Por qué es necesario coger vacaciones y qué es el síndrome del ejecutivo, según los expertos

Sin embargo, una vez «aterrizas» tu mente hace de las suyas y no te permite poner el esperado 'off'. Recibir llamadas, mensajes o emails durante las vacaciones en nuestro teléfono personal no lo pone fácil. Tanto es así que el «tengo que» en un momento de aparente relax nos puede producir ansiedad. Y en lugar de disfrutar, provoca lo que se conoce como el síndrome del ejecutivo, es decir, la ansiedad por no poder desconectar del trabajo en vacaciones.

Algunas de las características de las personas que tienen este síndrome son las siguientes:

1. Estar intranquilos o sentirse culpables al descansar o relajarse. Tal como dice María Fernández , coach personal, ejecutivo y de equipos, «hay personas que incluso suelen atrasar las vacaciones porque irse y desconectar les genera más estrés que quedarse a sacar el trabajo adelante».

2. Revisar el email de empresa aunque estén en la playa.

3. Seguir consultando noticias de actualidad, que tengan que ver con su sector laboral.

4. Hablar con los compañeros de trabajo por diferentes apps para ver qué tal van ellos o la empresa.

5. Mantener el teléfono disponible para consultas.

6. Hablar de trabajo en comidas con amigos.

«Lo cierto es que son personalidades autoexigentes, perfeccionistas y, claramente, a adictos al trabajo. En su mente se cruza el pensamiento de… 'La empresa no puede sobrevivir sin mí. O lo que es peor... ¡Sí puede! Y eso me agobia más todavía porque quiere decir que soy prescindible'», cuenta la experta, que asegura que son personas que vinculan su faceta profesional a su identidad, y esta «refuerza su autoestima ».

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Según Victor Carreau, Co-fundador de Comet, desde una perspectiva tanto profesional como personal, en Comet valoran este tiempo libre que nos permite renovar, reparar y mejorar nuestras instalaciones, al mismo tiempo que replanteamos nuestros procesos. «Como parte de la industria de eventos, nos enfrentamos a cronogramas de último minuto a lo largo de todo el año, por lo que el verano se convierte en un respiro tranquilo y bienvenido. Durante este periodo, podemos analizar, corregir y recargar nuestras energías de cara al próximo año».

Algunos de los consejos que aporta Fernández para disfrutar de las vacaciones son los siguientes:

- Hacer lo posible por dejar absolutamente todo «cerrado» antes de los días de descando para no tener asuntos sin resolver en la cabeza.

- Para personas que trabajan por cuenta ajena, desactivar el email del móvil o activar el email de retorno, avisando de que se está de vacaciones.

- Desarrollar actividades y deportes distintos a las cotidianos.

- No hablar de trabajo en las reuniones sociales.

- No chatear con personas del trabajo ni preguntar cómo va la empresa desde la playa

- Limitar la lectura de prensa salmón, noticias y libros que tengan que ver con nuestro

trabajo. Es momento de desenchufarnos de la información que solemos consumir el resto del año.

- ¡Vuelve a lo analógico! Cuánto menos estés con dispositivos electrónico, mas estarás en contacto contigo y con tu entorno. ¡La vida es aquello que sucede cuando levantamos la mirada de las pantallas!

- Hacer deporte, pasear… No consumir mucha televisión ni redes sociales.

- No estar pendiente de colgar la foto de los pies cruzados en la hamaca y ver cuántos likes tienes. «Disfrutar más, y posturear menos. Ocuparte más de ser feliz que de parecer feliz», recomienda la coach. Es decir, desmárcate de la competencia de las redes de quien tiene mejores vacaciones: «Una cosa es colgar una foto bonita, otra es estar haciendo un reporte de todos tus movimientos a los demás. Además, eso nos obliga a estar pendiente de los comentarios, y no nos deja abandonarnos al relax del momento presente».

- «Échate todas las siestas que necesites, pasea, aprecia una puesta de sol, aprovecha para abrazar y pasar tiempo con tus seres queridos, elige solo planes que te estimulen y no quedes con personas por compromiso», concluye. Además, no olvides mantener unos ratitos al día para ti mismo (desayunar solo, dar un paseo, ir a nadar…).

Si algo necesita el cerebro es descansar. Para conseguir es respiro tranquilo, Antonio Gallego, instructor de mindfulness y colaborador de Petit BamBou, da seis consejos para disfrutar de nuestro tiempo libre.

1. Frena el tren de forma suave y anticipada. «En cada cambio de nuestra rutina sucede lo mismo que si intentas parar de golpe un tren de mercancías: la inercia llevará al desastre y la mercancía acabará volcando; es lo que nos sucede cuando pasamos de la rutina laboral al modo vacaciones: los hábitos instaurados, el estado de alerta y el ritmo seguirán su inercia pese a que las condiciones hayan parado de golpe», explica Antonio Gallego.

2. ¡Juega! Sin importar la edad. Porque el mejor modo de desconectar de las preocupaciones que asaltan nuestra mente es jugar en el agua, pasar la tarde con un juego de mesa... «Permite vivir el momento presente y conectar con uno mismo», añade.

3. Suelta expectativas. «Aconsejo soltarlas y aceptar todo tal y como sucede, pues la diferencia entre realidad y lo esperado suele ser fuente de frustración: lo notarás cuando veas lo que se parece el plato del chiringuito y el de la foto de la carta», bromea Antonio.

4. Dedícate tiempo. A veces la rutina laboral no nos deja dedicarnos espacio; «desde un sano egoísmo podemos pedir a nuestra pareja, familia o amigos ese momento de autocuidado, sea una afición, estar a solas, etc.».

