Psicología
El tiempo que debe durar la siesta para que sea buena
El problema cuando hacemos una siesta es que no controlamos el tiempo que invertimos en ella...
¿Se aconseja dormir la siesta?
Si has pasado mala noche o la mañana se te ha hecho eterna entre bostezos, es normal que pienses en echarte una siesta . Sin embargo, tumbarte la siesta en el momento equivocado del día o durante demasiado tiempo puede ser contraproducente ... por varios motivos.
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A día de hoy se sabe que la siesta es buena. Aquellas comunidades más mediterráneas como por ejemplo la sociedad española o la griega tienen por costumbre tumbarse la siesta, y se ha hecho un estudio de aquellas personas que dormían la siesta de quienes no la estaban durmiendo y lo que vieron los expertos es que las personas que dejaban de lado esta conducta, este sueño después de comer, les aumentaba el riesgo de muerte cardiovascular en un 37%, es decir, tienen más riesgo de morir. Nuria Roure , psicóloga experta en trastornos del sueño y autora de 'Por fin duermo', cuenta que cuando hablaban de personas trabajadoras incluso se llegó a decir que pueden tener un riesgo del 60% por encima de aquellos que dormían la siesta. La siesta se ha vinculado mucho como factor de protección cardiovascular y se trata de un instrumento que nos ayuda a tener un mejor envejecimiento y más saludable.
Lo bueno de dormir la siesta
Todo lo contrario a lo que se piensa, dormir la siesta , como hemos visto, es muy bueno para la salud. «Se dice que es malo porque la siesta tiene que tener unas características determinadas para que sea buena. Para empezar, tiene que ser corta», expone Nuria Roure. Generalmente, los expertos en sueño recomiendan entre 20-30 minutos: «No más. Es el tiempo necesario para que entremos en una fase del sueño superficial pero sin entrar al sueño profundo, y es muy reparadora para poder pasar mejor la tarde y que esta sea más relajada, con mayor capacidad de concentración y rendimiento en el trabajo, llegando mejor a la noche y así que el sueño sea de mayor calidad».
El problema cuando hacemos una siesta es que no controlamos el tiempo que invertimos en ella... «Si la hacemos más larga ya entramos en sueño profundo y tenemos esa sensación de despertarmos de una resaca y con malestar. Cuando entramos en sueño profundo es tiempo que perdemos del sueño de por la noche», señala la experta, que añade que además del tiempo de duración de la siesta, «hay que prestar atención al tiempo en el que se hace ya que no se aconseja hacerla más allá de las cuatro de la tarde» porque si no no tenemos suficiente presión del sueño cuando nos vamos a la cama por la noche.
«Recomiendo que los niños duerman la siesta así como los adultos mayores. Cuando nos hacemos más mayores nuestra estructura del sueño cambia, es decir, no estamos tanto tiempo en el profundo, aunque necesitamos dormir las mismas horas, este sueño no es tan profundo. Necesitamos entre siete y ocho horas y los ancianos quizá un poco menos. De hecho, es típico ver a los ancianos hacer siestas después de comer, que son muy saludables. También deberían recurrir a ellas quienes por su trabajo van más cortitos de sueño por la noche o quienes tienen alteraciones, como personas con síndrome de apnea del sueño », indica la psicóloga.
Como ya sabemos, durmiendo reducimos el estrés , y la siesta disminuye también la tensión arterial, equilibra nuestro estado de ánimo, y son muchos los beneficios que nos aporta. «La siesta es un lujo para muchas personas pero se ha visto que quienes lo realizan tienen una vida más longeva», concluye Nuria Roure. Japón, por ejemplo, tiene una de las poblaciones más longevas del mundo por practicar la siesta.