La verdad sobre si funcionan o no los enjuagues bucales

El Dr. Ignacio Prieto, doctor en Odontología y director de la Clínica Dental Dr. Prieto y miembro de Top Doctors , dice que hay que optar por el cepillado antes que por los líquidos con los que enjuagas la boca: «La suciedad que se acumula en los dientes está formada por "biofilms" de bacterias y estos solo se pueden eliminar mediante el barrido mecánico que se consigue con el correcto cepillado. El enjuague por sí solo es insuficiente para e liminar esa placa bacteriana , por lo que siempre hay que cepillar los dientes».

Ya sabiendo que el colutorio no sirve para nada si no hemos cepillado los dientes antes, toca centrarse en el uso de este líquido, casi siempre con sabor a menta, que forma parte de la limpieza bucal. Al parecer, tal como aclara el doctor Prieto, siempre y cuando se haga un correcto cepillado de la boca no sería necesario su uso: «No me mal interpreten, algunos enjuagues son un magnífico complemento al cepillado pero debe quedar claro que en ningún caso son un sustituto ».

Por otro lado, el experto indica que hay enjuagues que pueden estar indicados por el dentista para determinados tratamientos en la cavidad bucal. «Es importante señalar que algunos componentes como la clorhexidina, utilizados en exceso, producen importantes tinciones en los dientes o alteración del sentido del gusto, de ahí la importancia de consultar a los profesionales antes de empezar a utilizar un enjuague bucal», dice.

«Las bacterias se pegan fuertemente al diente y a día de hoy no hay ningún producto químico que por sí solo sea capaz de eliminarlas. Es más, partiendo de unos dientes perfectamente limpios, cada día que pasa la capa de bacterias que se forma es más compleja y más dura (sarro)», alerta Ignacio Prieto, por lo que en pocos días es casi imposible eliminar esa placa con métodos convencionales, de ahí la importancia del cepillado frecuente y correcto.

Pero, ¿sabemos distinguir colutorio de enjuague bucal? Los términos se suelen confundir con frecuencia... El enjuague es un producto líquido que se suele utilizar después de cepillar los dientes manteniéndolo en boca un tiempo determinado mientras que los colutorios son más espesos que los enjuagues y se pueden incluso aplicar con un pincel (normalmente incluido) directamente en la zona afectada. Ese espesor, según el doctor, «favorece que tenga mas adherencia en las mucosas de la cavidad bucal» lo cual hace más duradero el efecto buscado. «Dada la cantidad de productos que existen en el mercado, para elegir bien recomiendo consultar con su odontólogo », aconseja.

Al igual que ocurre con la alimentación, estos productos de uso personal también tienen fecha de caducidad, y es fundamental no utilizarlos cuando dicha fecha haya vencido porque las consecuencias pueden ser impredecibles, desde la diminución del efecto deseado por la alteración química del producto, hasta los posibles efectos adversos, por ejemplo los derivados de una posible contaminación del producto. «Esas fechas se determinan en rigurosos estudios de vida útil y lo más prudente es respetarlas. Además los enjuagues normalmente tienen fechas de caducidad bastante razonables», comenta.

Además, tampoco es aconsejable ingerirlo porque aunque las consecuencias sean mareos o diarrea pasajera, puede ser algo peor: «Los enjuagues bucales tienen ingredientes que si son ingeridos son muy nocivos para la salud, por eso están pensados para que uno se enjuague y después los escupa. En el caso de tomar una pequeña cantidad no es para alarmarse», comenta el doctor.

Sin embargo, si se tratara de cantidades mayores, las reacciones pueden llegar a ser muy graves y van, como confirma Ignacio Prieto, desde la «dificultad para respirar» hasta las «convulsiones o coma en los casos más graves», aunque asegura que esto siempre dependerá de la naturaleza del producto, concentración de alcohol, flúor, edad y peso del paciente, cantidad ingerida, etc.