5. Practica la presencia plena. La única forma de disfrutar de algo es estando presente, y para ello la mejor opción es trabajar la atención plena o mindfulness. Si nuestra mente no está en lo que sucede no podrá registrarlo, y por tanto cuando acaben las vacaciones solo quedará un vago recuerdo. Antonio Gallego propone comenzar a meditar durante las vacaciones: «Prueba a hacerlo de forma progresiva, apoyándote en aplicaciones con programas específicamente diseñados para disfrutar de esa primera toma de contacto», propone.

6. Detox tecnológico. Para conseguirlo, en tus días de vacaciones desactiva las notificaciones «y si te atreves, también alguna red social». Y prueba a dejar el móvil en casa cuando bajes a la playa, piscina o campo: no hay nada tan urgente que no pueda esperar y podrás centrarte en el momento presente.

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Según explica Gabriela Paoli, psicóloga, formadora y consultora en temas de desarrollo personal y organizacional, la tecnología no es la culpable de nuestros males, sino la actitud que tenemos frente a ella. No es el qué , sino más bien, el cómo. «¿Cómo usamos la tecnología?», invita a preguntarnos. De hecho la experta asegura que ess importante pensar que nuestras vacaciones deben ofrecernos momentos de calma , de relax , de conectar con nosotros mismos, con la gente, con la naturaleza, etc. «Apagar el ruido mental que provoca la entrada de mensajería instantánea, mails, notificaciones, es fundamental. La ausencia de inputs permite escuchar nuestra voz interior. El silencio conlleva introspección, el silencio es salud», revela.

La falta de desconexión digital no es un asunto baladí. Puede acarrear fatiga, agotamiento, dolores de cabeza, contracturas, problemas de visión, ansiedad, tristeza, aislamiento, etc. Es decir, si no podemos desconectar, podríamos enfermar seriamente.

Por eso es importante ejercer un control activo en la relación con nuestros dispositivos, sean para lo que sean (laboral, entretenimiento, información, relaciones…).

Además, hay que evitar con toda nuestra fuerzas que internet sea un agujero negro por donde perdamos nuestro tiempo y salud.

La planificación es fundamental. Y por supuesto, cumplirla. De ahí la importancia del autocontrol para dirigir y liderar nuestras vidas. Es necesario aprender a gestionar efectivamente nuestro tiempo, a priorizar nuestro descanso y a buscar nuestro bienestar.

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Para lograrlo existen una serie de medidas y estrategias que podemos poner en marcha antes de irnos de vacaciones y bajar definitivamente las persianas. Por un lado, están las meramente tecnológicas y restrictivas y, por otro, las personales y activas.

Medidas tecnológicas y restrictivas:

1. Dejar al máximo cerrados los trabajos o tareas.

2. Delegar en tus compañeros que quedan trabajando.

3. Informar a todo el mundo del periodo de vacaciones - fechas inclusive- .

4. Anticiparse . Avisar de que no se estará disponible.

5. Pasa al modo off : quitar notificaciones, mails, …poner una respuesta automática o desviar las llamadas.

6. Activar mensaje automático explicando que no estas disponible y/o con otro móvil de contacto.

7. Entrena el autocontrol y la autodisciplina. Asume completamente las responsabilidad sobre tu tiempo y evita que otros decidan por ti.

8. Tira de tu fortaleza mental: escribe una frase y repítela cada vez que tengas el impulso de abrir o comprobar tu email o whatsApp. Por ejemplo: «Genio descansando», «Me merezco unos días de relax», «Ahora me toca a mí».

Sin duda estas estrategias tecnológicas son necesarias pero no suficientes, para blindarte en tus días de descanso.

Recuerda que cada pequeño gesto termina por configurar un patrón de comportamiento y éste, por determinar un estilo de vida.

Cambia de hábitos o incorpora nuevos que te hagan sentir más consciente y saludable. Tú eres el resultado de tus decisiones diarias. Aprender a autoregularse y autocontrolarse es sin duda la victoria sobre uno mismo. Significa aprendizaje gradual, es la búsqueda de la autonomía y libertad emocional.

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Medidas personales y activas:

A nivel personal, intenta poner en marcha los siguientes consejos, y tu salud mental te lo agradecerá.

1. Slow life, bajar el ritmo: si puedes no pongas despertador, busca vivir sin saber exactamente qué hora, vive el momento, el presente.

2. Parar para reparar: reflexiona sobre tus objetivos, avances, reafirma tus logros, y evalúa tus mejoras.

3. Aprovecha el tiempo para contemplar y disfrutar de las cosas más sencillas: caminar, una puesta de sol, un amanecer, leer, cocinar sin prisas…

4. Si te apetece, pon orden y limpieza en tu vida y en tus cosas: tu casa, tu armario, la cocina, tu escritorio, tu coche…

5. Mantente activo , haz actividades en función de tu energía. Cada día será una oportunidad.

6. Busca sociabilizar , si te apetece: queda con los amigos, con la familia…

Pero además Paoli recuerda que una buena salud digital puede crearse y mantenerse mediante la inclusión de hábitos de autocuidado como son la alimentación equilibrada y sana, el ejercicio, el descanso, la gestión del estrés, y por supuesto, la gestión del uso saludable de los dispositivos.

La experta invita, por tanto, a ejercer el derecho a la desconexión digital y a vivir conforme a nuestros valores y prioridades, quedándonos así con este mensaje: «En vacaciones, menos hacer y más ser».