Luis Enrique, rendido al estoicismo: los preceptos de una filosofía para personas de acción

Precisamente una «persona de acción» como es Luis Enrique , entrenador de la selección española en el Mundial de Qatar, ha manifestado recientemente a través de uno de sus 'streaming' o directos en Twitch su interés por esta filosofía asegurando que está «completamente obsesionado con leer a los clásicos estoicos y con todo lo que tiene que ver con el estoicismo» y que a menudo apunta en su libreta ideas que se transmiten en esos textos porque cree que pueden ayudar a los jugadores. Sin embargo es cierto que, tal como apuntó Luis Enrique en su disertación, a menudo se confunden las ideas cuando se habla de estoicismo pues se tacha a los estoicos de no tener sentimientos y eso, según explican los expertos, no es acorde con la realidad de este pensamiento. «Es importante informarse bien», aconsejó Luis Enrique durante su directo.

Uno de los malentendidos más comunes cuando se escucha la palabra 'estoico' es pensar en gente seria, que no siente emoción , que no se perturba por nada y a la que todo le da igual, pero el estoicismo no es eso. Aunque los filósofos estoicos sí que mostraban una actitud serena e impasible , se comportaban de ese modo solo ante los hechos que no estaban bajo su control. Eso sí, a la hora de actuar ante aquellos que sí que dependían de su actuación, lo hacían con rectitud .

Por tanto el estoicismo, como aclara el autor de 'Siempre en pie', es una filosofía para aprender a lidiar las adversidades con serenidad , a navegar en un mundo que está fuera de nuestro control , a actuar con templanza y con sabiduría , a dejar de perder los papeles con frecuencia y a procurar no vivir con el piloto automático la mayor partel tiempo. «Los estoicos te enseñarán que tener presente la muerte a diario es la mejor estrategia para dejar de procrastinar», asegura.

Para entender lo que es el estoicismo el autor aporta una respuesta formal: es una filosofía helenística fundada en Atenas en el año 301 a. C. por Zenón de Citio , quien impartía sus lecciones en la 'stoa', el pórtico pintado del Ágora. De ahí, por tanto, es de donde toma el nombre de estoicismo. Y desde ese origen y a través de los textos conservados de autores como Marco Aurelio, Séneca y Epicteto han llegado los preceptos de esta filosofía hasta nuestros días.

La principal característica del estoicismo, como revela García, es que es práctica pues, al contrario de lo que sucede con otras filosofías de vida, no trata de entender el origen de las cosas sino de su aplicación en la vida. Sus pensadores de referencia creían que de nada servía todo ese conocimiento si no nos ayudaba a vivir mejor. En esencia, pues, el estoicismo consiste en dejar de creer que la felicidad se encuentra en las cosas y en darnos cuenta de que la felicidad radica en llevar una vida virtuosa . Sin esperar nada a cambio.

Y aquí cabe recordar, hablando de vidas virtuosas, cuáles son las principales virtudes estoicas: sabiduría práctica (o prudencia), justicia (o bondad, compasión, empatía), coraje (fortaleza), templanza o moderación (autocontrol). Aunque lo cierto es que todas ellas entroncan con la necesidad de aplicar la sabiduría práctica: no puedes saber lo que es la valentía si no sabes lo que es el miedo.

Para el autor existen varias razones por las que el estoicismo está en vigor ahora más que nunca:

La primera es que la naturaleza del ser humano no ha cambiado . «A pesar de que hemos hecho increíbles avances en biología, química, matemáticas o física, de que podemos ir a la otra punta del planeta en 24 horas cuando antes se tardaban años,d e que hemos llegado a la Luna y de que todo parece ndicar que en unos años lo haremos a Marte, la naturaleza del ser humano no ha cambiado. Seguimos teniendo deseos, miedos, anhelos, preocupaciones, ambiciones y envidias», precisa en su libro.

El segundo factor es la aparición de nuevas ramas de la psicología pues, tal como revela, entre las décadas de los cincuenta y los sesenta, psicólogos como Albert Ellis, John B. Watson o Aaron T. Beck desarrollaron la terapia cognitivo-conductual, que tiene gran parte de sus fundamentos filosóficos del estoicismo. Un tipo de terapia, por cierto, con la que trabaja el psicólogo de la selección española de fútbol, Joaquín Valdés, tal como también explicó durante una entrevista que mantuvo con Luis Enrique en uno de sus directos de Twitch.

La cuestión sobre este punto, como precisa Pepe García, es que a medida que se profundizó en esta rama de la psicología surgieron otras subclases como la terapia de aceptación y compromiso o la terapia racional emotivo-conductual, que directamente reconoce la influencia de otros dos referentes del estoicismo, Epicteto y Marco Aurelio .

Y la tercera razón tiene que ver con la reciente proliferación de autores y la capacidad de autopublicación de libros y manuales, así como la explosión de la divulgación a través de la creación de internet o las redes sociales ya que esto ha eliminado muchas barreras de entrada a nuevas vías de difusión de contenido y, de alguna manera, también ha contribuido a que muchos de estos potentes mensajes que defienden los estoicos se conviertan en frases virales y referentes de vida.