Psicología

¿Te adaptas a los cambios? Este es el tiempo máximo que debes darte

Algunos cambios desencadenan una respuesta física, emocional, conductual y cognitiva de estrés, y pueden ser percibidos inicialmente tanto de manera negativa como positiva, lo que determinará si se tiene o no un trastorno adaptativo

Qué es el trastorno adaptativo. Adobe Stock

El trastorno adaptativo es una alteración psicológica que aparece en los primeros tres meses tras la experimentación de uno o varios sucesos estresores generalmente asociados al desarrollo habitual del ciclo vital. Explica Graciela Salvador Juan, psicóloga en TherapyChat, que este trastorno se caracteriza, por un lado, por presentar un afrontamiento emocional y conductual disfuncional que se traduce en «un malestar intenso y desproporcionado al hecho acontecido» y, por otro lado, por un deterioro significativo de la calidad de vida de las personas que lo padecen, «afectando a varias áreas vitales importantes».

«Identificar la existencia de este trastorno y trabajar en generar herramientas funcionales de afrontamiento, supondrá a priori la mejora en el bienestar integral y la calidad de vida de los afectados», cuenta.

El trastorno adaptativo se engloba dentro de la categoría de «trastornos relacionados con traumas y factores de estrés», si nos remitimos al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en su quinta edición (DSM-V), y con él nos estamos refiriendo a una alteración que se da en respuesta a uno o varios factores estresores relacionados normalmente con el curso natural del ciclo vital. «Cuando hablamos de factores estresores hacemos referencia a cualquier situación en la que percibimos que la demanda del entorno supera a nuestros recursos para hacerle frente», dice.

Estos factores desencadenan una respuesta física, emocional, conductual y cognitiva de estrés, y pueden ser percibidos inicialmente tanto de manera negativa, como por ejemplo la separación o ruptura de una pareja, la vuelta a la casa de los progenitores, la pérdida de empleo, las dificultades económicas, etc., o como positiva, como independizarse, casarse o mudarse con la pareja, ascender en el puesto de trabajo, convertirse en padre o madre, etc. Estas respuestas suelen darse, como ya hemos dicho, dentro de los tres primeros meses tras el impacto del factor estresante, y no se suelen alargar más allá de los seis meses tras haber finalizado el factor estresante o sus consecuencias.

«Cuando hablamos de factores estresores hacemos referencia a cualquier situación en la que percibimos que la demanda del entorno supera a nuestros recursos para hacerle frente»

Graciela Salvador Juan

Psicóloga

La flexibilidad

Si pensamos en el trastorno adaptativo , automaticamente reflexionamos sobre nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios que la vida nos da, pero es mucho más que eso. En palabras de la psicóloga de Xabier Hernández Oñativia, Doctor en Psicología y Neuropsicólogo de la Clínica CRL y miembro de Top Doctors, la flexibilidad cognitiva es un aspecto clave en la adaptación al contexto: «Vivimos en un contexto cambiante. La tolerancia al cambio permite al sujeto responder de forma más eficaz y eficiente a los acontecimientos. En base a esto, la rigidez o poca flexibilidad en la forma de valorar la realidad (distorsiones cognitivas) nos hace más vulnerables ante los estresores».

Graciela Salvador Juan expone un ejemplo para entenderlo mejor: «Imagínate dos personas que tienen la misma situación. Se han separado de sus parejas y su inestabilidad laboral las obliga a volver a casa de sus padres. A priori, estamos hablando de un suceso desagradable por varios motivos: la separación de la pareja, la inestabilidad laboral, y el hecho de perder su independencia. En esta misma situación, ¿qué hace que una de las personas desarrolle un trastorno adaptativo, o incluso cualquier otro tipo de alteración psicológica, y la otra no?».

«La tolerancia al cambio permite al sujeto responder de forma más eficaz y eficiente a los acontecimientos»

Xabier Hernández Oñativia

Doctor en psicología

Para explicarlo, utilizaremos el modelo de Estrés-Vulnerabilidad-Factores protectores de Liberman: «Según este modelo, las personas 'venimos de fábrica' con una vulnerabilidad genética o innata que nos predispone en mayor o menor medida a padecer determinadas alteraciones psicológicas. Cuando esta vulnerabilidad genética interactúa con el medio en el que vivimos, y este es un medio en el que se dan situaciones estresoras muy intensas y/o frecuentes, las personas tenemos más papeletas para padecer estas alteraciones», indica. Sin embargo, contamos con un escudo que puede amortiguar el impacto de esta situación, que es el de los factores protectores, que hacen frente a los sucesos desagradables, es decir, «hace referencia a la capacidad que tiene nuestro cerebro para adaptarse a este tipo de situaciones, la red de apoyo social, el enfoque en solución de problemas, el pensamiento creativo, o la inteligencia emocional, entre otros».

