Esto es lo que pasa si se duerme con el aire acondicionado encendido

Exponerse de forma continua al aire frío puede dar lugar a molestias como dolores de cabeza o incluso problemas respiratorios

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Esto es lo que pasa si se duerme con el aire acondicionado encendido

M. A.

23/07/2021
Actualizado 29/07/2021 a las 12:32h.

No te vamos a hablar del precio de la luz ni de lo que puede suponer para tu bolsillo dormir con el aire acondicionado encendido, pero sí del efecto que puede causar en tu salud. Es cierto que estos días en los que el ... calor aprieta todo aquel que tenga un climatizador en casa puede considerarse más que afortunado y también es verdad que mantener una temperatura fresca aumenta el bienestar y hasta mejora el estado de ánimo. Sin embargo, el uso que se hace de los aparatos de frío no siempre es correcto ni tampoco contribuye siempre a garantizar el bienestar o a proteger la salud. De hecho, tal como explica el doctor Robert Téllez, especialista en Medicina General e internista en Vithas Granada, si se sobrepasa el nivel de exposición y la temperatura, el uso del aire acondicionado puede tener contraindicaciones y provocar dolencias y malestares como cefalea y migraña , ojo seco , deshidratación , problemas respiratorios , piel seca, y contracturas musculares.

Es mejor optar por un ventilador

Aunque nos cueste dormir a causa del calor, los expertos alertan de que si hacemos una exposición continuada a bajas temperaturas debemos tener ciertas precauciones. «Debemos hacer un uso racional del equipo en cuanto al número de horas en funcionamiento, la temperatura y la potencia. No es recomendable utilizarlo más allá de lo necesario para que nos ayude a dormir», indica el doctor Téllez.

Por su parte, la recomendación del doctor Manuel Serrano, jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital la Luz, es dormir con las ventanas abiertas , al menos parcialmente, porque de madrugada cae la temperatura de forma natural y es preferible ese efect a la temperatura del aire acondicionado.

Pero además cabe destacar que son muchas las personas que no disponen de un aparato de aire acondicionado en el hogar y pasan el verano pegados al ventilador. ¿Esa opción es mejor o peor que la del aire acondicionado? Según explica el doctor Serrano el uso del ventilador es preferible al de la climatización siempre que no recibamos el impacto directo del ventilador. «Si se utiliza en lugares limpios es más recomendable su uso frente al aire acondicionado porque tiene menos efectos secundarios», apunta el doctor Téllez. Como recomendación general, al utilizar el ventilador es mejor que mantenga una oscilación para que así resulte posible ventilar toda la estancia.

¿A quién afecta más el mal uso del aire?

Algunas personas tienen más riesgo de sufrir problemas de salud por el uso incorrecto del aire acondicionado. Es el caso de las personas con problemas respiratorios, los asmáticos o las personas que sufren algún tipo de alergia o tienen EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). También pueden sufrir los efectos de un modo más pronunciado aquellos que padezcan dolores óseos o musculares, reúma o contracturas.

Para evitar los riesgos es importante tener en cuenta que la temperatura óptima para el aire acondicionado debe situarse en 24 o 25 grados, según indica el doctor Serrano, que advierte no obstante que, en el caso de que el frío incida sobre nosotros de forma directa y la potencia del «chorro» de aire sea alta habrá que tener en cuenta que el enfriamiento es superior a la temperatura señalada. Por su parte, el doctor Téllez recuerda que también tendremos que tener en cuenta cuál es la temperatura que tenemos en el exterior, pues si se produce un cambio brusco corremos más riesgo de padecer infecciones catarrales.

La temperatura ideal en el dormitorio

Según la Fundación del Sueño, la temperatura ideal del dormitorio es de aproximadamente 18,3 grados centígrados, mientras que la mayoría de los médicos sugieren ajustarla entre 15,6°C y 19,4°C para lograr un sueño de calidad. La mayoría de los adultos se sienten más cómodos durmiendo entre los 15°C y los 22°C. Sin embargo, la temperatura óptima para las personas mayores se sitúa entre los 19°C y los 21°C. En el caso de los bebés, para que logren un sueño óptimo y sin interrupciones, se sugiere mantener una temperatura ambiente algo más fresca, entre 18°C y 21°C.

Renuevas el aire de la habitación antes de acostarse: ventilar a fondo abriendo las ventanas un rato antes de ir a dormir
Usas ropa de cama adecuada: algodón o lino permiten que la piel transpire sin mojar la sábana.
Cenas pronto y ligero: sopas frías, ensaladas, fruta o pescado a la plancha son buenas opciones.
Evitas alcohol, café y té: segregan cortisol, una hormona asociada al estrés que dificulta la conciliación del sueño.
Evitas el ejercicio intenso: la práctica nocturna de ejercicio físico aumenta la temperatura corporal.
Te das una ducha caliente o tibia antes de acostarte: evita el agua fría porque su efecto dura poco y hace que el organismo se reactive para regular la temperatura.

Mantener una temperatura ideal en el dormitorio de unos 18 grados centígrados es lo ideal para lograr el mejor sueño, según los expertos. Es cierto que los dispositivos como los sistemas de aire acondicionado y los ventiladores pueden ayudar a mantenerla, aunque también es importante tener en cuenta los citados efectos negativos que pueden tener estos dispositivos. Tal como aconseja aconseja la Dra. Verena Senn, Neurobióloga y Responsable de la Investigación sobre el Sueño en Emma The Sleep Company mantener la temperatura corporal central fresca mediante una ducha caliente antes de acostarse nos permite eliminar el exceso de calor corporal, lo que a su vez facilita el sueño.