Así es el Método K que funciona en fitness y te ayuda a estar fuerte
En KMT Studio ofrecen entrenamientos personalizados basados en su método que siempre funciona
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La capital española está repleta de gimnasios donde elegir cómo ponerte en forma. La variedad es indiscutible, aunque hay que tener en cuenta un factor que puede cambiarlo todo: ¿entrenar solo o con la ayuda de un entrenador personal? La entrenadora personal Crys Dyaz ... lo tiene claro: mejor con entrenador personal. Y KMT Studio es uno de esos lugares en los que la ayuda de un experto se va a notar en tu rendimiento.
Desde este centro de fitness aseguran que no se limita a ser un gimnasio convencional: «Cultivamos el poderoso hábito de la actividad física, incentivando a nuestros clientes no solo a moverse más, sino también a hacerlo de manera más eficiente y consciente. En KMT Studio, nos enfocamos en ofrecer entrenamientos personalizados de alta calidad, creyendo firmemente que el movimiento es esencial para la vida, y la vida misma es movimiento».
¿Qué es el Método K?
En KMT Studio son especialistas en el desarrollo de la fuerza como cualidad física básica mediante el ejercicio de patrones de movimiento que simulen movimientos funcionales que realizamos a diario incorporando un uso pionero (y razonable) de accesorios como las kettlebells.
Tal como cuenta Carlos Bustos, entrenador personal y Co-fundador del gimnasio boutique, su enfoque garantiza que el cliente mantenga el foco en lo esencial durante toda la sesión, promoviendo un entrenamiento consciente y adaptado a su momento presente con esfuerzo, constancia, determinación e ilusión. «A medida que el cliente mejora su calidad de movimiento en patrones básicos, estructuramos las sesiones en bloques con ejercicios técnicos de fuerza troncal», dice.
Y han desarrollado un método: el Método K, que poco a poco se va haciendo más y más conocido. ¿En qué consiste? Explican desde KMT Studio que el Método K condensa más de 12 años de experiencia de Carlos Bustos en el que se mezcla su formación, el estudio y puesta en práctica de distintos sistemas de entrenamiento y la realidad de su día a día en el sector fitness con alumnos de todo tipo: «El resultado es un sistema de entrenamiento que permite a la persona adquirir una noción íntima de sí misma y de su forma de moverse a lo largo de todo el día. Esta nueva forma de experimentar el propio cuerpo mejora la estética corporal pero sobre todo la calidad de vida y el estado de ánimo (adoptar una postura correcta guarda un estrecho vínculo con nuestra disposición a sentir emociones de sesgo positivo)».
Por tanto, se trata de una herramienta de aprendizaje sobre uno mismo con beneficios profundos y duraderos. Confirman que nuestro cuerpo es lo que realmente nos lleva a todas partes, así que hay que aprender dinámicas correctas de movimiento para sentirte mejor cada día.
Algunas características del Método K:
- Adaptación paulatina y sin prisas al cliente: quien se inicia con una experiencia motriz de principiante, pasa por una fase de aclimatación de 2-3 meses; 1-2 en caso de que se trate de un sujeto con experiencia intermedia / avanzada. Esta fase, sumamente diferencial en comparación con el funcionamiento de otros centros, permite asentar el punto de partida real de cada quien para ir avanzando en la consecución de objetivos poco a poco. No importa que el progreso sea 'lento' mientras sea constante.
- Desarrollo real de la fuerza como cualidad física básica: esta mejora se consigue gracias a la ejecución de patrones de movimiento que simulan movimientos funcionales de nuestro día a día. «Se alinea con el trabajo de peso corporal y levantamiento de pesos libres, progresivos en dificultad e intensidad (kettlebells principalmente, barras, mancuernas, balones medicinales…)», dicen.
- Entrenamiento sin calzado: «Al estar en contacto con el suelo, el movimiento se realiza de forma más eficiente puesto que la compleja estructura del pie se equilibra mejor que dentro de las zapatillas», dice Carlos Bustos. Además, al estar descalzos aumentamos la información que el sistema nervioso recibe en el centro de gravedad -para activar músculos estabilizadores- y sobre la fuerza necesaria para impulsarse.
- Mejora del bienestar entendido como un todo: este sistema prioriza el bienestar antes que la obtención de una estética determinada, gratificante circunstancia que se da como «efecto secundario» del entrenamiento. Y tampoco atañe únicamente al cuerpo: la persona ve cómo mejoran progresivamente su autoconfianza, disciplina, capacidad de esfuerzo, determinación, ilusión… Y cómo esto permea todas las áreas de su vida.
Estructura de sesiones del Método K
Aquí va un ejemplo:
Bloque 1: movimiento troncal de fuerza tren inferior + ejercicio accesorio compensatorio tren superior + core.
Bloque 2: movimiento troncal de fuerza tren superior + ejercicio accesorio compensatorio tren inferior + core.
Bloque 3: trabajo metabólico: Acondicionamiento físico cardiovascular por medio de kettlebells, peso corporal, combas, etc.
El tiempo que se entrena a la semana es importante para la obtención de los beneficios. Lo ideal sería comprometernos con la actividad física y el entrenamiento de por vida tratando de hacerlo sostenible en el tiempo y adaptándolo a cada etapa vital en la que nos encontremos.
«Habrá épocas que podamos tener más tiempo para entrenar e incluso mayor energía, habrá otras que tengamos mayores niveles de ocupación; pero el entrenamiento y tratar de ser sujetos activos en nuestro día a día manteniendo unos correctos hábitos de movimiento, nutrición y descanso nunca deben faltar», explica Bustos, y aconsejan distribuir cuatro días de entrenamiento durante la semana con adecuada variación de cargas, volúmenes e intensidades, frente a tres días de descanso activo. El descanso activo implica actividades como caminar, movilizar, estirar o incluso visitar al fisioterapeuta para prevenir molestias. «Si nos comprometemos con esta rutina de ejemplo, y la mantenemos en el tiempo, te aseguro que acabarás poniéndote muy en forma y te encontrarás súper vital, feliz y confiado», afirma.
La importancia del entrenador
El Método K se hace notar en nuestro cuerpo y mente, y aunque se puede hacer sin ayuda de un entrenador personal, sin duda este es clave para entrenar seguro y con mayor motivación. En general, cualquier persona que desee mejorar su condición física o rendimiento deportivo puede beneficiarse de los servicios de un entrenador personal. Sin embargo, hay algunos grupos de personas que son especialmente propensas a necesitar un entrenador personal, ya sea por sus objetivos, sus circunstancias personales o sus necesidades específicas.
- Personas que recién comienzan a incorporar el ejercicio en sus vidas pero que no saben cómo y buscan un entrenador profesional en quien poder confiar y comenzar el cambio. Aprender la técnica adecuada, desarrollar un programa de entrenamiento adecuado y establecer una base sólida para sus objetivos de salud y fitness.
- Personas con objetivos específicos: Algunas personas tienen metas específicas, como perder peso, ganar masa muscular, mejorar la resistencia cardiovascular o prepararse para una competición deportiva. Un entrenador personal puede personalizar un programa de entrenamiento para ayudar a alcanzar esos objetivos de manera más efectiva.
- Personas ocupadas con poco tiempo que necesitan de un entrenador personal para el diseño de su programa de entrenamiento de manera eficiente, coherente y adaptado a su horario.
En resumen, los clientes que acuden a un entrenador personal buscan la atención personalizada que estos profesionales ofrecen para alcanzar sus metas de manera efectiva y segura, ya sea para aprender, mejorar la forma física, recuperarse de lesiones o mantener la motivación.
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