Barcelona ya está preparada para afrontar el verano. El Ayuntamiento ha desplegado, como cada año, un dispositivo especial de seguridad y limpieza durante toda la campaña estival y hasta el 28 de septiembre que, este año, prima esfuerzos en atajar la venta ambulante especialmente en la playa, que a pesar de estar prohibida es muy habitual y que en los meses de verano suele ser uno de los puntos más frecuentados de la ciudad.

La Guardia Urbana de Barcelona tendrá a 60 agentes velando especialmente por la venta ilegal, casi un 50% más que el año pasado. Perseguir la actividad de los 'lateros' y el 'top manta' "será una de las principales prioridades para este verano", asegura el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento y responsable del área de Seguridad, Joaquim Forn, que recuerda que estas prácticas perjudican el comercio pero que además algunas de estas latas pueden estar en malas condiciones higiénicas.

Además, el dispositivo prevé garantizar la limpieza y evitar los ruidos. En las playas habrá 19 equipos de trabajo dotados con 37 operarios, además de dos equipos dedicados específicamente al vaciado de papeleras. En toda la ciudad, el servicio de limpieza se refuerza en un 7%, sobre todo en las zonas más céntricas y turísticas, con 144 operarios de refuerzo adicionales. Para evitar molestias a los vecinos se instalarán, como otros años, limitadores acústicos en 400 conciertos de las fiestas mayores de todos los barrios de la ciudad, entre ellas las de Gràcia, Sants y la Mercè.

Por otro lado, como novedad, este año se adquirirá una nueva embarcación de 7,5 metros para reforzar las labores de vigilancia en el litoral, que se suma a la 'zodiac' de 6,5 metros de la que ya dispone el consistorio, según informa Ep.