«Nuestro bienestar no puede estar sostenido por cosas externas ni por hacer más o conseguir metas»

Desear que nos pasen cosas buenas, construir y conseguir metas, acercarnos a las situaciones que nos permitan seguir creciendo y armonizando nuestra vida, requiere de escuchar nuestras necesidades emocionales y de desarrollo. Solo de esta manera podremos satisfacerlas en nuestro entorno. Si no las atendemos ni prestamos atención, podemos caer en una constante búsqueda insatisfactoria, o en una espiral de relaciones tóxicas que nos quiten energía, es decir, que cada vez tengamos una mayor sensación de pesar, de carga emocional o insatisfacción vital.

El hecho de establecer relaciones sanas no solo pasa porque a tu alrededor haya gente positiva o que te apoye favoreciendo tu crecimiento, sino que también está determinado por la relación que mantienes contigo mismo. Ésta también ha de ser positiva, sana y satisfactoria. Si conseguimos establecer esta relación con nosotros, nos servirá de guía, de faro, para encontrar afuera lo que deseamos.

Te cuento un caso que conozco bien para aproximarnos a esta idea a través de un ejemplo. Montse, desde su malestar, compartía en consulta que no encontraba relaciones sanas, que se sentía desplazada y vacía. Al ahondar en su interior, pudo descubrir cómo esto iba ligado a un concepto de sí misma en el que no se sentía merecedora de otro tipo de relaciones. No se permitía ofrecerse el valor suficiente para guiarse hacia otro tipo de entorno, otro tipo de trato hacia ella en el que se sintiera reconocida y querida. A lo largo del proceso terapéutico pudo indagar en esto y, junto a la meditación, se permitía tener un espacio y un tiempo para su cuidado interior. Un tiempo preciado en el que cuidarse, en el que conectar con la esencia de ella misma, construir su día sobre un valor saludable y armónico a la necesidad emocional. De esta manera, pudo ir experimentando que su energía y bienestar no estaba relacionado con el hecho de coleccionar relaciones, éstas seguirían siendo vacías si no iban acompañadas de un valor interno. Definitivamente, descubrió que cultivar el equilibrio físico, emocional, mental y espiritual era fundamental para su felicidad genuina.

Nuestro bienestar no puede estar sostenido en cosas externas, puesto que fluctúan tanto que nos tambalearán hacia extremos de insatisfacción y satisfacción, picos de excitación y caídas depresivas de nuestro sistema interno. Una verdadera montaña rusa a la que intentaremos, como defensa, aplicar el mecanismo de control para que se suavice. Pero, como ya habrás experimentado en el día a día, esto no es nada sencillo -por no decir prácticamente imposible- debido a que los factores externos no dependen de nosotros. Por mucho control y esmero que le pongamos, la realidad tiene sus propios mecanismos de acción y reacción y estos son múltiples. Necesitamos, por tanto, indagar en nuestro interior, en esa esfera personal en la que sí podemos actuar cambios y modificar causas y condiciones.

De esta manera, el hecho de entrenar nuestra mente para poder observar aquello que internamente nos genera bienestar y nos encienda la chispa de la ilusión, nos otorgará felicidad. Establecer un contacto genuino con nosotros, con nuestras necesidades, nuestros valores y las virtudes que deseamos desarrollar nos ayuda en este camino de autodescubrimiento.

Si deseas empezar en este camino de desarrollo interior, esta semana te invito a una sesión de autocuidado. Te comparto en el siguiente enlace una meditación guiada de 7 minutos en la que te acompaño a observar cómo en cada circunstancia alineada a tus valores reside una gran satisfacción. Te invito a descubrir los pilares de tu bienestar interno.

Y si quieres, podremos encontrarnos cada domingo en ABC Bienestar (te pongo aquí el listado de las meditaciones guiadas), donde te compartiré una nueva meditación para que sigamos entrenando juntos. Ojalá la disfrutes y pueda serte de utilidad. ¡Que tengas feliz meditación!

Además puedes saber más sobre mi trabajo en torno a los beneficios de la meditación en el libro 'El poder sanador del silencio' (Grijalbo) y en la cuenta de instagram: @belencolomina.