Pareja

«Nadie nos cuenta cómo funcionan las parejas, entramos a ciegas en las relaciones»

La psicóloga Victoria Cadarso publica «El niño interior encuentra el amor», en el que habla de la importancia de aceptarnos para ser capaces de querer

La psicóloga y escritora Victoria Cardaso Cortesia de la autoria

La psicóloga Victoria Cadarso hace tantas cosas en su día a día que listarlas en detalle se tornaría complicado: realiza terapias, escribe libros, da ponencias... pero es más facil resumirlo en sus palabras: lo que ella busca es «ayudar a todas las personas, ... ofreciéndoles la información y el entrenamiento necesarios para que aprovechen su inmenso potencial y recuperen el equilibrio en un breve periodo de tiempo».

Con su nuevo libro «El niño interior encuentra el amor» (Palmyra), aborda una de sus especialidades: las parejas. Las relaciones son increíblemente complejas, y aprender a reconocer la raíz de los problemas es la clave para empezar a resolverlos. Y aunque nos duela admitirlo, muchas veces estos nacen de nosotros mismos. Hablamos con la autora sobre esto, sobre nuestro niño interior y sobre cómo gestionamos el pasado, y cómo terminados creando dinámicas dañinas de las que muchas veces no somos conscientes.

¿De qué hablamos cuando nos referimos a nuestro «niño interior»?

El concepto es una metáfora para explicar algo que hay en nuestro interior. Podría estar formado de tres partes: nuestro auténtico ser, aquella parte que tenemos y conecta con nuestra parte más espiritual; nuestro «niño interior herido»; y la representación de todo el potencial que tenemos que desarrollar. Estas tres cosas son el niño interior. Y este, está más o menos dañado según el desencuentro que se haya producido en nuestra infancia entre lo que necesitábamos y lo que nos proporcionaban nuestros padres . Cuando mayor es el desencuentro , mayor es la herida. Entonces comenzamos a utilizar mecanismos de defensa, en mayor o menor medida. Este niño interior es una metáfora que representa todo lo que tenemos inconcluso en nuestra vida, no nuestros deseos, sino las necesidades.

En nuestras relaciones de pareja, ¿qué papel juega el inconsciente, estas heridas del pasado de las que habla?

Si tuviéramos consciencia total de todo lo que nos ocurre desde que somos pequeños, no soportaríamos el dolor. Por ello, cuando somos niños somos mas inconscientes: si eres niño y eres consciente de las cosas, no sobreviviríamos. Nuestro cuerpo y mente están preparados para ir adquiriendo conciencia paulatinamente. Por ello, aunque no sea lo ideal, tenemos unos mecanismos de defensa ante el dolor y son inconscientes. Si a mí me hacen daño y yo lo niego, me disocio de ese dolor, pienso que no es tanto daño. Entonces pasa al inconsciente y cuando nos vamos desarrollando, va saliendo al consciente, pero puede que no salga hasta bien entrados los años.

Todos tenemos trauma en mayor o menor medida, incluso puede ser algo acumulativo y puedes llegar a pensar que es normal. Pero esto, en realidad, lo que hace es crear una carencia, y buscamos suplirla aunque no seamos conscientes de ello. Nos queda una sensación de insatisfacción en el interior, e intentamos resolverla; lo trasladamos a nuestras relaciones, esa búsqueda, primero con nuestras amistades y después con nuestras parejas.

Lo dice desde la portada de su libro, «¿Por qué debemos enamorarnos de nosotros mismos para tener amor por los demás?

Cuando tu te enamoras de ti, te aprecias y te cuidas, no necesitas que alguien te trate bien: cuando lo hacen, es como un regalo. Pero cuando necesitas que alguien te quiera, te vuelves dependiente; es un apego ansioso y eso no es un amor sano, ni siquiera es amor, es tan solo apego. Hay que trabajar estas partes que se han quedado inconclusas en nuestro interior, aprendiendo a querernos y apreciarnos para no necesitar a los demás, porque si no, nos volvemos drogadictos. Aunque las canciones y poesías hablen de que «no puedo vivir sin», nos hacen un flaco favor, porque esto no es sano: es un enamoramiento malsano ; para estar bien con los demás, debemos estar bien con nosotros mismos.

