Silvia Vidal, psicóloga de ansiedad: «Si nunca te enfrentas al miedo no vas a demostrarle a tu cuerpo que no pasa nada»

En 'Abraza tus miedos' explica la relación entre el cerebro y el sistema nervioso para comprender cómo funcionan la ansiedad y el estrés en tu vida y así que puedas gestionarlas de manera eficaz.

Además, la autora propone una serie de herramientas y ejercicios para poner en práctica todo lo aprendido y cultivar la serenidad, la atención plena y el autoconocimiento, elementos clave para reducir el impacto de la ansiedad en tu día a día.

- Hace años tuviste ansiedad y a día de hoy estás especializada en este trastorno. ¿Saliste de la ansiedad o todavía sigues lidiando con ella pese a tener todas las herramientas?

Yo tuve ansiedad cuando tenía 18 o 20 añitos y, claro, al final yo fui como un poco conejillo de indias conmigo misma porque yo decía, 'pero esto qué narices es?'. Y ahora llevo más de 10 años estudiando la ansiedad y no tengo absolutamente nada de ella. Sí que es verdad que en algún momento puede venir por episodios de estrés, pero sé cómo regularla.

- De la ansiedad se sale entonces...

Creo que esto es un ejemplo de 'oye, que se puede'. Entendiendo la ansiedad y tu cuerpo, se puede vivir sin esa ansiedad desadaptativa; sin esa ansiedad que te mata por dentro.

- Después decidiste escribir este libro con todos tus saberes para hacérselo llegar imagino que a la gente que te rodea y a tu comunidad de Instagram principalmente...

Decidí escribir este libro porque me di cuenta, gracias a Instagram y a la divulgación, de que podía ayudar a muchas personas a entender simplemente lo que les estaba pasando. Para mí es como darle voz y visibilidad a los problemas de salud mental, más concretamente a los trastornos de ansiedad, que creo que han estado siempre con nosotros, pero que hay muchísimo sufrimiento invisible.

- ¿Te rodean muchas personas con ansiedad?

Muchísimas. Y me pasa que cuando digo algo relacionado con mi profesión, con que soy psicóloga, me dicen 'uff, la ansiedad, ¿eh?'. Y son personas de todas las edades.

- ¿Crees que las personas entradas en la edad adulta les cuesta ir al psicólogo?

Gracias a mi libro y a la divulgación me han llegado a decir que ahora entienden que algunas sensaciones con las que llevan conviviendo toda su vida era nada más y nada menos que ansiedad. Las personas más mayores que llevan toda la vida con esto ni se replantean la idea de que se puede vivir sin ansiedad.

- ¿Qué síntomas tiene la ansiedad?

Cuento en el libro que la ansiedad puede manifestarse de mil maneras. Por ejemplo, los síntomas de la ansiedad cognitiva están relacionados con el pensamiento, es decir, piensas que no eres suficiente, que te van a echar de trabajo, que no lo estás haciendo bien... y eso también es ansiedad. Los pensamientos que normalizamos también dan ansiedad.

- ¿Qué otros tipos de ansiedad existen?

Como decía, los síntomas cognitivos están relacionados con el pensamiento, la tensión, que igual estamos un poco despistadillas y es que estamos un poco más nerviosas. Por ejemplo, preocupación excesiva, miedo a perder el control, a ser incapaces de hacer frente a una situación, sentir que se tiene una productividad baja.

Los síntomas fisiológicos tienen que ver con la actividad del sistema nervioso, que son los físicos o fisiológicos: taquicardias, respiración entrecortada, dolor, pinchazos en el pecho, presión, sensación de ahogo, tener mareos es muy común, sudores, bruxismo...

Los síntomas emocionales son muy comunes también: estar irascible, tensa, asustada, impaciente, frustrada, que todo te sabe mal, apática...

Por último, los conductuales, que tienen que ver con el comportamiento. Como por ejemplo estar agitado, como caminar de lado a lado, morderse las uñas, dar vueltas en la cama, morderse los pellejitos...

Hay otros síntomas que yo destaco en el libro que es el perfeccionismo, no soportar la incertidumbre, tener que contestar rápidamente a todos los mensajes como si corriera mucha prisa, pasar muchas horas en las redes sociales...

- ¿Qué relación existe entre la ansiedad y el perfeccionismo?

El perfeccionismo nos lleva a la autoexigencia constante y a la insatisfacción de tener que hacer más, producir más... Siempre vas a tener ansiedad porque al final lo que tú le estás transmitiendo a tu cuerpo es que no hay nada acabado, que tienes que hacer siempre más, más, más. El 80% de pacientes son muy perfeccionistas y esa sensación de no llegar a nada les lleva a vivir ahogados y tener ansiedad.

El perfeccionismo es un sistema de protección de, 'oye, ¿por qué necesitas hacer todo perfecto?'. Seguramente te quieres proteger del juicio, del fracaso, y sin embargo, la ansiedad simplemente te está diciendo, para un poco, porque este no es el camino.