Subtipos de este trastorno

  • Trastorno adaptativo con estado de ánimo deprimido.

  • Trastorno adaptativo con ansiedad.

  • Trastorno adaptativo mixto con ansiedad y estado de ánimo deprimido.

  • Trastorno adaptativo con alteración de la conducta.

  • Trastorno adaptativo mixto con alteraciones emocionales y conductuales.

  • Trastorno adaptativo sin especificar (otro tipo de síntomas).

Nos daremos cuenta de que padecemos este trastorno, tal como dice el doctor Zabier, cuando la presencia de un acontecimiento estresante –una vez transcurrido el tiempo ya mencionado– sigue generando un malestar intenso afectando y «condicionando significativamente el contexto personal-laboral de la persona»: disminución en las interacciones sociales, un bajo rendimiento laboral, problemas en sueño y alimentación, irritabilidad, etc.

Para Graciela Salvador Juan habría que hacerse las siguientes preguntas:

- ¿He atravesado últimamente alguna situación o situaciones estresantes?

- ¿Llevo mucho tiempo enfrentándome a una situación de estrés sostenido o mantenido en el tiempo por algún hecho concreto?

- ¿He tenido malestar emocional intenso tras el suceso estresante (sintomatología ansioso – depresiva)?

- ¿He tenido una reacción conductual desproporcionada ante el suceso estresante?

- ¿He tenido un deterioro en mis relaciones sociales, en mi rendimiento laboral/académico o en cualquier otra área importante de mi vida?

Cómo dejarlo

Hacer frente al trastorno adaptativo es de vital importancia para mejorar el bienestar integral de la persona y su calidad de vida. Las respuestas emocionales, cognitivas, fisiológicas y conductuales que se dan en esta alteración pueden llegar a ocasionar un intenso sufrimiento y malestar que hay que abordar.

«Lo primero de todo es identificarlo. Si observamos un malestar intenso y desproporcionado ante una situación –duradero en el tiempo– debemos consultarlo con un profesional. En este sentido, es un trastorno frecuente en las consultas de salud mental que puede tratarse a través de diferentes técnicas conductuales», cuenta Xabier Hernández Oñativia.

En el caso de que tengas un diagnóstico profesional de trastorno adaptativo, lo más recomendable, según Graciela Salvador Juan, es hacer terapia psicológica, ya que, si te encuentras en este punto, probablemente sea porque todavía no tienes las herramientas adecuadas para «gestionar de manera funcional las situaciones estresantes», por lo que si sigues afrontando estas situaciones de la misma forma en que lo has hecho hasta ahora, es poco probable que se produzca una mejoría.

Además de tener esto en cuenta, puedes utilizar las siguientes estrategias que propone la psicóloga a la hora de afrontar las situaciones adversas que se presenten:

- Identificar qué factores o situaciones estresoras estás teniendo en tu vida y determinar cuáles de ellas están bajo tu control y cuáles no.

- Gestionar las situaciones que están bajo tu control y buscar qué puedes hacer en las situaciones que no están bajo tu control para sentirte mejor. Por ejemplo, según Graciela Salvador Juan, no podemos controlar encontrar o no trabajo, pero «sí podemos actualizar el currículum, crear una lista de sitios donde poder entregarlo, seguir formándonos, etc.».

- Relativizar o mirar con objetividad el suceso estresor: ¿Qué importancia real tiene ese suceso? ¿Por qué?

- Identificar las reacciones disfuncionales que estoy teniendo hasta ahora a nivel psicológico (pensamientos y emociones) y conductual.

- Potenciar factores protectores o herramientas funcionales: gestión emocional, gestión de pensamientos negativos, estrategias de afrontamiento de los problemas, resiliencia , autoestima , red de apoyo social, etc.

- Focalizarte en el «aquí y ahora» para mitigar el dolor del suceso y evitar anticipaciones negativas.

- Realizar actividades de autocuidado físico, cognitivo, social y emocional.

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