Los temas de conversación que sacan las personas con pocas habilidades sociales
Evita estos temas y mejora tus conversaciones con conocidos y desconocidos
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Iniciar sesiónPara quienes entendemos el silencio y no se nos hace incómodo, sabemos cuándo se está terciando una conversación obligada por una de las partes porque se lanzan al aire comentarios y preguntas de lo más básicas: «qué frío hace hoy, ¿verdad?», «¡Madre mía cuánta ... gente me he encontrado en el metro! ¿Tú coges transporte público?»...
Hay personas que no saben entablar conversaciones y rompen un silencio que no tiene por qué ser malo. Sabemos que cuando se está con desconocidos y hay que pasar unos cuantos minutos, se agradece que haya alguien que tenga la iniciativa y hable primero, pero muchas veces el tema de conversación elegido le delata: tiene pocas habilidades sociales.
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Melissa González
Que una persona tenga pocas habilidades sociales puede deberse a varios factores que interactúan entre sí. Entre los factores más comunes podemos encontrar:
- Factores psicológicos. Tal como indica Paloma Rey (@palomareypsicologia), psicóloga general sanitaria, tener una personalidad más introvertida, tímida, con tendencia a la autoexigencia o con miedo a sentirse juzgado por los demás favorece que la persona no desarrolle ciertas habilidades sociales. «De la misma manera, las personas con ansiedad social, depresión o con dificultades para leer las claves sociales (como es el caso del trastorno de espectro autista) pueden tener dificultades en este área», dice.
- Factores de desarrollo y aprendizaje. En este caso, la persona ha crecido en entornos poco estimulantes, es posible que no hayan podido poner lo suficientemente en práctica la interacción social durante la infancia o la adolescencia o puede que haya tenido experiencias tempranas de rechazo o acoso escolar que hayan condicionado el desarrollo de sus habilidades sociales.
- Habilidades no entrenadas. «Las habilidades sociales están compuestas por conductas concretas (como pedir un favor, incoar una conversación, resolver un conflicto o expresar un desacuerdo)», expone la psicóloga Rey. Si una persona no las ha practicado, o no lo ha hecho lo suficiente, es natural que se sienta inseguro a la hora de hacerlo y las perciba como difíciles.
- Factores culturales y contextuales. Hay contextos culturales donde expresar abiertamente como nos sentimos está mal visto e, incluso, puede ser sancionado. Además, estilos de crianza sobreprotectores o muy críticos o el uso excesivo de la tecnología como un sustituto de las interacciones sociales cara a cara producen un gran deterioro en las habilidades sociales de la persona.
Los temas de conversación más recurrentes
Teniendo en cuenta estos factores, existen algunos temas de conversación que se volvieron recurrentes porque, por lo general, son fáciles de seguir y no hay que dar detalles personales. Yaiza Hellwig, psicóloga especialista en ansiedad, autoestima e inseguridade, indica que las personas con pocas habilidades sociales suelen sentirse incómodas o inseguras en interacciones cara a cara. «Esto puede deberse a timidez, ansiedad social, falta de práctica o experiencias pasadas negativas. Suelen evitar temas que impliquen mostrarse demasiado o entrar en debate, y recurren a conversaciones seguras y superficiales», dice.
Ejemplos de conversaciones que pueden sacar:
1. Hablar del tiempo: «Vaya calor que hace hoy», «Parece que va a llover». Es un recurso fácil que no requiere implicación emocional.
2. Comentar lo que está a la vista: «Qué taza más bonita» o »Esta sala es muy grande». Es una forma de romper el silencio sin tener que buscar un tema complejo.
3. Hacer preguntas muy cerradas: «¿Has venido en coche?» o «¿Trabajas cerca?». Son cuestiones que no dan pie a mucha conversación, lo que les ayuda a mantener el control.
«Suelen dar respuestas cortas, evitar el contacto visual y tener dificultad para mantener el hilo cuando el otro aporta algo más profundo. En terapia, se trabaja en ampliar su repertorio conversacional, mejorar su autoconfianza y aprender a leer mejor las señales sociales», dice la psicóloga Yaiza Hellwig, @tumarencalma_.
Paloma Rey apunta otros tipos de conversaciones que también inician quienes no saben de qué hablar. Por ejemplo, preguntar por cómo le ha ido el día a la otra persona o hacer comentarios sobre situaciones que estén ocurriendo en el momento puede ser una buena forma de romper el hielo (comentar el tráfico que hay, el tiempo que hace…). Además, se recurre mucho también a intereses comunes, como la música, el cine, libros, viajes, deportes…
Otro tema que nunca falla, tal como señala Paloma Rey, es hablar de la actualidad y de las tendencias en redes sociales, evitando temas religioso o políticos.
Cómo mejorar las habilidades sociales
Cuando hablamos de habilidades sociales no nos referimos a convertirnos en una persona simpática que habla por los codos. De hecho, se pueden tener estas habilidades pero no emplearlas con todo el mundo. Paloma Rey señala algunos ejercicios que podemos poner en práctica para mejorar:
- Trabajar en nosotros mismos: invertir tiempo en nuestro autoconocimiento y saber cuales son nuestros puntos fuertes y nuestros puntos a mejorar, en ganas mayor confianza en nosotros mismos y cuidar nuestro lenguaje no verbal (contacto ocular, postura relajada…) es clave a la hora de relacionarnos.
- Técnicas de comunicación: «Escuchar activamente lo que me están contando, hacer preguntas abiertas, validar lo que siente la otra persona y evitar monopolizar la conversación son estrategias clave para que las relaciones sociales fluyan de forma natural», dice.
- Exposición gradual: Paloma Rey recomienda no pasar de 0 a 100: «Empezar con pequeños contactos o participar en actividades grupales donde haya intereses comunes va a hacer que entrenar estas habilidades sociales sea mucho más gratificante».
- Gestión emocional: aprender a gestionar la ansiedad que nos generan estas situaciones es un paso muy necesario. Si fuera necesario, se puede pedir ayuda a un profesional que nos de herramientas adaptadas a nuestras necesidades y que pueda hacer un buen seguimiento.
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