Tres meditaciones para olvidarte del estrés y disfrutar de las vacaciones

Si te ocurre esto con frecuencia, una opción fácil y muy eficaz es la meditación . Por ello, hoy recopilamos en ABC Bienestar tres meditaciones guiadas por la psicóloga Belén Colomina para que puedas olvidarte del estrés y todo eso que te agobia y disfrutes plenamente de tus vacaciones.

¿Sabes que tu respiración puede ser favorecedora de la relajación y la calma?

Es habitual que ante una situación que te produce estrés o miedo puedas tener la sensación de que te falta el aire, de que no podrás hablar o de que llegarías incluso a olvidar lo que querías decir. Que perderías la concentración y que todo sería un desastre. Pues bien, puedes entrenarte para que nada de esto ocurra.

Cada día nos abordan numerosas demandas, llamadas, mensajes y exigencias externas que nos conducen a días veloces. Nos convertimos, casi sin percatarnos, en presos del estrés y las prisas. Es curioso que todos tenemos la necesidad de relajarnos y, sin embargo, adoptamos un estilo de vida basado en el estrés, en el hacer casi compulsivo y en una productividad donde apenas se contempla el descanso.

La calma mental y la relajación corporal es tan necesaria como la actividad. Nos regenera, nos devuelve el aliento y facilita la conexión con nosotros mismos, con nuestras motivaciones y el sentido de cada una de nuestras actividades. Nos permite volver al modo ser.

En ocasiones, nuestra mente empieza a ofuscarse en pensamientos, recuerdos o situaciones que le preocupan y se queda estancada, bloqueada. A veces, incluso no detectamos qué es lo que nos está pasando, no sabemos explicarlo, pero empezamos a sentirnos agobiados. Es una sensación que nos atrapa y estanca nuestra mente y energía, llevándonos a sentir abatidos, cansados, ofuscados o irritados. Pero tengo una buena noticia, y es que podemos resetear nuestra mente. Para, depurar, vaciar… y sentirnos de nuevo con la ilusión de volver a llenarnos de aquello que nos hace bien.

Podemos sentir nuestra presencia ligera y la grandeza de sentirte más libre, menos condicionado por esta peculiaridad de nuestra mente que, más allá de ser rara es mucho más habitual de lo que imaginamos.