A parte de para gustarnos a nosotros mismos, ¿es la autoestima la clave para gustar a los demás?

El factor número uno que genera atracción es ver a alguien que tiene autoestima, que se siente seguro, porque esto es un imán. Una parte nuestra siempre se siente atraída por la persona más segura, no la más guapa. Hay personas que no son guapas, pero tienen una gran confianza en sí mismas, y «se llevan a la gente de calle». Si trabajas en sentirte bien contigo mismo, la gente se siente atraída por la gente que «está bien»; muchos se lo toman como un aprendizaje, «si una persona es tan segura y se siente tan bien, yo también puedo lograrlo».

Habla de que en una relación se pasan varias fases, y el primer cambio que se experimenta es el desvanecimiento del enamoramiento. ¿Cómo podemos hacer frente, gestionarlo?

Todo proceso tiene unas fases. En este caso, lo primero es darse cuenta: si se pierde el enamoramiento tienes que ser consciente de ello. En el enamoramiento solo se ve lo bonito, y cuando pasa esta fase se entra en otra fase: la de todo lo que no nos hemos dado cuenta. Es importante ser consciente, cuando nos ocurre. Ojalá todos supiéramos cómo funcionan las parejas, pero nadie nos lo cuenta, entramos en las relaciones a ciegas y experimentamos muchísimas decepciones.

La segunda fase, cuando somos conscientes de lo que está pasando, es enfrentarnos al conflicto . Cuando desaparece el cóctel de hormonas, y ves lo que hay y piensas cómo es la persona de la que te has enamorado, y tal vez no sea como tu pensabas, llega un proceso de aceptación: todos somos humanos y todos tenemos nuestras «cosas». Este es el momento de ver si estamos buscando algo en la otra persona que no nos puede dar. Debemos comprender cómo nos sentimos, liberar las emociones que nos hacen daño, el miedo a no obtener lo que creemos necesitar y trabajar estas creencias para liberarnos de ellas y ver al otro como una persona, que como nosotros, tiene problemas y dificultades.

Entonces, ¿debemos abrirnos, con nuestros problemas, para arreglarlos, y ayudar al otro a arreglarlos?

Cada golpe te deja una herida, y por ello, cada vez que empiezas una nueva relación vas con más miedo . Este miedo hay que trabajarlo, pues sino empiezas a repetir patrones, y te juntas siempre con el mismo tipo de persona. De alguna manera, es un acto de responsabilidad arreglar tus problemas antes de embarcarte en una relación.

Aun así, los seres humanos vivimos en sociedad, y por ello necesitamos a los demás. Necesitamos sentirnos apreciados y queridos, y está bien necesitarlo, pero no hasta el punto de que tenga que ser una obligación para el otro. Nuestra pareja no tiene que suplir nuestras carencias, si no apoyarnos en el camino que emprendemos para solventarlas.

¿Cuáles son las bases de una relación de pareja sana?

Una relación sana es una relación consciente, es una relación con buena comunicación, porque puedes hablar de tus miedos, deseos, carencias y necesidades, siempre sabiendo que el otro no tiene la obligación de suplirlas, sino que te escucha y te apoya. Una relación de pareja es que yo me apoyo en ti y tú puedes apoyarte en mí, es una relación recíproca donde no hay dominancia por uno y sumisión por otro, sino que es una relación en la que juntos somos más que dos, porque esa relación es una especie de base en la que nos podemos apoyar los dos, porque ambos intentamos que la relación funcione. Esta relación la vamos regando y nutriendo día a día.

Hay que saber que una relación es una sociedad en la que los dos vamos a estar mejor si los dos colaboramos, si los dos funcionamos de igual a igual, si ambos nos comunicamos y nos contamos que necesidades y anhelos tenemos, nos escuchamos y apoyamos mutuamente. Pero para hacer esto debemos tener consciencia de todo lo que interviene. Tenemos la tendencia, de cuando algo nos sienta mal, echar la culpa fuera. Esto pasa porque durante, por lo menos 18 años, somos dependientes de nuestros padres, y pensamos que no tenemos capacidad de elección , y esto se nos queda tan, tan grabado que pensamos que es lo mismo con la persona que estemos. Siempre estamos responsabilizando al otro, y lo que tenemos que aprender es a responsabilizarnos a nosotros mismos.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios