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«No enfadarse nunca no es sinónimo de equilibrio emocional; es una señal de que algo se está reprimiendo»

Sonia Díaz Rois, autora de 'Y si me enfado, ¿qué?' cuenta en su libro y en esta entrevista la importancia que hay que darle a esta emoción y por qué no siempre es negativa

"Si uno siente que no le importa a nadie, intenta volverse imprescindible haciendo de todo para todos"

Imagen cedida
Melissa González

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Enfadarse no siempre es golpear una mesa, ser hostiles y gritar. Enfadarse a veces también es estar en el más absoluto silencio. O llorar. También implica en muchas ocasiones respirar más profundamente.

La ira o el enfado es una emoción caracterizada por ... un intenso sentimiento de disgusto. Va desde la frustración hasta la más intensa rabia, y al igual que ocurre con cualquier emoción, incluye una respuesta fisiológica, como el aumento del ritmo cardíaco); pensamientos intrusivos, ya que a veces culpamos a los demás o queremos venganza, y un comportamiento predecible, como el deseo de atacar verbal o físicamente. Pero aunque esto último suele ser lo más común, lo cierto es que la mayoría de las personas no lo hacen. ¿Lo reprimen? ¿Prefieren no exteriorizar su malestar? Hablamos con la coach Sonia Díaz Rois, autora de 'Y si me enfado, ¿qué?', sobre la importancia de exteriorizar el enfado pero a su vez no perder energía por tonterías.

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Sobre el autor Melissa González

Graduada en Periodismo y Máster en SEO/SEM. Pasé por diferentes medios especializados en moda y belleza y actualmente elaboro contenido sobre bienestar y estilo de vida. Viajar y leer son mis pasiones.

Melissa González

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