Una nueva Diagonal más amable para el peatón

El Ayuntamiento priorizará con la reforma ordenar y mejorar la calidad del espacio urbano, tras haber conseguido aprobar el plan con los votos de PP y CiU, mientras que el PSC e ICV-EUiA votaron en contra y UpB se abstuvo. El teniente de alcalde Antoni Vives defiende que se trata de «una reforma estratégica para la ciudad que comportará muchos beneficios».

Entre otros aspectos, la reforma prevé ampliar las aceras destinadas a los peatones y crear un carril bici segregado del vial lateral. Todos estos cambios se realizarán sin modificar el espacio central destinado a la circulación de vehículos.

En concreto, habrá una ampliación de la aceras de entre 7 y 7,5 metros -- hasta la primera fila de árboles --, una medida acorde con la línea que lleva el consistorio barcelonés de dar un mayor protagonismo al peatón. La ampliación del carril bici también responde a esta aspiración por reducir al máximo las emisiones contaminantes producidas por los vehículos. Los vehículos quedarán relegados a un segundo plano con la reducción a un único vial de circulación lateral en lugar de los dos actuales que hay a ambas bandas de este tramo de la diagonal. En el tronco central, se mantendrá los cuatro carriles para los coches.

El proyecto cumple con los objetivos propuestos recogidos en el informe de alegaciones. Entre ellos, la solicitud del Bicicleta Club de Cataluña RACC en el que se demandaba la mejora de la seguridad del carril bici instalando bandas rugosas de separación con la vía por la que transitan los automóviles. Sobre el transporte público, el proyecto de reforma satisface el Plan de Movilidad Urbana que garantiza la movilidad más segura y sostenible promoviendo el transporte público y los desplazamientos en bici o a pie.

Además de estos cambios, se instalarán nuevos sistemas de riego, iluminación con tecnología LED y se introducirá el sistema de red Wifi. Este proyecto urbanístico supondrá un coste de 18.959.910 euros. Las obras comenzarán en junio de este año y está previsto terminarlas en el primer trimestre del 2015.

La concejal socialista Asumpta Escarp reiteró el argumento de que este proyecto «no es una inversión ahora necesaria» para justificar el voto negativo de su grupo, que ya rechazó la aprobación inicial del proyecto. Por su parte, la concejal de ICV-EUiA, Janet Sánchez explicó su rechazo con el argumento de que esta reforma es el resultado de «un pacto de hierro» entre CiU y PP. Además, Sánchez considera que este proyecto no cuenta con el aval de los ciudadanos.