Sentirse solo en Navidad: qué hacer para recuperar las conexiones perdidas

Además este problema cobra una especial dimensión durante las fiestas navideñas, pues es en esta época del año cuando muchos recuerdan conexiones perdidas, momentos que no volverán o, al no formar parte de determinadas dinámicas sociales, laborales o familiares se sienten totalmente desconectados del mundo. Por eso es precisamente en este momento del año cuando la psicóloga Rosa Becerril, psicotecnóloga y CEO de Psiconnea, propone abordar un plan de acción para transformar esas emociones reconectando con los demás y a la vez con uno mismo a través de cuatro acciones concretas: dar el primer paso haciendo esa llamada pendiente, adoptar una nueva compañía, ayudar a los demás y tender la mano a las personas mayores que lo necesitan o que están solas; y poniendo en valor nuestra propia compañía. Veamos cada una de ellas.

La psicóloga propone revisar la lista de contactos y los mensajes del teléfono. «¿Cuánto tiempo ha pasado desde que hablaste con esa persona especial, ese amigo o familiar con quien tenías una conexión cercana?», pregunta. Según explica la experta, la Navidad es el momento perfecto para dar el primer paso y retomar esas relaciones. «Una simple llamada puede traer de vuelta momentos felices, fortalecer vínculos y recordarte que nunca es tarde para recuperar el contacto», propone la experta de @psiconnea.

Sobre este punto la psicóloga aclara que conviene no preocuparse si no responde, pues tal vez no sea el momento adecuado para la otra persona. «A veces, quienes queremos necesitan tiempo emocional antes de abrirse nuevamente. Lo importante es que tú diste el paso, que demostraste interés y valentía«, puntualiza. Ese pequeño gesto, según recuerda, no pasa desapercibido, y aunque no haya respuesta inmediata, esa persona sabrá que la recordaste y quisiste acercarte.

«Felicítate porque tomar esa iniciativa no siempre es fácil. Has abierto una puerta en tu corazón y te has demostrado que estás dispuesto a construir o reconstruir conexiones importantes. Continúa tu camino con una sonrisa y la tranquilidad de haber actuado desde el cariño. Este paso también te prepara para abrirte a nuevas relaciones y experiencias en el futuro», plantea.

Beneficio: Recuperar relaciones mejora tu bienestar emocional y refuerza la sensación de apoyo mutuo. Además, tomar esta acción genera una satisfacción interna, porque saber que lo intentaste ya es un logro en sí mismo.

Miles de animales en refugios esperan un hogar donde ser amados y protegidos. Adoptar un perro o un gato no solo transforma su vida, sino que también la de la persona que le acoge. Uno de los aportes más valiosos de tener una mascota es que ayuda a dejar de centrarse únicamente en uno. «Esa persona empieza a pensar en sus necesidades, a comprometerse con su bienestar y a ser más consciente de su capacidad para cuidar y dar», explica la psicóloga.

Además, tener una mascota abre una puerta a nuevas experiencias sociales. Salir a pasear con el perro no solo es una oportunidad para desconectar y disfrutar del aire libre, sino también para interactuar con otras personas que comparten el amor por sus animales. Los parques, las clínicas veterinarias y los encuentros espontáneos en la calle se convierten en espacios donde conocer gente con intereses similares, ampliando tu círculo social y creando conexiones significativas.

Beneficio: Adoptar una mascota no solo mejora tu bienestar físico y emocional, sino que también fomenta la empatía, el compromiso y las relaciones humanas. Este cambio de perspectiva te invita a pensar en «nosotros» en lugar de «yo» y, al mismo tiempo, te conecta con una comunidad que valora el amor y cuidado hacia los animales.

Participar en actividades solidarias es mucho más que un gesto altruista: es una forma de crear conexiones reales con el mundo y las personas que te rodean. Ya sea regalando juguetes a niños en situación de vulnerabilidad, preparando comidas para quienes lo necesitan o colaborando con alguna organización local, cada acción tiene el poder de iluminar la vida de alguien más. Y lo maravilloso de ayudar es que, al hacerlo, también se transforma uno mismo.

«El acto de ayudar te permite salir de las propias preocupaciones y enfocarse en las necesidades de otros, algo que puede ser profundamente sanador«, revela Becerril. No solo se encuentra sentido y propósito, sino que también se descubre lo mucho que puedes aportar con gestos simples. Además, participar en estas actividades suele poner en contacto a personas que comparten valores y deseos de hacer el bien, creando amistades y redes que enriquecen la vida.

Beneficio: Ayudar a los demás te conecta con una comunidad, fortalece tus habilidades de empatía y fomenta el sentimiento de gratitud. Además, al transformar la soledad en conexión, descubres el poder de compartir y crear algo significativo junto a otros. A veces, un pequeño gesto puede ser el inicio de un gran cambio, tanto para ellos como para ti.

