monumento para conocerlas.
El Palau de la Música
El Palau de Música, lleno de luz y color - abc También de Domènech i Montaner, el Palau de la Música Catalana, en pleno Gótico, deja a los visitantes con la boca abierta. Imponente por fuera, y sobre todo por dentro, este edificio modernista se acabó de construir en 1908.
La Unesco también lo tiene en su patrimonio mundial y gran culpa de ello tienen sus formas, esculturas, hierro forjado y mosaicos. El órgano que preside el escenario y la gran lámpara hecha de miles de cristales coloridos también son dignos de admirar. El techo tiene mosaicos que hacen referencia a grandes compositores como Wagner o Beethoven.
El juego de la luz exterior, que se cuela entra columnas y los vitrales, da una luminosidad única a la gran sala de actuaciones. Una sala que, por cierto, tiene una sonoridad excelente. Las visitas guiadas son una buena opción para conocer esta joya pero no hay nada mejor que disfrutarla en pleno concierto.
La Pedrera
La Pedrera, otra obra imponente de Antonio Gaudí - job vermeulen Otra obra majestuosa de Antonio Gaudí. Solo hace falta ver la Casa Milà, conocida como la Pedrera, para entender su arte modernista. El arquitecto la construyó entre 1906 y 1912 y está ubicado en el corazón de Barcelona, en pleno paseo de Gracia, que ya por sí solo deslumbra.
El edificio, de seis plantas, tiene patios interiores llenos de formas y columnas geométricas que sorprenden al visitante. No menos espectacular es la fachada en sí, con estructuras que parecen olas. Su terraza también es digna de visitar y pasar un rato.
La Pedrera se visita con cita previa. Durante este año la fachada estará tapada con una bastida porque se está restaurando pero los visitantes pueden conocer el edificio como siempre. Merece la pena.
El Liceo
El imponente Liceo, visto desde su escenario - gran teatro del liceo Uno de los teatros más míticos de la capital catalana. El Gran Teatro del Liceo fue inaugurado a mediados del siglo XIX en la Rabmlas, que entonces eran el punto neurálgico de la burgesía barcelonesa, para albergar funciones de ópera.
En sus inicios fue el teatro de ópera más grande de Europa y, entre otros aspectos, siempre se recordará por haber sufrido un incendio en 1994 que calcinó su escenario y parte de sus recuerdos. El teatro se remodeló totalmente y ahora sigue siendo un centro de la cultura catalana.
Su visita es obligada. Ya sea en un concierto, actuación de ópera o ballet o en una reserva por la mañana, el turista que viene a Barcelona tiene que conocer su gran sala de espectáculos, con adornos y referencias musicales, pero también el salón de los espejos.
Santa María del Mar
La Casa Batlló, ubicada en el paseo de Gràcia, 43 - elena carreras Una de las iglesias góticas de la ciudad más espectaculares. Santa María del Mar, en pleno barrio del Born, destaca por ser la única basílica de toda Cataluña de este estilo que está terminada.
Su fachada, recta y maciza, engaña bastante al visitante, que cuando entra en la basílica disfruta de una amplia nave y decenas de arcos góticos únicos. Aunque el paso de los años y de la historia malmetieron esta iglesia, igual que ocurrió con otras, Santa María del Mar se conserva muy bien y sus remodelaciones para que no pierda brillo han dado su fruto.
La iglesia se puede visitar cada día y es una buena excusa para acercarse y descubrir el barrio del Born. Otra opción es acudir a Santa María del Mar en algún concierto, suele haber bastantes de guitarra y merecen la pena.
Las Ramblas
Las Ramblas, el paseo más emblemático de Barcelona - inés baucells Son el paseo más emblemático de Barcelona y una garantía segura de luz, color y actividad. Históricamente este boulevard era el punto de encuentro de los barceloneses, especialmente en fines de semana, y ahora se ha convertido en uno de los puntos de atracción más visitados de la ciudad.
Sus floristas, caricaturistas, quioscos y estatuas humanas tienen gran parte de culpa. Pasear por Las Ramblas es sinónimo garantizado de ver una ciudad en movimiento.
Una buena opción es cruzarla de arriba a abajo y acabar el paseo a primera línea de mar, a los pies del monumento de Colón, que es otro punto importante de la ciudad. También, si uno va con tiempo, es obligado entrar y perderse un rato por el mercado de la Boquería, el más mítico de Barcelona.
El Camp Nou
Es el estadio del F. C. Barcelona y el más grande de toda Europa, con capacidad para casi 100.000 asistentes. Esta enorme instalación, ubicada en el barrio de Les Corts, es mucho más que la sede de los partidos del Barça y en su césped se celebran periódicamente conciertos con artistas de primer orden mundial.
Se inauguró en 1957 y en seguida acabó cogiendo el nombre Camp Nou porque así es como lo llamaban popularmente los aficionados culés, ya que las instalaciones substituyeron al mítico campo azulgrana de Les Corts.
El campo llega a tener 48 metros de altura y es una visita obligada para todos los aficionados del fútbol. Además de poder ver el campo, los visitantes también pueden pisar los vestuarios, el túnel que lleva al campo o el museo del Barça. La mejor manera de ver el Camp Nou, sin embargo, es en un día de partido. Una cita ideal para vivir la magia del fútbol desde una de sus sedes míticas.