Cómo cuidar los labios para evitar el efecto «secante» de las mascarillas

«Los labios son una de las zonas más sensibles del cuerpo. Si a esto le añadimos los efectos de factores externos como la humedad, el frío del invierno o incluso el microclima generado por el uso continuado de las mascarillas, estamos sometiendo los labios a mucho sufrimiento», adviertió la profesional. Otro de los efectos adversos en la pérdida de agua que sufre la piel. Comentó la dermatóloga que la piel, por lo general, tiene agua y esta tiende a evaporarse. Cuando lo hace de manera desmedida (propiciada por circunstancias como el roce constante de la mascarilla, o la concentración de agua en el aire que se crea dentro) se produce una profunda deshidratación que es muy importante paliar.

«La piel se debilita de manera progresiva, no es una agresión directa, pero sí, cuando se repite horas, días, semanas o meses, esta termina teniendo un impacto», comentó la dermatóloga. Asimismo, habló sobre el momento en el que nos quitamos la mascarilla. El momento en el que se quita, y la piel entra en contacto con el ambiente exterior, se nota la piel reseca. Al haberla tenido antes tanto tiempo húmeda, se vuelve más permeable. Por ello, apuntó, es muy importante el uso de un bálsamo labial: un producto que nos hidrate y nutra a largo plazo; con una acción global.

Laura Bey habló entre las diferencias de una vaselina y un bálsamo. «La vaselina está compuesta de varios ingredientes como silicona, poliméricos, petróleo... son ingredientes de cadenas muy largas, cuya función es crear una barrera: no penetra ni reacciona», explicó. Por otro lado, los bálsamos son productos que contienen cera y aceites con alta calidad de triglicéridos, lípidos y antioxidantes, como el aceite de coco y el de jojoba, muy biocompatible con nuestra piel: entran en la piel y quedan ahí, nutriéndola.

Por último, la profesional explicó cómo debe ser nuestra rutina para mantener los labios hidratados y sanos. Lo primer, comentó en que la clave está en hidratar los labios, pero hacerlo bien. Para ello, es fundamental, comentó, ser constantes: «Debemos nutrir nuestros labios al menos dos veces al día, siendo la mañana y por la noche los momento más importante del día». Para la dermatóloga, nuestra rutina diaria debería ser así:

- Por la mañana: Hay que limpiar el rostro, pues durante la noche generamos un proceso de secreciones que debemos eliminar. «Para el cuidado facial, debemos aplicar un sérum, pero no debemos pasar por alto nuestros labios y aplicar una buena dosis de bálsamo labial», explicó.

- Durante el día: Hay que reaplicar el bálsamo tres veces al día.

- Por la noche: Hay que limpiar nuestra piel, para retirar la polución y restos del ambiente relativos a la exposición del clima del lugar donde vivimos. «En este momento del día podemos repetir la misma rutina que por la mañana, aplicar un sérum a la cara, ya que es un producto calmante y que devuelve la vitalidad a nuestra piel, y a continuación aplicar el bálsamo a nuestros labios en abundante cantidad», concluyó la dermatóloga.