Al ayudar a personas mayores que se sienten solas se puede encontrar una conexión única que beneficia a ambas partes. «Compartir momentos con alguien que también busca compañía crea un vínculo especial, una forma de acompañarse mutuamente en la soledad y convertirla en algo enriquecedor», aconseja la experta.

Pequeñas actividades como pasear juntos, ayudarles con la compra, enseñarles a usar la tecnología o preparar una comida —e incluso cocinar juntos— son más que simples gestos: son oportunidades para establecer una relación de apoyo mutuo. Mientras les das tu tiempo y atención, también recibes su gratitud, su sabiduría y una sensación de propósito que puede resultar transformadora.

Pasear juntos no solo beneficia su movilidad, sino que también te ayuda a despejar la mente y sentir la alegría de compartir tiempo al aire libre. Cocinar con ellos o enseñarles a usar la tecnología crea momentos de aprendizaje mutuo: ellos ganan herramientas para conectarse con el mundo, y tú descubres historias y tradiciones que solo alguien con experiencia puede compartir. Incluso una tarea tan simple como hacer la compra puede convertirse en una actividad llena de significado, compartiendo risas y pequeños momentos de conexión.

Beneficio: Ayudar a una persona mayor no solo mejora su calidad de vida, sino que también reduce tu propia sensación de soledad. Crear una relación de apoyo mutuo te llena de gratitud, propósito y compañía, hace recordar que, al cuidar de alguien más, también uno cuida de sí mismo. Ambos ganan algo invaluable: la conexión humana que transforma los días en algo más pleno y significativo.

Encuentra valor en tu propia compañía: Estar solo no siempre es negativo. Si es una elección, puede convertirse en una oportunidad para reflexionar, aprender algo nuevo o disfrutar de actividades que te llenen de energía. Pero si la soledad no es voluntaria, recuerda que hay formas de superarla.

¿Cuáles son las señales que indican que estamos sufriendo a nivel psicológico los efectos de la soledad no deseada? Reconocerlas es crucial para dar el primer paso hacia la búsqueda de apoyo emocional, ya sea a través de personas cercanas o ayuda profesional. La soledad es un desafío que no tienes que enfrentar solo.

¿Cómo se puede ayudar las personas que suelen aislarse especialmente en estas fechas? El aislamiento no siempre es fácil de romper, pero pequeños gestos pueden ser el puente que necesitan. La psicóloga apunta algunos consejos:

• Invita sin presionar: Una propuesta sencilla como un paseo o una charla puede hacer que se sientan acompañados sin sentirse forzados.

• Muestra interés genuino: Pregúntales cómo están y escucha de verdad. A veces, saber que alguien se preocupa puede ser suficiente para abrir una puerta.

• Ofrece alternativas no navideñas: No todas las actividades tienen que girar en torno a las festividades. Propón cosas como ver una película, cocinar juntos o simplemente disfrutar de un café.

• Sé paciente: Si prefieren no aceptar tu invitación, respétalo. Lo importante es que sepan que estás ahí para ellos.

• Anima a que busque ayuda: Si notas signos de aislamiento profundo o depresión, acompáñalos suavemente a buscar apoyo profesional. A veces, tu apoyo puede ser el empujón que necesitan para dar ese paso.

Estos gestos no solo ayudan a romper el aislamiento, sino que también refuerzan que no están solos y que hay personas dispuestas a acompañarlos, especialmente en estas fechas.

¿Y si es odio hacia la Navidad lo que siente esa persona? Estas fechas pueden ser especialmente difíciles para quienes asocian estas fechas con recuerdos dolorosos o expectativas incumplidas. Por eso la psicóloga explica que lo primero es escuchar sin juzgar, validando sus emociones. Frases como «Es normal sentirte así, no tienes que disfrutar estas fechas si no lo sientes» pueden aliviar esa presión social. Tal vez sea posible ayudar a estas personas a redescubrir el significado de la Navidad según sus propias necesidades: crear nuevas tradiciones, enfocarse en actividades que disfruten o aprovechar este tiempo para desconectar sin culpa. A veces, transformar la Navidad en algo propio puede ser un primer paso para reconciliarse con estas fechas.

Por último la psicóloga invita a vivir la Navidad como una oportunidad para abrir puertas. Tal vez este año sea el momento de reencontrarte con viejas amistades, dar una oportunidad a nuevas conexiones o incluso transformar la vida de un ser vivo que también necesita amor. «La soledad nos invita a reflexionar, pero también nos reta a actuar. Cada paso que damos para reconectar, por pequeño que sea, nos acerca a los demás y a nosotros mismos», concluye.