Palacete Albéniz, residencia de los Reyes en Barcelona y joya oculta de la ciudad
Construido para la Exposición Universal de 1929, desbancó como casa oficial al Palacio Real de Pedralbes
à. gubern
Aunque la presencia de miembros de la Familia Real en Barcelona es muy habitual, cuando se trata de un viaje oficial, como el que desarrolló el Príncipe Don Felipe durante la semana del último Gongreso Mundial de Móviles, la necesidad de contar con una residencia ... que sea también oficial lleva a la utilización del conocido como Palacete Albéniz, en la montaña de Montjuïc.
Construido para la Exposición Universal de 1929, el Palacete Albéniz desbancó como residencia barcelonesa de la Familia Real a otra palacio que, aunque aún conserva su primera denominación, Palacio Real, en Pedralbes, ya no se usa como tal. Si bien el recinto de Pedralbes fue inaugurado pocos años antes, durante la Exposición de 1929 se consideró conveniente contar con una residencia oficial para los Reyes dentro del espacio de la muestra, con lo que la residencia de Pedralbes fue relegada.
El Palacete Albéniz fue diseñado por el arquitecto de la Casa Real Juan Moya, con un estilo que en ese momento se distinguía de las construcciones de lo que fue la exposición de 1929, adaptándose más bien al gusto habitual en la Corte en esa época. Construido con piedra, ladrillo y cubiertas de pizarra, se inspira en el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso y el Monasterio de El Escorial. Más allá del edificio en sí, los magníficos jardines que lo rodean, bautizados como de Joan Maragall, hacen que, en medio de la frondosidad de Montjuïc, el Albéniz sea una joya oculta para barceloneses y turistas.
Otra de las particularidades es su nombre, herencia de uno de los destinos que tras la Exposición se barajó para el espacio, Museo de la Música de Barcelona. El proyecto se desestimó, pero quedó el nombre del ilustre compositor catalán Isaac Albéniz (1860-1909). Remodelado por el Ayuntamiento de Barcelona en 1970, la reforma incluyó pinturas de Salvador Dalí evocadoras de la cultura y de la ciudad. Además de residencia oficial de la Familia Real, el palacete Albéniz se usa de manera ocasional para recepciones del Consistorio barcelonés. Lor jardines del palacete están abiertos al público los sáabdos, domingos y festuvos de Dissabte i diumenge i festius de diez de la mañana a tres de la tarde. Ocasionalmente, como durante las fiestas de la Mercè (patrona de la ciudad) se hacen jornadas de puertas abiertas para visitar el palacio.
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