Asertividad: así afecta a tu mente decir 'sí a todo' por miedo al rechazo

Pero la realidad es diferente. Cuando aprendemos a poner límites y comenzamos a decir que 'no', lo que ocurre es que los demás comienzan a respetarnos . La clave es aprender a comunicarnos desde la asertividad , es decir, aprender a respetar nuestros derechos sin pisar los derechos de los demás. De esta manera, comenzamos a educar a los demás sobre cómo merecemos ser tratados.

Cuando no lo hacemos, corremos el riesgo de dejar de lado nuestros deseos. Adoptamos una actitud pasiva y comenzamos a tratar de satisfacer los deseos de los demás, dejándonos a nosotros de lado completamente. Esto, poco a poco, nos va separando de quienes somos, lo que cada día que pasa nos va haciendo más infelices.

Además, en ocasiones, cuando llevamos mucho tiempo en el plano pasivo y estamos quemados, llegamos a saltar cuando menos se lo espera nuestro interlocutor a un estilo de comunicación agresivo para defender nuestros derechos, pero pisando los de los demás.

Cuando incorporamos a nuestra vida un estilo de comunicación asertivo, no solamente vemos cómo mejoran nuestras relaciones sociales, sino que además este cambio suele ir acompañado por un incremento en la autoestima y el concepto que tenemos de nosotros mismos.

La asertividad es una herramienta tremendamente útil para no caer en las oscuras redes de la manipulación emocional . Al final las únicas personas que se van a molestar de que comencemos a poner límites son aquellas que se están aprovechando de esa ausencia de límites.