Cuántas veces nos hemos descubierto usando una voz interna un tanto destructiva. Nos criticamos o exigimos hablándonos en un tono de dureza que probablemente no usaríamos con un buen amigo, sin embargo, no dudamos en hacerlo con nosotros mismos. En nuestro esfuerzo ... por mejorar , nos hablamos mal y nos tratamos con dureza. Sin embargo, podemos seguir creciendo, avanzando y aprendiendo si nos atendemos con amabilidad.
Y para ello, he preparado esta meditación guiada. Una meditación para aprender a convertir la exigencia destructiva en una exigencia de motivación por seguir aprendiendo y consiguiendo nuevos retos. Persistir en nuestros objetivos siendo nuestros mejores aliados y no nuestros enemigos feroces.
Feliz meditación.
Artículo solo para suscriptores
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete