Barcelona baja el ruido de sus calles muy lentamente
Sarrià-Sant Gervasi, Ciutat Vella y Gràcia concentran las peores molestias acústicas por cuestiones de tráfico y de ocio nocturno
anna cabeza
El volumen del ruido en las calles de Barcelona va bajando poco a poco. El Ayuntamiento de la capital catalana presentó ayer el último mapa del ruido, que confirma que las molestias acústicas en la vía pública tienden a reducirse muy levemente, a pesar de ... que los problemas sonoros que generan el tráfico y el ocio nocturno siguen muy enquistados.
Según los datos municipales, cada vez hay menos barceloneses expuestos a ruidos perjudiciales para la salud, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son aquellos que superan los 65 decibelios, pero las cifras siguen siendo muy elevadas. En concreto, el 40,25% de los ciudadanos convive durante el día con sonidos más altos de lo recomendable, tres puntos menos que en 2009, y siete de cada diez aguanta sonidos en el límite. Por la noche, cuando el ruido tolerable se sitúa por debajo de los 50 decibelios según la OMS, la contaminación acústica es muy elevada: el 78,6% de los ciudadanos, aun estando durmiendo, y a veces no percibirlo, están expuestos a un ruido ambiental molesto, una cifra que se ha reducido en dos puntos respecto al último informe.
Los grandes focos de ruido siguen siendo el tráfico durante el día y el ocio nocturno por la noche. El concejal de Medio Ambiente, Joan Puigdollers, concretó ayer que las motos «son muy buenas para moverse por la ciudad pero generan mucho más ruido que los coches», y que el turismo y la oferta comercial también ayudan a subir el volumen de la ciudad, aunque en menor medida.
En cuanto a los problemas acústicos nocturnos, el edil incidió en que «el problema no es de los locales, que cumplen bien la normativa», sino de las aglomeraciones de gente a las puertas y salidas de bares y discotecas. En este sentido, Puigdollers lamentó que la ley antitabaco, aunque es muy beneficiosa, ha comportado que el ruido a las puertas de estos locales haya ido a más.
Molestias de vecinos
El responsable municipal de Medio Ambiente recordó que el ruido de gente hablando o chillando por la noche se percibe mucho más que el de una motocicleta arrancando a todo gas porque el tímpano humano ya se ha acostumbrado a muchos excesos sonoros como si fueran normales y aceptables. Además, sentenció que «el ruido ‘0’ ni existe ni existirá, pero tenemos que intentar conseguir que vaya a menos».
El 44% de las quejas a la Guàrdia Urbana por ruido recibidas el año pasado tiene que ver por jaleos en el espacio público, mientras que otro 42% de las llamadas está relacionado con los ruidos generados por los vecinos, un hecho que Puigdollers destacó y aprovechó para pedir a los ciudadanos «que sean más cuidadosos». El año pasado la Urbana recibió 50.406 llamadas, unas 3.500 menos que el año pasado.
Entre las medidas que el Ayuntamiento ha impulsado para rebajar la contaminación acústica destacan el mayor control a las obras y su limitación de horarios, la pacificación de calles, la aplicación de asfalto sonoreductor en casi toda la red viaria. Además, el Ayuntamiento anunció que un año más habrá un plan piloto para mejorar el ruido nocturno en verano.
Los distritos castigados
Los ciudadanos de Ciutat Vella, Sarrià-Sant Gervasi y Gràcia son los más castigados por las molestias acústicas. De día, destacan los ruidos por culpa del tráfico en la Diagonal, las rondas, la Via Laietana y las grandes calles del plan Cerdà, el exceso de tráfico rodado en Sarrià para acompañar e ir a buscar niños al colegio, o el ruido que genera la afluencia turística, especialmente en Ciutat Vella. Por la noche destacan el Gòtic, el Raval, el Born, el casco antiguo de Gràcia, algunos puntos de Marina y la zona entre la calle Tuset y Francesc Macià.
Por contra, la bajada en los otros distritos es considerable por varios motivos, según el Ayuntamiento. En Sants, ha ayudado el cubrimiento de las vías y en Horta-Guinardó, de la ronda Guinardó; en Sant Martí ha colaborado la instalación de pantallas en la Gran Vía o el nuevo gran parque de Diagonal Mar; y en Sant Andreu se han pacificado muchas calles con zonas 30. Pendiente de ver sus mejoras, El Ayuntamiento espera que en un futuro la desaparición del anillo viario de las Glòries (ahora a medio derribo) también colabore a bajar el volumen del ruido en la ciudad.
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