Coaching
Los nueve hábitos de la mente eficaz
En «Liderazgo brain-friendly», el economista Juan Carlos Cubeiro habla sobre cómo sacarle partido a nuestro líder interior
M. Alcaraz
Cuando se habla de liderazgo podemos referirnos a varias cosas. Puede que nos refiramos a aquello que se busca tanto en las empresas, a un liderazgo que suponga hacernos dueños de nosotros mismos, o el liderazgo entendido como el impulso que necesitan muchos ... para avanzar.
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Lo que tiene claro Juan Carlos Cubeiro, Talent Master, y experto talento, liderazgo y coaching ejecutivo es que «el liderazgo está dentro de todos nosotros». Ahora, junto a Silvia Damiano, científica y especialista en neuroliderazgo, publica «Liderazgo brain-friendly» (Plataforma Editorial), un libro en el que exploran este concepto, y cómo hay personas capaces de sacar mayor partido a su predisposición genética para liderar y lograr que su cerebro sea su aliado y no su enemigo . Hablamos en ABC Bienestar con el autor sobre qué este tipo de liderazgo, qué plan de acción podemos seguir y, en definitiva, cómo sacarle el máximo partido a nuestro cerebro.
¿A qué llamamos exactamente una «mente eficaz»?
Llamamos una mente eficaz a la que está funcionando de una manera óptima. El cerebro es el órgano más fascinante del universo y la mente es la idea que le hemos dado a utilizar la consciencia a pleno rendimiento. Por eso, un liderazgo Brain-Friendly, neurosaludable, es el de los hábitos de una mente que nos hace estar sanos y felices.
¿Qué es, entonces, lo que llamáis liderazgo Brain-Friendly?
Es el liderazgo de los nuevos tiempos, el de las personas responsables de sí mismas, con un sistema inmune fortalecido que parte de un cerebro bien utilizado. Algo imprescindible cuando, según las investigaciones, entre el 60% y el 80% de las personas puede sufrir problemas de salud mental: ansiedad, depresión, angustia.
¿Todo el mundo puede encontrar un líder dentro?
El liderazgo es un tipo de talento, el de influir decisivamente en los demás desde la credibilidad y el ejemplo cotidiano. Si de verdad quiere y se lo trabaja, todo el mundo puede liderarse a sí mismo desde la libertad, la responsabilidad, el autoconocimiento y el desarrollo.
Si queremos empezar a atesorar ese liderazgo interior, ¿Cuáles deben ser nuestros primeros pasos?
Efectivamente, el liderazgo interior es un tesoro al que no debemos renunciar. Para ello, primero hay que practicar el autoconocimiento a través de la reflexión: conocer los nueve hábitos de los que hablamos en el libro, y ver en cuáles tenemos fortalezas y oportunidades de mejora. Después, debemos pasar a la acción para mantener los puntos fuertes y aprovechar las oportunidades.
¿Cuáles son esos nueve hábitos de la mente eficaz?
Los podemos dividir en tres grupos. Encontramos los hábitos de dirección, que son: activar el propósito, el para qué y el sentido para inspirarnos personalmente e inspirar a los demás; elegir lo que pensamos, una idea cada vez; y visualizar lo que queremos conseguir, desde la imaginación y las expectativas.
En segundo lugar, encontramos los hábitos de cuidado, que son: relajar la mente a través del mindfulness, porque el estrés negativo (distrés) ataca al cerebro y lo destruye materialmente; alimentar bien el cerebro; y practicar el ejercicio adecuado, porque la vida sedentaria nos perjudica considerablemente.
Por último, están los hábitos de desarrollo, que son: conversar con personas tónicas y deshacernos de las tóxicas, porque los tóxicos nos vampirizan; contagiarnos del op
timismo inteligente, puesto que el optimismo beneficia a nuestro cerebro y el pesimismo lo perjudica.; y aprender continuamente, leyendo con frecuencia, pensando, ampliando nuestro conocimiento y forjando nuestro carácter.
Que nos ayuden en los cambios es esencial pero, ¿Qué papel jugamos nosotros mismos, y nuestro diálogo interior, en esta transformación?
Nuestro diálogo interior es muy importante. Recordemos que nuestra actitud y nuestra postura ante la vida se compone de lenguaje, de gestión de las emociones propias y ajenas, lo que es la inteligencia emocional, y de presencia, es decir: la comunicación no verbal.
¿Es importante el lenguaje que utilizamos para hablar con nosotros mismos?
El lenguaje nunca es neutro: o nos beneficia o nos perjudica. Hemos de ser muy conscientes del lenguaje que empleamos. Como insiste mi buen amigo Luis Castellanos, especialista en la ciencia del lenguaje positivo, lo que nos contamos y cómo lo hacemos influye en la salud, en el bienestar y en la felicidad.
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