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36 regalos para cuidar: cómo mejorar el bienestar de los que más quieres
Cualquier momento es bueno para hacer ver a tus seres queridos lo mucho que los aprecias, pero en Navidad siempre es más especial... Aquí tienes propuestas para ayudarles a que se cuiden más

Hacer un regalo es una expresión de afecto que se hace con el objetivo de fortalecer un vínculo social. Pero además también puede ser, desde el punto de vista de la psicología, una forma de autorregulación emocional pues con los actos generosos se experimenta una sensación de satisfacción y de bienestar emocional. De hecho un comportamiento desinteresado y generoso puede contribuir a reforzar el sentido de la identidad e incluso de la autoestima.
Tampoco se puede olvidar que los regalos pueden ser formas de comunicar mensajes no verbales sobre cómo se percibe a la persona a la que se le hace un regalo. Así, puede expresar admiración, gratitud, disculpas, buenos deseos o simplemente cariño. Los regalos, por tanto, pueden ser una forma simbólica de comunicar sentimientos o pensamientos que a veces son difíciles de expresar con palabras.
Igualmente un intercambio de regalos puede fortalecer el sentido de pertenencia a un grupo social. Es interesante apuntar en este sentido que, en general, existe la expectativa de reciprocidad, lo que significa que la persona que recibe un regalo puede sentir la presión social de devolver el gesto, creando un ciclo de intercambio que fortalece las relaciones.
Aquellas personas que disfrutan más haciendo regalos se suelen caracterizar por tener rasgos de generosidad y empatía pronunciados, pues no solo les gusta hacer felices a los demás, sino que experimentan satisfacción al contribuir al bienestar de los otros. No en vano el acto de dar regalos se asocia con el establecimiento y mantenimiento de conexiones afectivas. Y es probable que estas personas valoran profundamente las relaciones interpersonales.
En cuanto a las personas que prefieren recibir regalos, es posible que necesiten validación y reconocimiento. O incluso puede ser una manera de cuidarse a sí mismo, permitiéndose disfrutar de momentos de placer y gratificación. Para algunas personas recibir regalos es una oportunidad de tener sus gustos y preferencias reconocidos por los demás. Esto puede estar relacionado con el deseo de expresar la propia identidad y sentirse comprendido.
En definitiva, hacer y recibir regalos aporta estos beneficios psicológicos nada desdeñables: fortalece las relaciones sociales, aporta bienestar emocional, permite comunicar sentimientos, funciona como refuerzo positivo, crea recuerdos agradables, alivia el estrés, aumenta la autoestima y cultiva la gratitud.
Y si además, con los regalos que se elige hacer al otro se ofrece la posibilidad de que esa persona mejore su bienestar físico, mental y emocional, la ecuación ya es completa.
Te damos varias ideas para ello:

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