El 74% de los padres supervisa los deberes de sus hijos

Las familias catalanas se implican con las escuelas y están presentes en el día a día de los centros educativos de sus hijos. Así lo demuestra un estudio de la Fundación Jaume Bofill sobre cómo participan los padres en la enseñanza de sus menores.

Las encuestas, hechas a 1.500 familias con niños de hasta 16 años, muestran que los padres y madres son cada vez más conscientes del valor que tiene, para el desarrollo académico de su hijo, su colaboración con la escuela. En este sentido, los datos explican que el 74% de los padres supervisan o ayudan a menudo a sus hijos con los deberes. Aunque el apoyo va disminuyendo a medida que el alumno crece. Así, tan solo el 26,4% de los padres encuestados reconoce ayudar a su hijo cuando éste cursa 3º de ESO.

El 89% de los padres ya se han reunido con el tutor de su hijo durante este curso. El 11% restante no se han reunido porque «aún no han sido convocados», ha afirmado Marta Comas, directora de la investigación, que ha incidido en que en la secundaria, muchas de las tutorías responden a «un caso de emergencia» .

En las tutorías, sigue siendo la madre la que «hace de vínculo con la escuela», ha explicado Comas. Solo en el 6% de los casos acude el padre a la tutoría y, en la mayoría de las veces, se trata de familiares de alumnos de secundaraa.

En el estudio, se han establecido cuatro tipos de padres según su grado de participación en la escuela. Los «informados», el 20%, son aquellos que asisten a la reunión de inicio de curso y, en las primeras etapas escolares, ayudan con los deberes de clase. Los «presentes», el 50%, acuden a la mayoría de las fiestas, charlas y actividades que realiza la escuela. Los «colaboradores», el 21%, aquellos que forman parte de asociaciones como el AMPA y son miembros activos de comisiones. Por último, los «representantes», el 7,4%, aquellos que tienen cargos electos dentro de la organización de la escuela.

lComas ha aclarado algunas de las causas que explican la falta de implicación: las familias monoparentales, los problemas económicos, el grado de estudio de los padres o el nivel de ingresos. En este sentido, ha concretado que el 36% de los padres que no participan en las AMPAS lo rechazan porque no pueden pagar las cuotas y que los padres más titulados participan más que los que no tienen tantos estudios.