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Psicología

Si odias la Navidad, tienes un talento psicológico que no conoces

El uso estratégico de las fortalezas personales permite sentirse más auténtico y disfrutar más de lo que se vive y de las actividades que se realizan

Algunas personas odian la Navidad Adobe Stock
Raquel Alcolea

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Si estás leyendo este artículo pero lo haces con cierto reparo, pues piensas que vamos a intentar convencerte de que dejes de odiar la Navidad, no te preocupes porque ese no es el objetivo. De hecho, lo más probable es que vivas un cierto hartazgo cada vez que alguien te dice cosas como « ¿Por qué no te gusta la Navidad? Si es una fecha bonita y es el momento ideal para ver a las personas que no sueles ver con frecuencia o de hacer algo bueno por los demás...». Pero a ti no te convencen pues ni piensas que sea una fecha bonita sino una invención de los centros comerciales para que gastemos dinero, ni tampoco crees que sea una oportunidad para ver a alguien a quien hace tiempo que no ves. Y en parte tienes razón pues, como argumenta la directora y fundadora del Instituto Europeo de Psicología Positiva, las navidades tienen un gran componente consumista y además nos hace sentirnos obligados a ser amables y agradables cuando en realidad no nos apetece.

Lo más probable, según explica la experta, es que seas una de esas personas a las que se le da especialmente bien analizar y detectar el lado oscuro de las cosas . «¿Alguna vez te has preguntado por qué te resulta sencillo analizar las cosa y no darlas por sentado?», pregunta. La razón es, según cuenta Dafne Cataluña, es que poseas una fortaleza psicológica que en psicología positiva se denomina «Análisis». «Esta fortaleza caracteriza a aquellas personas que se toman su tiempo antes de actuar, que evalúan la información y que generan un pensamiento crítico», aclara.

Esta habilidad puede ser útil cuando te planteas, por ejemplo, un cambio importante en tu vida, pues eres capaz de analizar los pros y los contras con detalle, estudiar los efectos a medio y largo plazo y dar el paso solo cuando los datos objetivos te digan cuál es la mejor decisión.

Pero también es cierto, tal como alerta la psicóloga, que otro de los efectos de esa capacidad analítica es que a veces cuesta disfrutar plenamente de las cosas desde la simplicidad , pues lo habitual es que tiendas a dar tres vueltas y media a cada cosa que pase por tu cabeza.

Cómo sacar lo mejor de la Navidad

¿Qué pasaría si no te dejases llevar por el impulso consumista ni por el «buenrollismo» pero lograses encontrar la fórmula para beneficiarte personalmente de esta época del año? La fundadora del Instituto Europeo de Psicología Positiva cree que es posible que logres sacar lo mejor de la Navidad «para ti» si combinas tu fortaleza psicológica, el «análisis», con otra fortaleza, la «curiosidad».

Para lograr esta combinación la experta propone preguntarse qué puede tener esta época que te resulte atractivo y qué puedes hacer en estas fechas para que sientas que han sido productivas. El reto está en analizar, sí, pero con el objetivo de encontrar opciones que te permitan obtener un resultado de la Navidad con el que te sientas identificado.

Y para conseguirlo la clave está, según aclara Dafne Cataluña, en saber que para combinar eficazmente las fortalezas del análisis y la curiosidad no hay que dejarse llevar por el sesgo de la « confirmación ». Este sesgo, tal como explica, es un atajo que toma el cerebro para economizar el tiempo que dedicamos a pensar sobre algunas cosas, de modo que tendemos a buscar, interpretar y recordar la información que confirma nuestra hipótesis de partida . Y para que lo entendamos en el contexto del que estamos hablando pone un ejemplo: «Si mi hipótesis de partida es que la gente en Navidad es más amable de forma forzada, mi cerebro buscará todos los detalles que encuentra que corroboren lo que pienso, de modo que no dejo espacio para percibir otros detalles que sean contrarios a esta hipótesis».

Y ahora es donde viene el «trabajo de campo» y el ejercicio que la experta propone para sacar el máximo partido a la Navidad. Lo primero que debemos hacer es «cazar el sesgo» pues aunque muchas veces lo hacemos de forma automática, es posible analizar qué tipo de frases solemos decirnos a nosotros mismos cuando confirmamos nuestra hipótesis. Por ejemplo, ante la frase «mira qué sonrisa más forzada tiene el dependiente porque es Navidad», la psicóloga aconseja atender a los detalles para analizar con la mente abierta qué es lo que te ha llevado a pensar eso y así generar otras posibles hipótesis que lo expliquen. Así, en el caso de la sonrisa del dependiente, caben otras valoraciones como: «puede ser porque quiere caerme bien», o «puede que esté cansado y quiera ser agradable» o incluso «puede que le hayan obligado a atender siempre con una sonrisa».

Como afirma Dafne Cataluña este proceso puede ayudarte pues contemplar diferentes posibilidades ante esos detalles que sueles interpretar de forma negativa, te ayudará a ser más objetivo, más creativo y además contribuirá a que no te dejes llevar por el sesgo de la confirmación.

Por último la experta asegura que el uso estratégico de las fortalezas personales ayuda a ser más efectivos, más creativoas y a plantear objetivos de forma más realista, además de que contribuyea a que las personas se sientan más auténticas y disfruten más de lo que hagan.

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