Psicología
Microgordofobias: así son los sutiles prejuicios contra los kilos de más
Ansiedad, depresión y TCA son los problemas más frecuentes en las víctimas de este sesgo de normatividad corporal
M. González
Una fobia es un miedo abrumador y debilitante a un objeto, lugar, situación, sentimiento o animal. Por tanto, las fobias son más pronunciadas que los miedos y son tan libres que cualquier ser humano puede tener una. Es más, las que a veces nos ... parecen más crueles son las que más repiten...
Según la Encuesta europea de salud en España, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un 16,5 % de hombres y un 15,5 % de mujeres mayores de 18 años sufren obesidad . Esta cifra se eleva a un 44,9 % y un 30,6 % respectivamente si hablamos de sobrepeso. En el segmento de la población joven, un 6,6 % de la franja de entre 16 y 30 años padece obesidad y un 18,2 % sufre sobrepeso, según datos de la Sociedad Española de Obesidad. Los datos sobre el exceso de peso asociado a la salud física son abundantes. Sin embargo, no hay tanta información en lo que compete a la salud mental. Una persona con kilos de más corre el peligro de «sentirse menos válida y, por tanto, menos merecedora de afecto, oportunidades o respeto», explica Amalia Gordóvil Merino, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Por gordofobia se entiende el sesgo que se aplica a las personas que no entran en los estándares sociales de normatividad corporal. Es un término que se acuñó en 1984 a raíz de un estudio llevado a cabo en Estados Unidos y publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de este país. Desde este 2022, el hasta ahora conocido como Día Mundial de la Lucha contra la Obesidad ha pasado a denominarse Día Mundial contra la Gordofobia. Entre otras cosas, porque el sobrepeso afecta no solo al cuerpo, sino también a la mente. Sin embargo, como en cualquier sesgo, bajo las formas de rechazo más evidentes, se encuentra el caldo de cultivo que sustenta la gordofobia con prácticas socialmente legitimadas: las microgordofobias .
Prejuicios en torno a estar gordo
En primer lugar, encontramos los insultos, el acoso, la dificultad para relacionarse o los problemas mentales derivados del estigma que conlleva el sobrepeso. Pero, además, las personas con sobrepeso se enfrentan también a sutiles signos de gordofobia, lo que podríamos llamar microgordofobias. Amalia Gordóvil y Ferran Giménez, sociólogo y profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, citan algunos de los prejuicios más extendidos:
- Las personas obesas no resultan atractivas.
- No tienen una vida sexual activa.
- No tienen éxito en lo personal o en lo laboral.
- Todos los que tienen sobrepeso se alimentan mal o tienen malos hábitos de salud.
- Son vagos y no se esfuerzan.
- Están así porque quieren.
- La propia palabra gordo o gorda tiene un tinte peyorativo: no es una característica, sino un insulto.
En los hombres, ser gordo se asocia a ser gracioso; en las mujeres, está asociado a ser mala.
En las redes sociales es común ver a gente afirmando que una mujer con kilos de más en bikini dentro de una campaña publicitaria fomenta la obesidad. Si aparece una pareja en la que un miembro tiene un cuerpo normativo y el otro tiene sobrepeso, los comentarios se dirigen hacia las habilidades ocultas o la arrolladora personalidad de quien no cumple los estándares de belleza. Aunque empieza a haber movimientos de concienciación social, aún vivimos en una sociedad que promueve un patrón único de belleza «en el que parece que la única manera de encajar socialmente es teniendo un cuerpo normativo», indica Amalia Gordóvil.
La adolescencia, una etapa crítica
Aunque, como indica Gordóvil, hay «personas muy resilientes o que han hecho un buen trabajo para sobrevivir a tales injusticias», la adolescencia es un periodo crítico en lo que a gordofobia se refiere. Por una parte, los adolescentes con sobrepeso «se sienten cuestionados en cuanto a sus hábitos de consumo, algo que interiorizan y que ataca a su autoestima y confianza», comenta Giménez. Por otra, la necesidad de pertenencia al grupo —tan necesaria en este tramo de edad—, sumada a la continua exposición en redes sociales, hace que la gordofobia lo impregne todo y las consecuencias puedan ir desde apartarse de esos jóvenes hasta hacerles la vida imposible en WhatsApp o Instagram. «Un niño o un adolescente puede insultar a una persona gorda, si así lo ha escuchado en casa o en su serie favorita. Y los que no lo hagan quizá optarán por alejarse de la persona gorda de la clase para que no los relacionen con ella», concluye Gordóvil.
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