¿Enjuagarse con agua? ¿Cepillo eléctrico o manual? Los grandes mitos de la higiene bucodental
Recibimos tanta información acerca de la salud de nuestra boca que ya no sabemos qué es mentira y qué es verdad
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Cada vez son más los estudios que demuestran que la salud bucodental está directamente relacionada con la salud general, entendiéndose como un concepto holístico. Aun así, hay mucho trabajo de concienciación por hacer por los numerosos bulos que se han formado en relación al ... cuidado de nuestra boca. Desmontemos algunos de ellos.
1. No por más fuerte que cepilles...
Los mitos en torno al cepillado están ampliamente extendidos. Uno de los más comunes es pensar que cepillar con más fuerza garantiza una mejor limpieza, por lo que escoger un cepillo duro es mejor. Sin embargo, lo que realmente importa es la técnica de cepillado, no la intensidad. «El biofilm que se forma tras las comidas es blando y puede eliminarse con una limpieza suave con una técnica efectiva. No hace falta frotar con fuerza, de hecho, hacerlo puede dañar encías y esmalte», explica Lluna Belmonte, higienista bucodental y formadora en Curaprox.
2. El papel que juega la pasta dental
Otro de los errores habituales tiene que ver con la pasta dentífrica. Desde Curaprox explican que no es imprescindible para una buena limpieza, ya que el verdadero factor diferencial es la técnica de cepillado. Aun así, puede ser una gran aliada si incorpora ingredientes activos beneficiosos como el flúor o enzimas naturales con efecto antibacteriano y blanqueador suave.
Además, la manera en que usamos la pasta también importa: «Después del cepillado, lo ideal es no enjuagarse con agua. Basta con generar saliva varias veces para eliminar el exceso de pasta que nos queda en la boca para que los ingredientes activos permanezcan y sigan actuando», señala Lluna.
3. El orden de la limpieza sí importa
Aunque no existe un único orden válido para realizar una buena rutina de higiene bucodental, desde Curaprox recomiendan empezar con el cepillo interdental o el hilo dental, seguido del cepillado principal y terminar con el raspador lingual. «Finalizar con el cepillado ayuda a mantener una sensación de frescor y a eliminar los restos de productos anteriores», explica Lluna.
También aclaran que no es necesario mojar el cepillo antes de usarlo y que la cantidad de pasta debe adaptarse a la edad: «Un grano de arroz para niños y el equivalente a un garbanzo en adultos», añaden los expertos.
4. ¿Cepillo manual o eléctrico?
Existe la creencia de que los cepillos eléctricos son más efectivos, pero no siempre es así y todo depende del movimiento del cepillo. «A largo plazo, algunos modelos eléctricos pueden provocar más sensibilidad dental y gingival», advierte Lluna. Un cepillo manual suave, bien diseñado y bien utilizado puede ser incluso más eficaz para eliminar el biofilm sin causar daño. Por eso, la marca defiende un enfoque basado en productos funcionales, respetuosos y sin complicaciones innecesarias.
«Muchas personas aún piensan que basta con cepillarse rápido o solo cuando ven restos. Pero la realidad es que una boca sana necesita una rutina completa y personalizada. No se trata de hacer más, sino de hacerlo mejor», concluye Lluna.
Más allá de sus productos, Curaprox apuesta por la educación y concienciación como motor de cambio. A través de la Curaden Academy, la entidad formativa de la empresa madre, la marca ha formado ya a más de 100.000 profesionales en todo el mundo. Su objetivo: entender la salud bucodental como un concepto holístico de cuidado general.
5. Limpieza bucal: por qué hay que hacerla
La limpieza bucal profesional se posiciona como una herramienta preventiva clave. De hecho, el 79,70% de los españoles considera importante realizarse una de manera periódica para preservar su salud oral, según el Estudio de Sanitas sobre Salud Bucodental 2024.
«Además de los beneficios clínicos habituales, es fundamental destacar que la limpieza bucodental profesional ayuda a prevenir la acumulación de compuestos que afectan al aliento y provocan mal olor, mejorando así de forma notable la calidad de vida del paciente. También optimiza la aplicación y efectividad de tratamientos preventivos como el flúor o los selladores dentales, reforzando la protección frente a la caries», explica Lorena Trinidad Bueno, del equipo Asistencial, Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental.
Estos son los principales efectos positivos que conlleva incluir la limpieza profesional en la rutina de cuidados odontológicos:
- Prevención de enfermedades bucodentales comunes: la limpieza bucodental permite eliminar la placa bacteriana y el sarro que se acumulan en zonas de difícil acceso durante la higiene diaria, depósitos que son los principales responsables del desarrollo de caries y enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis.
- Detección temprana de lesiones y alteraciones orales: el profesional no solo realiza una higiene profunda, sino que también lleva a cabo una exploración clínica minuciosa. Esto permite identificar signos incipientes de lesiones en los tejidos blandos (como úlceras, leucoplasias o pigmentaciones anómalas), alteraciones estructurales de los dientes, retracciones gingivales o síntomas de bruxismo. La detección precoz facilita un tratamiento menos invasivo, más efectivo y evita complicaciones mayores.
- Mejora del estado de las encías: la eliminación de placa reduce la inflamación de las encías, disminuye el sangrado espontáneo o al cepillado y mejora la adherencia epitelial al diente. Esto no solo tiene un impacto positivo en la comodidad del paciente, sino que también ayuda a preservar el soporte del diente a largo plazo.
- Mejora estética y sensación de limpieza: la limpieza profesional mejora notablemente el aspecto de la sonrisa. Se eliminan manchas causadas por el consumo de café, té, vino tinto o tabaco, devolviendo a los dientes su brillo natural. Esto repercute en una mayor confianza estética, pero también en una mejora de la percepción subjetiva de limpieza y frescor bucal por parte del paciente.
«Se recomienda realizar una limpieza dental cada seis a doce meses, ajustando la frecuencia según el historial clínico y las necesidades de cada paciente. En casos de mayor riesgo, como quienes presentan enfermedades periodontales o llevan ortodoncia, es habitual indicar limpiezas más frecuentes para asegurar un control óptimo», concluye la experta.
6. ¿Los chicles limpian los dientes?
La doctora Elisa Rodríguez , directora de la Clínica Dental Project, tiene una respuesta clara para este otro tema muy extendido: «Aunque los dentistas no los recomendamos porque producen una sobrecarga en el sistema masticatorio, sí es cierto que los chicles tienen una cierta función de autolimpieza en la superficie de los dientes. Al no estar azucarados, sino edulcorados, no son nocivos para los dientes», confirma la profesional. Para concluir, rechaza la opción de tomar un caramelo para sustituir el cepillado. «Nos deja una sensación de frescor, pero no nos ayuda».
Tengamos en cuenta por tanto lo que debemos saber acerca de la salud bucodental:
Llevar una buena alimentación, rica en alimentos con fibra.
- Cepillado de dos minutos después de cada comida, tres veces al día.
- Utilizar un cepillo suave que no nos desgaste los dientes.
- Si queremos un aporte de flúor, podemos elegir una pasta de dientes con este componente.
- Uso de seda dental, la limpieza entre diente y diente es fundamental.
- El colutorio no es estrictamente necesario, aunque también ser una opción para tener un aporte de flúor.
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