El entrenamiento previo de Melody para que su actuación de Eurovisión sea impecable
Dos de sus grandes bazas son la constancia y la preparación física guiada por un profesional: el entrenador Ignacio Batallán, su pareja y padre de su hijo
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Tres minutos de intensidad y energía vibrante. Esto es lo que la cantante Melody (@soyyomelody) ofrece con 'Esa diva', la canción con la que representa a España en la 69ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión que se celebra el sábado 17 de mayo en el escenario del St. Jakobshale en Basilea (Suiza). Acompañada de su cuerpo de baile, formado por Álex Bullón, Vicky Gómez, Marc Montojo, Iván Matías Urquiaga y Ana Acosta la intérprete de Dos Hermanas (Sevilla) arrancará el 'show' de la final (tal como se pudo ver durante su participación en la primera semifinal) subida a una plataforma circular, envuelta en sombras y ataviada con un tradicional sombrero cordobés y un vestido negro con una larga cola que abraza a sus cinco bailarines.
El efectismo, los juegos de luces, un paseo triunfal por una alfombra roja, metáforas en el uso del vestuarios, apoyo físico en los bailarines... Estos son algunos de los recursos al alcance de Melody para mostrar una actuación impecable en la final. Pero también tendrá una exigencia física que solo está al alcance de un profesional que haya entrenado específicamente para ello. Y aún más en el caso de Melody, que además dio a luz a su primer hijo hace poco más de un año, en febrero de 2024.
Abordamos con los expertos de Fit Generation algunas de las claves de la preparación física de la cantante de cara a la final de Eurovisión. Dos de sus grandes grandes bazas, según apunta Mario Muñoz, director pedagógico del área de formación de entrenadores personales de Fit Generation, doctor en Medicina del Deporte y máster universitario en Fisiología del Ejercicio y en Entrenamiento Personal, son la constancia y el hecho de haber estado arropada por un preparador profesional. Y eso es algo que, según recuerda, puede marcar la diferencia. Su preparación física es fruto de mucho tiempo de trabajo junto a Ignacio Batallán (@batallanii) atleta de élite, entrenador personal, actual pareja de la cantante y padre de su hijo. Se conocieron cuando él comenzó a entrenarla y ahora forman un tándem efectivo.
Su trabajo conjunto, según recuerda Mario Muñoz, es una prueba de que nada funciona mejor que un plan estructurado por un profesional cualificado, que esté personalizado y adaptado a las circunstancias personales y capacidades del cliente. «La adherencia y el tiempo conseguirán el resto. La paciencia y la constancia son las verdaderas claves del éxito«, añade el experto de Fit Generation.
Cabe destacar que las actuaciones de Melody van acompañadas de coreografías efectistas, algo que requiere una de las combinaciones más exigentes de cualquier programa de entrenamiento: poder desplegar un amplio abanico de movimientos que, necesariamente, deben ir acompasados con la música con un nivel de resistencia cardiorrespiratoria que permitan, al mismo tiempo, cantar una melodía sin perder el tono. Todo ello, en un contexto en el que todo quede completamente coordinado; y es que esta es la cualidad física generalmente más infravalorada por los espectadores. «Melody no solo canta y baila; ejecuta una coreografía que requiere una gran demanda física mientras mantiene la precisión vocal. Es una muestra de atletismo escénico que los espectadores suelen subestimar, pero que define la excelencia de una artista como ella», plantea Muñoz.

El directo delante de millones de espectadores implica que no hay lugar para el fallo, todavía menos cuando la seguridad física está comprometida, tal y como quedó demostrado en uno de los últimos ensayos en los que la acrobacia final de la actuación de Melody casi acabó en tragedia: «Como entrenador, hay que tener en cuenta el volumen de esfuerzo físico que suponen las horas de ensayo de las coreografías, algo innegociable para una artista de este tipo. La actuación es su vara de medir, por lo que todo el plan de entrenamiento debe tener claro que es el eje sobre el que debe pivotar», apunta el experto de Fit Generation.
Es en este tipo de contexto donde el denominado entrenamiento híbrido consigue los mejores resultados: «Es una modalidad que combina fuerza y resistencia para estimular al organismo de una manera única, generando adaptaciones que difícilmente se alcanzarían entrenando cada capacidad de manera aislada por separado», aporta Muñoz.
En esencia, la sinergia entre ambos tipos de entrenamiento produce un efecto potenciador que trasciende la mera suma simple de sus componentes individuales, abriendo un abanico de posibilidades para el rendimiento físico:
A nivel neuromuscular, el entrenamiento de fuerza mejora la eficiencia en la activación de unidades motoras, lo que permite desarrollar más potencia con menos esfuerzo.
A nivel cardiorrespiratorio, el trabajo de resistencia fortalece el corazón y mejora la oxigenación de los músculos, favoreciendo la recuperación entre esfuerzos intensos.
Pero no solo eso, sino que en el caso concreto de una artista como Melody, este componente del entrenamiento híbrido le permite aumentar la capacidad de los pulmones y mejorar la eficiencia con la que se extrae el oxígeno del aire y se elimina el dióxido de carbono. Esto es fundamental para mantener la respiración controlada y el tono vocal durante coreografías exigentes.
A nivel metabólico, la combinación de fuerza y resistencia potencia la flexibilidad metabólica, permitiendo utilizar eficientemente tanto grasas como carbohidratos como fuente de energía según las demandas del ejercicio.
Por ello, en lugar de ver la fuerza y la resistencia como opuestos, el entrenamiento híbrido permite aprovechar su sinergia, convirtiendo a quien lo práctica en un atleta más completo, funcional y resiliente.
Melody es el ejemplo del compromiso y la disciplina necesarias de una artista con las necesidades propias de su profesión. No es solo cantar. No es solo bailar. Es unir todo: la voz, el cuerpo, la emoción y la presencia escénica. Es prepararse también físicamente para ofrecer siempre lo mejor de sí.
Porque ser artista, como lo demuestra Melody, es entender que cada detalle cuenta y que el verdadero talento se cultiva y, nunca mejor dicho, se entrena día a día. Una garantía para que el sábado brille con luz propia y se note en las votaciones finales de Eurovisión.
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