- Abraza tus miedos, es el título del libro, ¿de qué manera puede ayudar a las personas a manejar la ansiedad?

Hay que abrazar los miedos y dejar de querer huir de las emociones, de querer vivir sin miedo, de querer vivir sin ansiedad. Igual la ansiedad te está dando un mensaje muy importante, como que no estás con la persona correcta, que tienes demasiado estrés, que tienes que trabajar en tu autoestima, que el miedo que tienes ahora mismo no es real... Te animo a abrazar esa parte y cuando aceptas que eso forma parte de ti, de tu historia de tu aprendizaje...

Yo siempre lo digo: cuanto más quieres controlar tu ansiedad y huir de ella, más grande se hace. Sin embargo, cuando abrazas esta parte ves que este miedo que tienes es porque quiere protegerte de lo que sea.

- Se supone que la ansiedad te está protegiendo de algo pero muchas veces la ansiedad no está bien entendida porque aparece sin que exista un peligro real...

Por ejemplo, en la carretera es importantísimo tener un poquito de ansiedad porque si no iríamos súper rápido y haríamos temeridades. Y luego está la ansiedad desadaptativa, que es la que te limita, la que no te deja vivir. La que realmente te hace vivir un infierno.

Lo que tenemos que entender es tu historia de vida, entender de dónde viene. Porque cuando tu cuerpo está en peligro, algo está pasando. Entonces cuando entendemos tu historia de vida, es más fácil entender que ahora mismo no hay peligro.

- ¿Nos enfrentamos a la ansiedad o evitamos aquello que nos la produce?

Se recomienda siempre enfrentarse a ese miedo. Lo primero que tenemos que detectar es la raíz del miedo. Un ejemplo: ¿por qué me da miedo montar el avión? ¿Por qué tengo miedo a morir? ¿Por qué no confío en que vaya a salir bien? ¿Por qué necesito tener una salida? Entonces, una vez que yo tengo la raíz, busco las estrategias para poder regular el sistema nervioso.

No va a pasar nada: tu ansiedad te está avisando de un peligro, pero no tiene por qué ocurrir. Hay que recurrir a la psicología de prevención que es hacer respiraciones, si te tienes que tomar un relajante pues antes te lo tomas, si es necesario ir acompañado... Es muy importante la exposición pero siempre con unas estrategias previas. Si nunca te enfrentas al miedo, nunca vas a poder demostrarle a tu cuerpo que no pasa nada.

- Si se está teniendo ansiedad, o un ataque de ansiedad, ¿qué se puede hacer para relajarse? Sin herramientas, entiendo, el proceso es peor...

La ansiedad es una expresión que tiene el cuerpo para liberar muchísima tensión. Un ataque de ansiedad no puede durar tampoco mucho... Tienes la sensación de que te ahogas, que te desmayas... Las personas que tienen ansiedad tienen que trabajar para no llegar al punto más alto porque tu cuerpo también sufre, te quedas agotadísimo...

Como estrategias, lo primero es reducir la actividad del sistema nervioso. Si el sistema nervioso está activadísimo, hay que hacer respiraciones profundas. En el libro pongo varios tipos de respiraciones para calmar. Es importantísimo recordarte y recordar a otras personas que esa ansiedad, que es muy incómoda, no va a hacer que le pase nada malo. Es terrible sentir que no puedes respirar, que ves nublado... pero la ansiedad, siempre lo digo, ahoga pero no mata.

- ¿Ayuda a combatir la ansiedad dejar que fluyan las emociones?

Es necesario sentir las emociones porque cuanto más las reprimimos, más se quedan en el cuerpo. Las emociones inexpresadas aparecen siempre en peores formas como puede ser la ansiedad: la tristeza llorando, la rabia haciendo deporte... Hay que escuchar al cuerpo y no querer huir de las emociones. Hay que aprender a escucharlas y en el libro también hablo de la función de cada una. Escuchar esas emociones te lleva a la acción. Por ejemplo, si tú no te paras a escucharlas, nunca vas a hacer el cambio.

Silvia Vidal es psicóloga forense y sanitaria especializada en el tratamiento de la ansiedad y el estrés. En un primer momento, dirigió sus pasos a la psicología forense, centrándose en maltrato psicológico, pero poco a poco, su trabajo como psicóloga sanitaria, le fue llevando a lo que realmente le apasionaba desde que era una adolescente: la ansiedad y todo lo que nos puede enseñar si la conocemos y gestionamos de manera correcta.

Además, tiene formación en dependencia emocional, relaciones, autoestima, trauma, estado del ánimo y gestión emocional. En el año 2020, creó su proyecto de divulgación en redes sociales, Querida Neurona, con el objetivo de ayudar a las personas que sufren problemas de salud mental. En su equipo, cuenta con varias psicólogas sanitarias que le acompañan en este proyecto.