Lo que no hay que decirle a alguien que sufre depresión

Por tanto, hay que aceptar, en primer lugar, que alguien a quien queremos sufre depresión. Después, tal como indica Lucía Feito, psicóloga en Instituto Cláritas, es importante que no ocultemos nuestra preocupación por él o nuestro apoyo, ya que es bastante común que muchos de nosotros en ocasiones «por no agobiar» no mostremos nuestro apoyo: «En otras palabras, es de vital importancia que la persona se sienta acompañada y no sienta que está sola ya que hay que evitar que quienes tienen depresión se aíslen porque les cuesta más realizar actividades que antes disfrutaban».

Como ya hemos dicho, hay que aceptar esa depresión . Tal como señala la psicóloga, a nadie nos gusta ver sufrir a las personas que queremos, pero cuando estas patologías se presentan en nuestras vidas, bien sea de manera directa o indirecta, «debemos aceptar que hay cosas en nuestra relación que van a cambiar, que será un proceso lento y que no debemos tener reacciones extremas como por ejemplo al principio tener una amabilidad desmesurada para meses más tarde retirar nuestro apoyo porque estamos agitados. Debemos saber gestionar nuestra energía de un modo adecuado».

Esto, como todo, en su justa medida: «No es cuestión de agobiar o responsabilizarnos más de lo que nos corresponde, pues podemos irnos al extremo contrario y hacer que la persona se sienta culpable. Por otro lado, no le exijamos... Es fundamental que se sienta comprendido por nosotros, «que vea que empatizamos y que no se sienta responsable de lo que le ocurre, ya que es un pensamiento bastante común el de creer que se tiene depresión por haber hecho algo mal».

Por otro lado, es de suma importancia que no restemos, minimicemos o devaluamos lo que le está ocurriendo, lo que sienta, lo que piensa y reforcemos las pequeños logros o actividades que va consiguiendo. «Uno de los principales rasgos de las personas con depresión es la autoexigencia y el perfeccionismo, y debemos ser capaces de valorar y reforzar aquellas cosas buenas de ellos mismos ya que ellos no lo pueden ver, y nosotros en nuestro deseo por su completa recuperación, con la mejor de nuestras intenciones, podemos caer en la trampa de reforzar esta exigencia», asegura Lucía Feito, de Instituto Psicólogo Cláritas .

La paciencia, además, va a ser tu gran aliada. Se trata de un proceso de recuperación largo y tedioso, y no siempre se recupera de manera rápida, así que confiemos en los recursos de apoyo, como la terapia, que, aunque cueste y a veces sea lento, es necesario para que la persona con depresión desarrolle estrategias y recursos para seguir adelante y no volver a caer de nuevo en este proceso.

«Cuando tengamos claro y aceptemos lo que está sucediendo es importante ayudar a la persona a reconocer y hacerle ver lo que le está ocurriendo, es bastante frecuente que la persona no lo vea, o que sienta vergüenza», alerta Lucía Feito, que asegura que «habría que hablarle de nuestra preocupación por él, no señalar constantemente sus síntomas o reacciones, sino hablar desde nuestra preocupaciones y ganas de ayudarle, para que no se sienta señalado». Por otro lado, la psicóloga hace hincapié en la importancia de explicar que «la depresión es un trastorno mental», y hay que ponerse en manos de profesionales: «Es importante desmitificarlo y normalizarlo como cualquier otro problema de salud». Por último, mostrarle nuestro apoyo, ayudarle a trazar un plan de acción, buscar un profesional, ser parte de la solución, acudir a sesiones familiares o de pareja y acompañarle a consulta son otras de las cosas que podemos hacer.

Tal como comenta Elena Carpio, psicóloga del Hospital Vithas Medimar, estos son algunos aspectos a tener en cuenta también:

- Negar que la persona se encuentre así, es decir, tratar de hacer como si no pasase nada.

- Pronunciar «frases hechas» sin escuchar de verdad. «Decir a la otra persona cómo se debería sentir», por ejemplo, no ayuda en nada, tal como dice Elena Carpio.

- Enfadarnos y mostrar nuestro enfado con la persona porque «no mejora» o la recuperación es «muy lenta».

- Presionar, empujar para que realice más cosas de las que puede.