Hazte premium Hazte premium

Fitness

«Subir escaleras o cargar la compra puede ser mejor que ir al gimnasio»

El entrenador personal Rober Sánchez da las claves en «Camina, salta, baila» para movernos más y vivir mejor

Subir escaleras es una actividad fácil que puede mejorar nuestro bienestar Unsplash
María Alcaraz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El entrenador personal Rober Sánchez lo tiene claro: somos incultos en lo que se refiere al movimiento. Concebimos hacer deporte como ejercicios repetitivos y poco dinámicos. Medimos nuestra actividad contando repeticiones en el gimnasio, kilómetros recorridos y calorías quemadas, pero el resto del día estamos en reposo. Somos «sedentarios activos».

Rober Sánchez cree que el movimiento debe ser otra cosa, y así lo cuenta en «Camina, salta, baila: muévete más y vive mejor», el libro que acaba de publicar y en el que desgrana el concepto de «movimiento», animándonos a analizar la manera en la que nos movemos día a día y a cambiar nuestros hábitos, para adaptarlo a lo que realmente demanda nuestro cuerpo.

¿Cómo influye el sedentarismo en nuestra vida?

¡Mucho más de lo que pensamos! Normalmente relacionamos la actividad física con lo que está a la luz, con sentirnos sanos y que veamos nuestro cuerpo bien a nivel estético. Pero el movimiento influye en todos los sistemas: en el endocrino y en el neurológico. Si no nos movemos, el sistema nervioso se ve muy poco estimulado, o por ejemplo, nuestra digestión es peor.

¿Qué es el «sedentarismo activo», del que hablas en el libro?

Este término está referido a las personas que tienen como base de estilo de vida el sedentarismo, ya que pasan mucho tiempo sin moverse, y esporádicamente hacen ejercicio, por ejemplo durante tres horas a la semana. Aunque hagan algo de deporte, ese sedentarismo no queda compensado.

¿Así que no vale solo con ir al gimnasio?

Rober Sánchez BR Comunicaciones

Es importante que aprendamos a diferenciar lo que es movimiento y lo que es un entrenamiento. El ejercicio que hacemos en el gimnasio o cuando corremos tiene que formar parte de nuestro movimiento diario, pero moverse es algo más amplio, abarca todas las horas de nuestro día.

¿Cómo deberíamos movernos entonces?

Hay que tener en cuenta la frecuencia de nuestro movimiento, así como la amplitud de este. Cuando vamos al gimnasio, o salimos a correr, hacemos un rango de ejercicios muy repetitivos y, podríamos decir, pobres.

Lo que hay que hacer es pensar en el día a día, en la diversidad y complejidad de los movimientos que hacemos, y analizar si nuestros ejercicios son repetitivos. Pedalear en la bicicleta estática es distinto a bailar o a andar por la montaña. Debemos fijamos no tanto en la cantidad, sino en la calidad del movimiento.

¿Y cómo podemos trabajar para mejorar esta calidad del movimiento?

Hay dos pasos principales. Primero debemos responsabilizarnos de nuestro propio movimiento. La actividad física forma parte de nuestro bienestar al igual que lo hace con quién nos relacionamos o qué comemos. Por ellos tenemos que interesarnos más y responsabilizarnos. Tras ello, se abre una puerta de investigación personal, y no tiene que ver con aprender sobre anatomía o entrenamiento; es decirnos «voy a aprender a bailar», o aprender, no a hacer pesas, sino a levantar peso bien. Así se va creando una cultura del movimiento personal, a nivel individual.

Si debemos responsabilizarnos de nuestro propio movimiento, ¿la manera puede ser prestando más atención, aplicando el «mindfulness»?

El fitness nos ha llevamos a una desconexión extrema con nuestro propio cuerpo. Se hace algo tan previsible, estructurado y repetitivo que tu cabeza puede estar en otro sitio. Hay que buscar esa «conexión cuerpo y mente», lo que puede ser una forma de mindfulness. De ello nacen actividades como el yoga o pilates, que ayudan a estar atento a lo que estás haciendo.

¿Puede ser una opción las clases guiadas que ofrecen los gimnasios?

Aunque las clases dirigidas de los gimnasios suelen ser repetitivas, el hecho de tener que estar siguiendo una música, interpretándola, siguiendo el ritmo, seguir los pasos... es algo más complejo que sentarte en una banqueta y hacer solo los hombros o las rodillas. Es más interesante esa calidad de movimiento.

¿Qué deportes pueden ser los mejores para aprovechar el movimiento al máximo?

Debemos elegir aquellas actividades que, tanto para el cuerpo para la mente, sean lo más complejas posibles. Por ejemplo, si queremos correr, la manera más pobre es en una cinta de un gimnasio. Pero podemos mejorarla. Será mejor correr por el parque y mejor todavía hacerlo por el monte, donde encontramos subidas, obstáculos...

Si te decides por un ejercicio como la zumba, siempre haces los mismos pasos, es la misma canción y eso a la larga no te estimula. Si en cambio vas a bailar salsa, es una actividad más rica a nivel de movimiento. Otro ejemplo: si quieres desarrollar fuerza puedes hacer dominadas, pero es poco estimulante para tu cuerpo. En cambio, para el mismo resultado, puedes hacer escalada; el patrón es el mismo, pero tienes que estar adaptándote a un entorno.

¿De qué manera podemos integrar este movimiento en nuestro día a día?

Para empezar, caminar tiene que ser una gran base del movimiento . Luego tenemos actividades cotidianas, como cargar con la compra de casa o subir las escaleras, que pueden ser incluso mejores que ir al gimnasio. Lo importante es interrumpir el sedentarismo. Además, si la única actividad física que hacemos es ir al gimnasio, siempre puede haber un imprevisto, que nos de pereza, que haga mal tiempo, que sean vacaciones... y así poco a poco eliminamos el ejercicio que hacemos. En cambio si es al revés, si nuestra vida en sí es actividad, nos aseguramos de estar moviéndonos todos los días.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación