Cómo evitar caer en la trampa de nuestras propias expectativas
La psicóloga Belén Colomina, experta en mindfulness, nos enseña en esta sesión de meditación guiada a lidiar con nuestras expectativas aprendiendo a relativizarlas, a enmarcarlas en el contexto relacional y a utilizarlas en nuestro beneficio
Lo que esperamos de algo o de alguien es producto de nuestra imaginación.
Es inevitable crear expectativas constantes sobre todo lo que nos rodea, lo que debería ocurrir, cómo nos deberían responder, lo que nos ha de gustar o no. Desde el acontecimiento más pequeño hasta el evento más esperado, todos, pueden estar teñidos de detalles predeterminados. ... Ante tal irremediable escenario, se nos olvida que eso que tanto esperamos no es más que una creación mental subjetiva que teñimos de certeza y realidad . Una realidad privada «hecha a medida» que, en cuanto aterriza en el mundo externo y objetivable, puede romperse en mil pedazos.
La frustración o aflicción derivada de cuando nuestras expectativas no se cumplen es una trampa de nuestras creencias y será mayor cuanto más empeño y aferramiento tengamos a ellas.
Aprender a relativizarlas, enmarcarlas en el contexto relacional y saberlas utilizar serán puntos clave para no caer en su trampa. Porque son ellas las que nos defraudan, no las personas o las situaciones, pero también son ellas las que nos permiten seguir con un horizonte acorde a nuestros deseos, nos permiten seguir soñando y creando una realidad interna. Mejor aprender de ellas que no caer en su trampa.
Para ello, he preparado esta meditación . Para que elijamos crear esperanza y no caer en el malestar de nuestra propia trampa.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete