«Hacer ejercicios sueltos de yoga facial tiene el riesgo de caer en el desequilibrio y crear arrugas»

Se trata de un método completamente natural, una revolucionaria técnica para recuperar la belleza y la juventud de la cara. Tal como comenta la experta, la técnica combina posturas de yoga y ejercicios faciales que permiten ejercitar los músculos de esta zona de forma correcta.

La metodología de Facial Yoga Plan, su método, incluye, además de ejercicios faciales para la activación muscular, diferentes técnicas de automasaje facial y masaje con rodillo de jade y 'Guasha'. «Es el método pionero de yoga facial en nuestro país y se caracteriza y diferencia por su enfoque holístico en el que se trabaja el todo para lograr una belleza duradera y armónica a través de toda la musculatura facial, la piel y la respiración. Cuenta con más de 10.000 alumnas y 50 formadoras para retrasar el envejecimiento facial a través de métodos naturales», comenta Diana Bordón.

Los niveles de trabajo son la musculatura, la piel y la respiración:

- Nivel muscular. La cara es un conjunto de músculos que están entrelazados y por ello nunca se han de trabajar por partes. «No se trata de hacer ejercicios sueltos (mirada, labio, pómulos) cómo últimamente se ve. La belleza de Facial Yoga Plan no deja fuera ningún paquete muscular, siendo este desde el cuello hasta la frente. Hacer ejercicios sueltos tiene el riesgo de caer en el desequilibrio y crear arrugas en las zonas menos trabajadas y más debilitadas», advierte Diana. «Cuando los músculos faciales están bien tonificados se quedan en su sitio, no se mueven, ni se molestan los unos a los otros y gracias a esa tonificación y dureza del úsculo no se generan las líneas de expresión en la piel», comenta.

- Nivel cutáneo. «Los masajes por si solos no tonifican de forma duradera, solo unidos a ejercicios musculares logran tonificar», dice. Dentro de los automasajes los hay manuales y con herramientas. Está el rodillo de jade, «que va a ayudar a activar la circulación y las linfas para oxigenar y eliminar toxinas a la vez que trabajan sobre las líneas de expresión para suavizarlas, y el 'Guasha', que trabaja la piel con efecto tensor, tersando los rasgos y la piel como un lifting.

- Nivel respiratorio. «Cada ejercicio y movimiento de Facial Yoga Plan se realiza con inhalaciones y exhalaciones a través de la nariz de manera consciente, con el fin de oxigenar llevando a las células los nutrientes que necesitan la musculatura y los órganos», cuenta Diana Bordón.

Por tanto, los beneficios del yoga facial son:

- Rejuvenece.

- Relaja y libera estrés.

- Previene la flacidez.

- Mejora la respiración.

- Activa y tonifica los músculos de la cara.

- Mejora la circulación de la sangre y el oxígeno que circula por nuestro rostro.

- Previene la aparición de las arrugas.

Las rutinas de ejercicios faciales se realizan para trabajar directamente sobre el músculo y tonificarlo. Los masajes que propone Bordón se implementa para hallar la sensación de relajación y de bienestar, mediante una técnica en la cual se ejerce presión sobre una zona del rostro, utilizando los dedos, los pulgares o las palmas de las manos. Para que la práctica sea más amena y puedan dedicarle tiempo quienes no lo tienen, Bordón sugiere hacerlo cuando dedicamos unos minutos a nuestra rutina diurna o nocturna. Para ello, hay que seguir los siguientes pasos de la mano de Ringana, marca de cosmética natural para el cuidado de la piel.

«Tanto el Yoga Facial como Ringana comparten la filosofía de cuidado y respeto hacia el cuerpo y la naturaleza. Ambos se enfocan en ofrecer soluciones naturales y efectivas para el cuidado de la piel, utilizando ingredientes de alta calidad y evitando productos químicos dañinos», explica Diana Bordón durante el primer Beauty-Brunch de la marca. El paso a paso que hay que seguir es el siguiente:

Limpieza. Eliminar suavemente las impurezas y el maquillaje con un limpiador adecuado, como el Fresh Cleanser de Ringana.

Tonificación. Aplicar un tónico para equilibrar el pH de la piel y prepararla para los siguientes pasos, como el Fresh Tonic Calm de esta marca.

Hidratación. Aplicar un suero o crema hidratante que se adapte a las necesidades específicas de tu piel. En este caso, los FRESH sérums de Ringana, sumado a un cuidado facial altamente concentrado como los ADDs effect, glow o repair (según las necesidades de cada piel) ayudan a lograr un cutis más fresco y prevenir arrugas de deshidratación.

Protección. Utilizar protector solar para proteger la piel de los dañinos rayos UV, como el Fresh Sunscreen.

«Si queremos potenciar los resultados de la práctica, podemos incluir en la rutina por la noche el uso del rodillo de jade y lo acompañamos con el 'Guasha'», recuerda la experta.

Y, ¿cuándo habría que empezar a practicar yoga facial? Una de las zonas que más delatan el paso del tiempo es la cara. Los músculos de la cara no son diferentes a los del resto del cuerpo, simplemente son más pequeños. Y dado que si no ejercitas tu cuerpo este se va tornando flácido y débil, lo mismo sucede con los músculos de tu cara.

Diana Bordón recomienda hacerlo cuanto antes ya que «cuanto antes empiezas, los efectos serán más visibles en menos tiempo». Si comenzamos a practicar yoga facial a los 25 años -edad que aconseja-, se consigue mantener el tono muscular tonificado, congelado en el tiempo. Si se comienza a partir de los 40, por ejemplo, ya se notan los efectos de la flacidez pero es posible suavizar las líneas de expresión y recuperar la firmeza de la piel.

Para ver los resultados hay varios factores a tener en cuenta: la edad, como ya hemos dicho, y la constancia en la práctica. Según Bordón, si eres constante con tu cuidado personal verás resultados antes: «Yo siempre animo a que empecemos hoy mismo; no importa la edad que tengas lo importante es que empieces con la rutina de ejercicios y seas constante.»

Al parecer, no siempre es efectivo. En casos en los que el abuso del bótox y otros elementos invasivos hayan paralizado los músculos faciales, es posible que sea tarde para notar mejoras en el aspecto de la piel.

Uno de los métodos que más funcionan, tal como indica Diana, es el método ERE, que eleva la mirada, rellena patas de gallo y elimina bolsas. Así se hace:

1. Eleva la mirada. Apoya los dedos corazón e índice estirados, justo encima de las cejas, (en el medio como en la foto) y ejerce una leve presión.

El ejercicio consiste en abrir y cerrar los ojos notando la resistencia de los dedos que impiden que las cejas puedan subir. Repite este movimiento en 3 series de 15 parpadeos.

2. Rellena patas de gallo. Coloca los dedos índice y pulgar en los laterales de los ojos en la zona de las patas de gallo ejerciendo una ligera presión. Al abrir y cerrar los ojos se genera una resistencia que impiden que se cierren con facilidad, ahí trabaja el músculo. Repite este movimiento en 3 series de 15 parpadeos.

3. Elimina bolsas. Coloca los dedos índice y corazón en forma de V sobre la ceja y en el párpado inferior sin tocar las bolsas y ejerce una leve presión.

El ejercicio consiste en abrir y cerrar los ojos mientras que los dedos en forma de V hacen resistencia al músculo orbicular inferior, con mucha suavidad. Repite este movimiento en 3 series de 15 parpadeos.