Un experto en comunicación no verbal explica cómo detectar si alguien miente al hablar: «Lo más importante...»
José Luis Martín Ovejero ha detallado en Onda Cero los signos que pueden indicarnos si una persona no nos está diciendo la verdad
Cómo detectar a un mentiroso compulsivo: ocho puntos que no fallan

La mentira es una experiencia dolorosa, especialmente cuando descubrimos que alguien en quien confiamos no ha sido honesto.
La sensación de traición puede generar una mezcla de emociones: ira, decepción e incluso ansiedad por no haber percibido antes las señales de engaño.
La reacción varía de persona a persona, pero lo que queda claro es que el impacto emocional es profundo.
Según el experto en comunicación no verbal José Luis Martín Ovejero, identificar si alguien nos miente no es tan sencillo como observar ciertos gestos. «No existen señales corporales que solo puedan indicar que una persona miente», aclara, en Onda Cero.
Las señales de lenguaje corporal asociadas con el engaño no son pruebas concluyentes, sino pistas que deben ser analizadas en conjunto con el comportamiento habitual de la persona. Por ejemplo, si alguien que usualmente gesticula mucho al hablar de repente deja de hacerlo, podría ser una señal de alerta.
Martín Ovejero destaca que lo más importante es observar los cambios en el comportamiento: «Más importante que lo que la persona hace, es lo que deja de hacer».
Este experto señala que cuando una persona está mintiendo, el cerebro se concentra tanto en construir una mentira que deja de destinar recursos a otros aspectos del comportamiento, como los gestos con las manos.
«Efecto estatua y posición de huida»
A esto lo denomina el «efecto estatua». La rigidez corporal, la orientación del cuerpo hacia una salida (lo que él llama «posición de huida») y la tendencia a protegerse detrás de objetos físicos también pueden ser indicativos de que alguien está mintiendo.
Otro de los mitos más comunes es que los mentirosos evitan el contacto visual. Sin embargo, Martín Ovejero desmonta este estereotipo: «Es un mito», afirma.
«Los mentirosos nos tienen que mirar para comprobar que les estamos creyendo». De hecho, los mentirosos más peligrosos, como los estafadores, suelen mantener un contacto visual constante para medir las reacciones de su interlocutor y ajustar su narrativa.
Además, Martín Ovejero señala que las microexpresiones, que son activaciones musculares automáticas y muy breves, son una de las formas más fiables de detectar emociones genuinas.
Estas expresiones pueden durar apenas un cuarto de segundo, pero con la práctica adecuada, es posible aprender a identificarlas y detectar posibles mentiras.
En conclusión, el análisis del lenguaje corporal puede darnos pistas sobre si alguien está mintiendo, pero no se trata de interpretar gestos aislados.
Como asegura Martín Ovejero, lo fundamental es estar atentos a las variaciones en el comportamiento habitual de la persona y a los pequeños cambios que pueden revelar la verdad oculta.
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