Desarrollo personal
Xesco Espar: «Un buen líder descubre la grandeza de la gente antes que ellos y se la revela»
El experto en alto rendimiento, conferenciante, formador y escritor Xesco Espar revela en su libro «La libreta» cuáles son los 10 hábitos que construyen a la gente extraordinaria

No hace falta tener un cargo para ser un líder. Cualquier persona puede trabajar con los que tiene alrededor ayudándoles y haciendo que su vida sea mejor. Esta es, para el experto en alto rendimiento Xesco Espar , la esencia de su último libro ... «La libreta» , donde narra la historia de una joven promesa del fútbol que, a pesar de que está pasando por horas bajas, pronto descubre gracias al capitán del equipo los cambios que necesita para convertirse en un campeón. A través de este relato el experto en motivación, que también es autor del best-seller «Jugar con el corazón», revela por qué los hábitos tienen un gran poder sobre nosotros tanto en la vida como en el deporte y por qué nos permiten liberar el pensamiento de lo básico, permitiendo que nos centremos en lo importante.
A lo largo de la historia que narra «La libreta» descubrimos cada uno de los «10 hábitos que construyen a la gente extraordinaria». Pero si tuviera que destacar alguno, ¿cuál sería?
Diría que el hábito de la ambición sana , entendido como «querer ser mejor cada día» (querer estar más sano, querer estar más en forma, querer ser mejor persona...) pero no en contraposición a los demás para ganar o superar al otro o para batir récords sino para mejorar con respecto a uno mismo, para querer hacerlo mejor que la última vez.
También es importante es «aceptar el fallo». Y para explicar por qué te invito a analizar esta frase: «Lo contrario del éxito, no es el fracaso, lo contrario del éxito es no intentarlo» . Cuando la gente cree que lo contrario del éxito es el fracaso llegan a pensar que es mejor no hacer nada porque creen que si lo intentan y fallan se alejarán de lo que quieren. Pero en realidad sucede lo contrario. Cuando no haces nada o te quedas quieto es cuando te alejas de lo que quieres. Si haces algo por ello, estarás más cerca. Para mí es importante ver el fracaso o el error como una parte del camino hacia lo que se quiere.
Pero esto no hace referencia al «saber perder» sino a que los intentos son logros...
Exacto. Y luego ya después de intentarlo puedes ganar o perder. Pero aunque pierdas estarás más cerca de tu mejora porque la ambición no es ganarle al otro sino querer ser mejor. Si he competido conmigo mismo, ya soy mejor.
Cuando habla de aquello que nos separa de lo que queremos o deseamos ser no haces referencia al talento o a la motivación sino a los hábitos, ¿Por qué?
La motivación puede ser una ayuda para llegar a los sitios pero no siempre podemos echar mano de la motivación porque no todos los días se puede. De lo que depende una persona es de sus hábitos . Por eso es tan importante autoexigirse un poco más en cada uno de estos «hábitos de la gente extraordinaria» a los que que me refiero en el libro. ¿Por qué? Voy a explicarlo con un ejemplo sencillo y cotidiano. Imagina que un domingo vas a comer a casa de tus padres que viven en la otra punta de la ciudad. Vas conduciendo el coche, hablando con tu pareja y con los niños detrás jugando o haciendo ruido. Poco antes de coger la autovía que te lleva a casa de tus padres te distraes unos segundos y en lugar de coger ese camino tomas la vía que habitualmente transitas para ir al trabajo. ¿Nunca te ha pasado que en cuanto te despistas un momento haces lo que sueles hacer siempre en lugar de lo que ibas a hacer? Pues este ejemplo es la prueba de que tenemos dos fuentes de energía. Una es la concentración , el enfoque , la motivación ... Pero cuando esa fuente se apaga o no nos responde en algún momento somos esclavos de nuestros hábitos. Por eso la gente que es extraordinaria a largo plazo lo es por los hábitos que ha desarrollado.
Ambición, excelencia, ser buena persona, coraje, aceptar el fracaso... ¿Necesitamos entonces trabajar todos esos hábitos para ser extraordinarios?
Esto es algo que se pregunta mucha gente, si. «¿Hay que trabajar tanto? ¿Es tan difícil ser bueno? ¡Me da hasta pereza!», dicen. Pero por eso en el libro he querido destacar aquello de: « Cada día es tu vida en miniatura . Como vives un día, así vives tu vida». Lo que quiero decir con esto es que aunque cambiar a largo plazo sí que sea un proceso largo (es algo que no voy a negar), puedes reproducir tu vida en un solo día. Por tanto, la idea es concentrarse en un día y pensar que la manera en la que vivas ese día y lo repitas al día siguiente y al otro y al otro será lo que formará tu vida. A veces pensamos que cambiar es hacer una gran transformación. Y esto no es así. Es la suma de pequeños cambios.
Se puede ver más claro con un ejemplo que usé en mi libro anterior «Jugar con el corazón» en el que explicaba la conversación que tuve con unos alumnos que jugaban al golf y que lo hacían de maravilla. Cuando jugué varias veces con ellos les dije que les admiraba mucho pues eran capaces de dar a la bola tan fuerte y tan bien que esta podía llegar a un metro del hoy mientras que la mía apenas se acercaba a 200 metros del hoyo. Entonces ellos me explicaron que la diferencia entre lo que sucedía con su bola y la mía apenas estaba en 2 milímetros. Yo les dije que cómo era posible que esa pequeña distancia fuese la causa de una diferencia tan grande. Y entones me contestaron que solo había que fijarse en la bola pues mientras que ellos golpeaban en el punto exacto , yo golpeaba a dos milímetros de ese punto. El problema era que esos 2 mm se convertían a lo largo de unos dos kilómetros de trayecto en casi 200 metros. Con esto quiero decir que el cambio que hay que hacer es muy pequeño y que cambiar un hábito se consigue haciendo cambios mínimos cada día.
Visto así es más tranquilizador y reconfortante....
Claro. Hay que probar un día con un hábito y puntuarse al final del día. Lo que a veces nos bloquea es pensar en el largo plazo.

Hemos hablado de la ambición sana, ¿y qué hay de la excelencia? ¿Cómo se logra?
Me he acostumbrado a definir la excelencia con una frase: «Hazlo bien a la primera». Se trata de que intentes hacerlo lo mejor que sepas y que, ya que te pones, te esfuerces en hacerlo bien, porque si no, tendrás que repetirlo. Se trata, por tanto, de intentar en cada momento de tu vida y en cada cosa hacer lo que tengas que hacer lo mejor que sepas. Al final la excelencia es un hábito, pero fíjate en una cosa: la mediocridad , que puede considerarse como su antítesis, también es un hábito.
¿Cómo se aprende de los errores de forma constructiva?
Como profesor de INEFC Barcelona siempre he dicho a mis alumnos que el juego no educa en sí mismo, que lo que educa es reflexionar al final del juego y usar lo que se ha aprendido en esa reflexión en el siguiente juego. Del error se aprende si reflexionas sobre lo que ha ocurrido y piensas en lo que sí y en lo que no tendrías que haber hecho y después lo aplicas en la siguiente ocasión. Ahí sí se aprende. A veces decimos eso de «hemos fallado, no pasa nada» y sí que pasa. Pasa que no lo hemos hecho bien. Y eso es algo que se ve muy claro en el deporte. Cuando pierdes, lo primero que tienes que hacer es ser humilde y pensar que el otro ha jugado mejor, pero también debes analizar qué deberías haber mejorado tú. En la reflexión está el aprendizaje .
«Lo contrario del éxito, no es el fracaso, lo contrario del éxito es no intentarlo»
¿Existe el «factor suerte»?
Sí existe, pero es muy pequeño. Existe en realidad cuando tú ya has trabajado para encontrarte en ese momento y en ese lugar. La suerte aparece si estás preparado para capturarla . Pero yo le asignaría apenas un 5% del resultado. Por tanto, si tú no has hecho el 95% restante, no habrá resultado bueno, pues aunque tengas suerte no te darás cuenta de que la tienes.
Cuando un equipo gana la final a los penaltis, hay que pensar que de 100 equipos solo dos llegaron a la final y que el equipo que ganó iba empatado hasta el final y lo mismo le sucedió al que perdió. Hay que entender que en ambos casos es un éxito.
Mira, mis hijas son olímpicas (Anna y Clara Espar son jugadoras de waterpolo con la selección) y en Londres 2012 quedaron subcampeonas, medalla de plata. Cuando acabaron la competición dijeron «¡Somos las segundas mejores del mundo! ¿Cómo vamos a estar tristes?».
Sin duda forma parte de una familia de acción. Justo ese alegato de «Actúa, actúa y actúa» está muy presente en «La libreta», pero no parece ser este momento de incertidumbre el momento apropiado para la acción...
Por experiencia te diría que a veces nos da pereza empezar un proyecto porque pensamos que no puede salir bien. Eso, que no salga bien, tal vez sea cierto en el contexto actual, pero en cuanto te pones en marcha, en cuanto te pones a andar, empiezas a ver más soluciones de las que crees. Y una de esas soluciones es la que hará posible tu proyecto y la que te permitirá avanzar, pero esa solución solo podrás verla si te pones en marcha. Si estás parado y permitiendo que el contexto dicte tus posibilidades, será cierto que tu proyecto no será posible . Pero si actúas, te darás cuenta de que hay más posibilidades de las que crees. Además, el movimiento genera emoción y genera motivación. Me sabe mal ver a la gente que vive parada y con miedo. El miedo paraliza.
«Cada día es tu vida en miniatura. Como vives un día, así vives tu vida».
«La recompensa de ser bueno no reside en la admiración de los demás, sino en la fortaleza del carácter»... Vaya frase que se ha marcado. Pero hoy en día no es un valor muy reconocido eso de ser «buena persona»...
Vivimos en un mundo donde parece que a los que hacen alguna faena o a los tramposos les va mejor que a nadie. Pero esto puede suceder porque las buenas personas, en lugar de ejercer coo tal, de buena persona, solo se dedican a quejarse de los tramposos y no actúan. Si quieres ganar alguien, no tienes que ser un tramposo como él, tienes que defender tu verdad. Ser bueno no es fácil. La manera fácil de ser bueno no es ser bueno, es ser bobo. Ser bueno no es ser débil ni bobo. Exige esfuerzo porque tienes que defender tu verdad y decir cómo ves las cosas y por qué deben cambiar. Y es entonces cuando ganarás al tramposo.
Hacer equipo ha sido siempre un pilar en su trayectoria, ¿cómo se construye un buen equipo?
Hay una frase que dice «si quieres llegar antes, ve solo y si quieres llegar más lejos, construye un equipo». Cuando queremos cosas importantes en la vida necesitamos del apoyo de un equipo. Hay dos puntos básicos que debe hacer cualquier persona que quiera crear un equipo. Primero debe definir bien el punto de llegada (objetivos) y que todo el mundo esté de acuerdo. Y luego crear un equipo con gente que esté comprometida con ese objetivo y con el trabajo que hay que hacer para llegar hasta él. Porque a veces sí que como grupo se quiere llegar al objetivo pero no se está dispuesto individualmente a hacer el trabajo para lograrlo.
Y también hay que vivir los llamados «valores del equipo», como ser generoso, humilde, tener confianza en uno mismo y en tus compañeros, tener compromiso... Sobre esto último siempre suelo decir que el compromiso aparece cuando la diversión se acaba . Los que más valen en un equipo son los que se quedan achicando el agua cuando el barco está en peligro.
Califica el coraje como la llave a la puerta de nuestra mejor versión, ¿cómo se saca el coraje?
El coraje se da cuando no lo ves claro y te acuerdas de que las otras veces en las que no lo viste claro tuviste que hacerlo y además te salió bien.
Es el que nos saca de la zona de confort y cuando lo sacamos es cuando se da el crecimiento. Si siempre estás situando tus objetivos en tu zona de confort, no necesitas crecer. Por eso digo que el coraje es la puerta a tu mejor versión. Tu mejor versión solo viene cuando te exiges crecer . Hay muchas cosas que somos capaces de hacer y no hacemos porque no nos lo proponemos. Para hacerlas se necesita coraje.
¿Qué cualidades debe tener un buen líder?
La principal cualidad de un buen líder es descubrir la grandeza de la gente antes que ellos mismos y revelársela . Ese es el auténtico trabajo de un líder porque cuando haces esto ya tienes mucho trabajo ganado. La gente es mejor de lo que se cree y si una persona que ejerce de líder se lo hace ver, logrará que todos se pongan en marcha.
Es cierto que ser un buen líder exige otras muchas cosas como definir la visión y ayudar a la gente, pero despertar esa llama, la llama de la grandeza dentro de una persona, es fundamental..
Hablemos de vivir en el presente... ¿Cuánto nos pesan todos esos «si hubiera hecho» y «si hubiera dicho» y cómo se proyecta la atención hacia el «ahora»?
Con tres reflexiones básicas y rápidas. La primera es que lo que ha pasado, ha pasado y si te quedas ahí es como si condujeras el coche solo mirando por el retrovisor. Hay que mirar hacia atrás para no repetir los errores, pero no puedes vivir en el pasado, haya sido o no malo. Y sobre el futuro el error que se comete es que es algo que ya harás y pasa el tiempo y al final no haces nada. La única manera que tienes de cambiar el futuro es ahora. Y lo que hagas ahora es lo que va a crear el futuro.
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