Cómo descubrir tu talento innato a través de la teoría de los geniotipos

Tal como explica, el talento o el propósito de vida es aquello que, al hacerlo, nos hace felices, nos conecta con el alma y, de alguna manera, resuena con nosotros de forma natural. «Puede ser algo que se nos dé bien y a otras personas les resulte complicado o puede ser algo con lo que disfrutemos tanto y nos haga sentirnos tan plenos o tan llenos que al hacerlo perdamos la noción del tiempo», explica.

Uno de los errores que solemos cometer con aquello que se nos da bien es que no lo valoramos pues, como es algo que no nos cuesta y que además nos hace disfrutar, en realidad no nos parece digno de ser calificado como «talento». Esto sucede, según explica el autor, porque al intentar identificar nuestro talento confundimos la intelectualidad con la inteligencia . «El talento forma parte de la inteligencia innata y, si lo reducimos al pensamiento o al intelecto, pierde su autenticidad y su esencia», aclara.

La clave, por tanto, es que el talento ha de surgir del corazón no de la mente ni de la razón. «Si no, ¿cómo pudo crear Edison la bombilla si racionalmente y mentalmente ese concepto no existía? El concepto que no existe nace de algo que se siente, de algo que surge del corazón, que es la puerta de entrada al origen de lo que eres», argumenta Estruch.

Puede llegar un momento en la vida en el que nos resulte más fácil saber a quién nos queremos parecer que saber quiénes queremos ser. Y eso sucede, según revela el autor de 'Geniotipo' cuando, para vivir en esta sociedad y seguir sus consignas, buscamos respuestas en lo que hacen los otros para imitarles, en lugar de averiguar quiénes somos. «Cuando nos dedicamos a lo que sentimos, a lo que nos dicta el corazón, dejamos de ser una copia vulgar, dejamos de imitar a los demás y empezamos a ser nosotros mismos. Los seres humanos somos, no pensamos que somos», aclara.

El autor defiende, por tanto, que necesitamos hacer nada especial para convertirnos en un genio, pues solo tenemos que descubrir y alimentar lo que ya somos . Para ello propone usar el 'geniotipo', una herramienta de autoconocimiento que, según afirma, indica la forma de energía en la que nos expresamos y permite ordenar la mente desde el corazón. «Conocer tu geniotipo te ayudará a desbloquear y a hacer fluir tu don, soltando prejuicios heredados y protegiéndote, a la vez, de tu propio lado de sombra», asegura.

Con respecto a ese lado de sombra el experto aclara que surge cuando no se conocen bien las capacidades innatas y dejamos que la mente domine al corazón.

Estruch divide su obra en los nueve geniotipos: infinito, cuadrado, elipse, triángulo, círculo, rectángulo, pentágono, rombo y estrella . Hacemos un repaso esquemático de algunas de las claves que definen a estos perfiles, si bien el autor invita a realizar los cuestionarios orientativos que permiten aceptar o descartar la pertenencia a cada uno de los geniotipos'.

También hay que tener en cuenta que todo geniotipo tiene su lado de sombra, que surge cuando no ordenas tu vida a través del corazón, sino de la mente. Si no conoces esas capacidades innatas haces una adaptación mental para sobrellevar eso. Un ejemplo: si mi cerebro está preparado para tener una actividad artística, pero me dedico a hacer una actividad de oficina, estaré haciendo que mis neuronas focales, de atención sostenida, se esfuercen para hacer esas tareas administrativas. Pero en realidad mi capacidad tiene que ver con la creación. Tarde o temprano esta descompensación me puede hacer enfermar.

Son maestros de vida. Su propósito es educar y mostrar caminos. Acompañan al prójimo para que pueda dar lo mejor de sí mismo. Su capacidad incluye plantearse cosas desde la mente y la observación para que le conteste el corazón. Esa persona encuentra su propósito de vida en esa búsqueda de respuestas.

Ordenados y meticulosos, son grandes gestores y ayudan a que el mundo funcione y no entre en el caos. La capacidad neuronal creativa de estas personas se llama 'analítica'. Pueden gestionar grandes grupos y sus capacidades suelen tener que ver con la focalización y la fortaleza mental.

Creadores de sueños, alimentan la imaginación de los demás, proporcionan y aportan al entorno sus aportaciones de belleza estética, plástica y fantasía. Su capacidad neuronal les pide que sean totalmente libres de modo que puedan desarrollar esa creatividad cómo y cuando quieran. El hecho de que vivamos en una sociedad que no potencie la creatividad, ni la premie hace que estas personas sufran mucho.

Empáticos por naturaleza, son dialogantes y tienen el don de transmitir confianza a un gran número de personas. Es el único que tiene de forma innata las tres capacidades: la intuitiva, la artística y la analítica. Son sumamente inteligentes y pueden ver las cosas desde muy distintos ángulos o prismas. Pueden escuchar y ofrecer soluciones acordes a las necesidades de otras personas.

Su gran baza es la intuición, se rigen por las corazonadas y suelen mostrar amor incondicional. Les gusta ayudar a los demás. Existe una creatividad dentro de su cerebro que se llama «intuitiva-intrínseca». Su talento innato es conectar con el corazón y ser capaces de crear algo que mejore la vida de los demás.

Aquí prima el esfuerzo, el trabajo continuo, la constancia y la austeridad, de modo que con una existencia sencilla, pueden vivir con rigor y felicidad. Son los grandes «segundos de a bordo». Son personas humildes, que se suelen inclinar por trabajos de apoyo y de servicio. Facilitan la vida a los demás y son absolutamente necesarios.

Son solucionadores , su talento se orienta a curar y a solucionar problemas. Científicos e investigadores innatos tienen una gran capacidad intelectual. Tienen muchos recursos y suelen ser muy cultos de modo que intentan proporcionar ayuda a través de la ciencia.

Se suelen interesar y se suelen ocupar de lo trascendente y de lo esotérico. Su gran capacidad es la intuición por tanto puede ver más allá de lo que puedes percibir. Pueden captar las emociones y las sienten intensamente y cuando las trabajan pueden acompañar a otras personas a entender esas emociones. Son especialistas en llegar al inconsciente y les gusta explorar a esas capas profundas a las que no a todos nos gusta llegar.

Es la marca del genio innato . Como cualquier otra persona nace con un talento innato pero en su caso no le hace falta supeditarse al desarrollo o a la evolución sino que desde la infancia ya es más que patente ese talento. De la buena o mala gestión de ese talento dependerá que acaben como un juguete roto o que iluminen el mundo.

Por último el autor recuerda que al talento le importa poco la personalidad, o el lugar en el que has nacido o cuáles son las circunstancias externas. «Tenemos que dejar de excusarnos con cuestiones relacionadas con el entorno y darnos cuenta de que el talento está dentro de nosotros y que si usamos el corazón, ordenaremos nuestra mente y sacaremos a la luz nuestras aptitudes innatas», aconseja.