«La manera en la que te tratas es un reflejo de cómo te hicieron sentir de niño»
La psicóloga Marta Segrelles publica 'Abraza a la niña que fuiste', un libro para superar los traumas de la infancia
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Iniciar sesión¿Qué tiene que ver mi infancia con las cosas que siento ahora? ¿De qué manera mis experiencias en esos años se relacionan con mi malestar actual? Y, sobre todo, ¿cómo puedo sanar las heridas del pasado que todavía cargo en el presente? Si ... alguna vez te has hecho alguna de estas preguntas, la respuesta está en tu niña interior.
Marta Segrelles, psicóloga infantojuvenil publica 'Abraza a la niña que fuiste', un libro de autoayuda para avanzar y entendernos más y mejor.
- En toda tu experiencia como psicóloga, ¿por qué has escrito un libro hablando concretamente sobre este tema? ¿Es muy común en consulta?
Lo que me llevó a escribir es más por mi experiencia personal que por los demás. Empecé a especializarme en psicología infantojuvenil y he visto que hay cosas cotidianas en el presente que son reacciones de traumas que no sabemos de dónde vienen, así que muchas veces hay que indagar en el pasado.
- Cuando alguien llega a consulta con cualquier problema, ¿primero hay que indagar en la infancia de la persona o no siempre es necesario?
No siempre, y casi nunca empiezo a preguntar por la infancia. Las personas vienen contando las dificultades que tienen en el presente: no saben tomar decisiones, no saben lo que necesitan, no saben cómo afrontar sus relaciones de amistad, de pareja… Empezamos un poco a estabilizar y entender la vida actual para conocer luego qué ha sucedido en la infancia y trasladarles que lo que les pasa ahora es solo un reflejo de lo anterior. Lo que no tenemos ahora es porque no lo tuvimos en el pasado, así que ir a la infancia no siempre ocurre en las primeras sesiones. La infancia acabará saliendo a la luz y no digo que lo que les ocurre ahora sea por culpa del pasado sino un proceso del impacto que han tenido sus vivencias pasadas.
-¿Qué tiene que ver la infancia con las cosas que se sienten en la edad adulta?
La infancia es la etapa más importante para aprender sobre relaciones y seguridad en esas relaciones. En ese momento si necesito algo es lícito que lo vaya a conseguir porque hay alguien que me va a apoyar. Es una especie de base de seguridad que me permite salir al mundo y enfrentarme al él y si algo falla, vuelo a mi lugar seguro. Es importante que haya alguien atento y sensible a nuestras necesidades para que en la edad adulta seamos sensibles y satisfagamos esas necesidades. Si hemos aprendido en la infancia lo que es bueno es mas fácil que en la edad adulta seamos conscientes y que la alarma se encienda y nos diga 'aquí pasa algo' cuando algo no nos gusta.
- Qué importante son los valores que nos enseñan...
Hay conductas que las hemos normalizado y son perjudiciales para esa seguridad que decíamos. A veces nos planteamos cosas que sí las hacemos con niños o las hacían cuando éramos pequeños y que en la edad adulta no las permitiríamos. Por ejemplo, cuando un niño llora porque no quiere entrar en el colegio, a veces los padres aprovechan en un despiste y desaparecen. En adultos imagínate que de pronto se ha ido una persona que te dice que va a la barra a pedir y ya no aparece. Esas situaciones son traumáticas por la soledad con las que las hemos vivido, y por eso en la edad adulta muchos tienen confusión de lo que es un buen trato y un mal trato.
-Aunque sintamos que no somos los mismos que hace años, ¿seguimos conectados a nuestro yo del pasado?
Sí. En el libro lo cuento con la metáfora de las muñecas rusas. Esa niña que habita dentro y que ha construido parte de lo que somos y las experiencias que vivimos han hecho que se hayan ido construyendo partes a nuestro alrededor de nuestra personalidad que hacen que creamos que somos así. Si yo siempre evito el conflicto, esa soy yo y es solo un porcentaje de mí y me han permitido que mis relaciones funcionen .
- ¿Cómo se sanan las heridas del pasado que se cargan en el presente?
Son heridas que se han producido a raíz de los vínculos esperando que sucedieran y no fue así. En terapia se tratan. Las heridas son inevitables pero que sea más o menos grande es la capacidad de reparación que pueda existir en esa relación. Esto se trata en terapia y ayuda a saber cómo se produce la reparación paso a paso. Cuando una herida se ha producido en el vínculo y en el vínculo ha de ser reparada. Saber rodearse bien es importante: si estamos al lado de gente crítica que nos dice qué hacer o en cambio al lado de personas compasivas ayudará a si mi herida se hace más grande o se cierra más pronto.
-¿Qué me puedes contar de la teoría del apego de la que hablas en tu libro?
Para mí es una base para poder trabajar en terapia porque lo que hago es construir ese apego seguro que muchas veces por las experiencias vividas tenemos heridas en el vínculo. Es una teoría que explica la calidad de esas relaciones en base a la seguridad. Si he tenido a gente alrededor que es sensible. A veces lo tenemos todos pero la conexión y pertenencia pero que nos querían por como éramos estuvieron satisfechas. Que nosotras podamos cubrir esas necesidades que fueron cubiertas en la infancia pero que muchas veces no fue así. Nosotras podemos ser nuestro lugar seguro.
-¿La niña que fuimos nos va a acompañar en todas las etapas de nuestra vida?
Sí. La niña que fuimos nos puede conectar con dos partes: la niña herida y la que guarda la espontaneidad, curiosidad, el juego… Cuando hacemos aquellas cosas que nos gustaban antes estamos conectando con la niña interior de ahora.
- Por tanto, las relaciones son muy importantes.
Mucho. Necesitamos las relaciones para el desarrollo emocional. Necesitamos las relaciones porque no es lo mismo darme un abrazo yo a que me lo dé alguien. Como me comporto conmigo misma en la edad adulta es un reflejo de cómo me hicieron sentir en el pasado. Esas relaciones nos marcan tanto que aunque pase tiempo se quedan en forma de pensamientos sobre nosotras mismas. Se habla mucho del apego seguro y su significado es que soy suficiente capaz de afrontarlo yo sola pero también de pedir ayuda si la necesito. Si estoy triste no es lo mismo que darme un abrazo yo a que me lo de alguien. Muchas veces debido a las heridas que se han quedado sin resolver las vamos a sufrir en las relaciones en el presente.
Sobre la autora
Marta Segrelles es psicóloga experta en terapia integradora con un enfoque humanista y en trabajo con heridas emocionales. Además, cuenta con formación específica sobre trauma y reparación del apego y sigue estudiando cómo restaurar el impacto de las experiencias vitales a través de la IFS, la estimulación bilateral TEBB o el análisis transaccional. Empezó como psicóloga infantil y juvenil y, hoy por hoy, atiende a personas adultas para que confíen en su capacidad de sanar.
Actualmente, se dedica a acompañar en procesos terapéuticos individuales y grupales, a formar a profesionales de la educación y de la salud mental y a divulgar sus aprendizajes en redes sociales. Puedes encontrarla en Instagram y en su web.
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