Esto es lo que hacen los psicólogos cuando tienen ansiedad

Los ataques de ansiedad son una serie de síntomas que nos alertan de que algo no va bien. Es un mecanismo que tiene nuestro cerebro para expresar a través del cuerpo que hay algo que nos está produciendo malestar consciente o inconscientemente. Los psicólogos, a pesar de trabajar esos síntomas con sus pacientes, también pueden padecerlos ya que a lo largo de su vida también pueden tener conflictos psíquicos.

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Melissa González

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Por tanto, como cualquier otra persona, pueden experimentar ansiedad y enfrentar desafíos emocionales en su vida que de alguna forma les desestabilicen. A veces suponemos que el psicólogo tiene que ser una persona estructurada, con inteligencia emocional y que va a saber gestionar las situaciones que se le presenten. En realidad, es un mito: el psicólogo es una persona como cualquier otra y la formación en psicología le proporciona herramientas y técnicas para comprender y manejar sus propias emociones, pero no están exentos de experimentar ansiedad, depresión u otros problemas de salud mental o dificultades en las relaciones.

Laura Fuster, psicóloga especializada en ansiedad, reconoce que aunque es cierto que conocen las técnicas, «no siempre es fácil aplicarlas cuando estás dentro de un problema». De hecho, le parece que una de las ventajas que tiene un profesional de la salud para ayudar a otra persona es, precisamente, que ve el problema desde fuera y puede ser más objetivo ya que no le influye tanto la parte emocional.

«En el caso en que un psicólogo sienta ansiedad persistente que le limita su vida, hará lo que se recomienda que hagamos todos: buscar ayuda. Por esta razón, es habitual que un psicólogo realice terapia con algún compañero de profesión. Esto no le hace peor profesional; de hecho, puede ser conveniente que el psicólogo experimente en algún momento su papel como paciente», informa Fuster. Puede llevarle a tener más empatía y conocer mejor el proceso de terapia, sus inconvenientes, miedos, frustraciones, dificultades, etc.

No obstante, tal como asegura Macarena del Cojo, psicóloga general sanitaria de Instituto Cláritas, el psicólogo, al saber cómo funciona la ansiedad, es más fácil que pueda identificar los primeros signos de esta y así poder hacer una buena prevención realizando los movimientos necesarios para poder identificar qué le pasa, por qué y cómo gestionarlo. «Pero somos humanos y a pesar de llevar a cabo con nosotros mismo lo que trabajamos con nuestros pacientes también podemos desbordarnos en algunas situaciones y necesitar ayuda de un profesional», reconoce.

Ana Lucas, psicóloga y directora de Psico-Salud, comenta que hay algunas consideraciones sobre cómo los psicólogos abordan la ansiedad:

1. Autoconciencia y autocuidado. Los psicólogos suelen tener una mayor autoconciencia de sus propias emociones y reacciones y esto les permite reconocer la ansiedad cuando surge y tomar medidas para cuidar su bienestar emocional. «Practican el autocuidado, que puede incluir ejercicio, meditación, terapia personal, y otras estrategias para mantener su salud mental», recalca.

2. Aplicar técnicas y estrategias. Los psicólogos están capacitados en una variedad de enfoques terapéuticos, y cuentan con ese conocimiento y experiencia clínica. Cuando experimentan ansiedad, la psicóloga de Psico-Salud indica que estos pueden aplicar algunas de estas técnicas en sí mismos para reducir sus síntomas y gestionar sus emociones. En los casos en los que esto no es suficiente, necesitan el soporte, trabajo y apoyo de otro profesional que les ayude a resolver sus dificultades.

3. Buscar apoyo profesional. «Al igual que cualquier otra persona, los psicólogos pueden buscar apoyo de amigos o supervisores cuando enfrentan dificultades emocionales significativas. Consultar con otro profesional puede proporcionar una perspectiva objetiva y estrategias adicionales para abordar la ansiedad», expone, y reconoce que es más fácil ayudar a los demás que ayudarse a uno mismo, puesto que cuando se ha disparado la ansiedad es un indicativo de que la situación le sobrepasa.

4. Mantener límites profesionales. Los psicólogos tienen la responsabilidad ética de mantener límites claros entre su vida personal y profesional. Pueden compartir información general sobre la ansiedad y el autocuidado con sus pacientes o experiencias específicas de ansiedad que sean relevantes para el proceso terapéutico.

5. Utilizar la experiencia personal con precaución. Según Ana Lucas, el psicólogo puede utilizar su propia experiencia personal, o la de otros casos, sobre la ansiedad como una forma de empatizar y conectar con un paciente que está pasando por situaciones similares. Esto puede ayudar al paciente a ver que lo que le ocurre es común, que le pasa a más personas, incluso al psicólogo. En general se utiliza para normalizar la situación que está viviendo el paciente, siempre que sea relevante y beneficioso para el mismo.

«El contar nuestras experiencias a los pacientes es una técnica que se utiliza en terapia llamada autorevelaciones. Cada terapeuta trabaja desde distintos enfoques y técnicas. En algunas ocasiones, puede ser muy positivo poder hablar de nuestra experiencia en diversas situaciones ya que puede ayudar a estrechar el vínculo con el paciente sintiéndose más entendidos y acompañados», aclara Macarena del Cojo.

En resumen, los psicólogos no están exentos de experimentar ansiedad, pero tienen la formación y las herramientas para abordarla de manera efectiva. Cuando enfrentan dificultades emocionales, buscan apoyo profesional y aplican las estrategias aprendidas en su formación. «En su trabajo con pacientes, mantienen límites profesionales y pueden compartir experiencias personales y profesionales de manera cuidadosa y pertinente», concluye Ana Lucas.