Aeroyoga: guía para ponerte en forma colgándote de una sábana

La hamaca colgante impedirá que caigas al suelo (siempre y cuando se haga correctamente el ejercicio) y esto te generará tanto atracción como miedo. Daniela Gordín, profesora de aeroyoga en Soma Life Center , asegura que es «el deporte que todo el mundo, dentro de sus posibilidades y sin sufrir ningún daño físico, debería de probar ya que mientras que en los gimnasios se llevan a cabo ejercicios aburridos sin ninguna temática en concreto, el antigravity ofrece un catálogo más variado de movimientos y resulta más divertido de realizar». La flexibilidad , masa corporal y fuerza, entre otros, son algunos de los cambios que se empiezan a efectuar desde la primera clase de aeroyoga , las cuáles se llevan a cabo con un profesional y unos ocho alumnos.

"Haces mucha fuerza sin darte cuenta. No es como el crossFit, donde los ejercicios son de alta intesidad de manera predeterminada", cuenta la entrenadora , que da especial importancia a la música durante las clases y a un pequeño descanso y relajación para desconectar de nuestros pensamientos. «Al ser una práctica de yoga se trabaja desde una forma holística y consciente. No es un ejercicio físico en sí mismo, sino que se trabaja con la conciencia de todo el cuerpo», sentencia. Es justo ahí donde entra en juego el equilibrio con la mente , otro de los atractivos del aeroyoga .

Dejando de lado los beneficios que aporta el aeroyoga a tu cuerpo, que se acentúan con la práctica frecuente, esta disciplina tiene mucho que ver con tu bienestar interior. «El antigravity te enfrenta con tus limitaciones: si te atreves, si sigues adelante... Tiene mucho que ver con la confianza: ¿te dejas guiar y cedes tu confianza a una sábana colgante? Se desarrollan muchos valores», sentencia Daniela Gordín.