Glenn Cooper: «Gaudí es tan misterioso como Shakespeare»

Ponerse a escribir esta novela, que ve la luz en España antes que en Estados Unidos, constituyó para el arqueólogo, biotecnólogo, guionista y productor, la excusa perfecta para rendir homenaje al arquitecto de la Sagrada Familia en una trama que tiene como eje el Santo Grial.

Gaudí se proyecta en el futuro. «Es tan avanzado, que su época no ha llegado todavía», señala Cooper. Relacionar al arquitecto con el Grial es unir dos misterios. Como en la trilogía de «La biblioteca de los muertos», «El libro de las almas» y «El fin de los escribas», el autor parte de una idea filosófica para desarrollar la historia y los personajes. En este caso, explica, «el misterio de la Resurrección de Cristo interpretado en un contexto científico: el Grial, como instrumento de exploración metafísica».

Después de setecientos años de literatura sobre el cáliz de la Santa Cena, Cooper sigue su rastro en la montaña de Montserrat. «Un b uen numero de las pistas del Grial llevan a España: Montserrat, Valencia o la catedral de León », apunta. Y lo hace de la mano de Gaudí, al que describe como «un hombre deprimido por un amor fracasado que se consagra como un asceta, a la construcción de la Sagrada Familia, una obra cuyo propietario no tiene prisa, porque es Dios».

Si el paradero del Grial es un enigma perpetuo, la existencia de Gaudí, el hombre que dejó tan solo una docena de fotos y unas pocas cartas, es para Cooper una página en blanco que solo puede interpretarse a través de sus obras: «Gaudí es tan misterioso como Shakespeare y la montaña de Montserrat, el paisaje de una arquitectura que se inspira en la naturaleza», concluye.