¿Vives en un entorno obesogénico? Esto es lo que hace que descuides tu cuerpo sin darte cuenta

Algunas personas no son conscientes de que los lugares en los que viven y/o trabajan favorecen los hábitos poco saludables y con ello, la ganancia de kilos y la pérdida de salud. Te contamos cómo identificarlos y reducir su impacto

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Aunque tal vez parezca algo reciente, pues en las redes sociales ya se usa con cierta asiduidad, lo cierto es que el concepto 'entorno obesogénico', que hace referencia al contexto que favorece los hábitos poco saludables y con ello la ganancia de peso; no ... es algo nuevo. De hecho fue acuñado en 1999 por el profesor Boyd Swinburn, catedrático de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, experto en obesidad y asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS); quien lo definió como «la suma de influencias que el entorno, las oportunidades o las condiciones de vida tienen en el fomento de la obesidad en individuos o poblaciones».

Tal vez desde esta definición más teórica que práctica cueste identificar si nos encontramos inmersos en un entorno de este tipo. Pero, ¿qué tal si precisamos algo más? Sólo hay que contestar a estas preguntas: ¿Tienes facilidad para consumir y comprar comida rápida tanto en el trabajo como en casa?, ¿te resulta sencillo llenar el carro de la compra de bebidas azucaradas y productos ultraprocesados?, ¿ves, escuchas o lees a menudo todo tipo de anuncios (en internet, las redes sociales, radio, televisión, marquesinas...) que invitan a consumir este tipo de productos?, ¿pasas la mayor parte de tu tiempo laboral sentado?, ¿te sueles desplazar en coche a diario tanto a tu lugar de trabajo como a los sitios de ocio?, ¿dedicas más de cuatro horas diarias a consumir información a través de una pantalla (móvil, televisión, videojuegos)?, ¿tienes problemas para conciliar el sueño?, ¿sientes estrés regularmente?, ¿te cuesta encontrar en tu barrio algún lugar agradable en el que puedas practicar algún tipo de actividad física que te guste?... Si has contestado con un 'sí' a más de tres preguntas, la respuesta es clara: vives en un entorno obesogénico.

Así, los cuatro factores que incrementan el riesgo de sufrir obesidad o sobrepeso son, según explican desde la red de expertos en obesidad de OPEN España, la movilidad urbana basada en el uso del coche a diario y para casi cualquier tipo de desplazamiento, el número insuficiente de horas de sueño por exceso de luz o ruido, el fácil acceso a establecimientos de venta y consumo de productos poco saludables y la influencia de familia, amigos y conocidos con hábitos perjudiciales para la salud.

Vives en un entorno que favorece la obesidad si...

  • No puedes dormir bien por excesos de ruido o luz en el entorno.

  • Vives en una zona urbana, tienes movilidad física limitada o todos tus desplazamientos los haces en coche.

  • No tienes acceso fácil a tiendas en las que puedas adquirir alimentos saludables o en tu zona predominan establecimientos de comida poco saludable, comida para llevar, dulces o ultraprocesados.

  • Tu familia, amigos y conocidos mantienen hábitos de vida poco saludables como comer en exceso, beber alcohol, vida sedentaria o uso excesivo de pantallas.

También revelan algunas de las claves que identifican a los entornos laborales obesogénicos como la imposibilidad de hacer pausas para moverse del sitio o del puesto de trabajo y para beber agua, el hecho de que los trabajadores permanezcan sentados o en la misma posición más de una hora seguida sin poder cambiar de postura o levantarse, el afrontamiento habitual del estrés mediante snacks, comida rápida o bollería industrial y poco saludable a través de las máquinas de 'vending' y el uso frecuente de 'apps' para pedir comida (igualmente 'fast food') o para realizar cómodamente y sin esfuerzo aquellas tareas que podrían requerir algún tipo de desplazamiento, movimiento o actividad física.

Trabajas en un entorno que favorece la obesidad si...

  • Calmas el estrés con comida rápida y ultraprocesados que encuentras en la máquina de 'vending'.

  • Tienes todo tipo de apps para pedir comida rápida o cualquier artículo que requiera un desplazamiento para conseguirlo.

  • Pasas más de una hora sentado o en la misma posición.

  • No se facilita la posibilidad de hacer descansos, comer con tranquilidad, elegir comida saludable y beber agua.

Cómo reducir su impacto

Algunas de las claves para contrarrestar los efectos de un ambiente obesogénico, según los expertos de OPEN España, son:

- Subir siempre las escaleras andando y no utilizar el ascensor.

- Usar menos el coche, ir caminando siempre que se pueda y si se usa el transporte público bajarse una o dos paradas antes del lugar del destino.

- Aprovechar las llamadas telefónicas para caminar mientras se habla y moverse más en el trabajo.

- Planificar la compra primando los alimentos frescos (verduras, hortalizas, frutas...) y de temporada; y también incluir en la cesta de la compra carnes magras, pescados, huevos, lácteos, frutos secos y semillas.

- Aprender técnicas culinarias saludables (vapor, cocción, guiso, plancha...) para cocinar con materias primas frescas y planificar el menú semanal sumándose a la buena práctica del batchcooking, (o realizar cocinados básicos durante el fin de semana para comer saludable durante el resto de la semana).

- Evitar comprar y almacenar (o tener al alcance) alimentos muy calóricos, productos procesados, refrescos y bebidas azucarados, bollería industrial y alcohol.

- Procurar dormir 7-8 horas evitando ruido y contaminación lumínica.

- Exponerse a la luz solar en algún momento del día durante al menos una hora para obtener vitamina D y regular los ritmos circadianos.

- Reducir el consumo de pantallas diario, especialmente dos horas antes de irse a la cama.

"No estoy gordo, solo tengo unos kilos de más"

Aunque puedan parecer unas pautas básicas y sencillas, lo cierto es que la mayoría de la población no las sigue. Y este es el principal problema, que a menudo pensamos que lo hacemos mejor que lo que creemos. Pero las cifras no mienten. Según explica la Dra. Susana Monereo, miembro de OPEN España y responsable de la Unidad de Obesidad, Metabólico y Endocrino del Hospital Ruber Internacional de Madrid, dado el impacto que la obesidad tiene en el Sistema Nacional de Salud conviene ser conscientes de la importancia de identificar los desafíos y las barreras que impiden encontrar soluciones efectivas.

En este sentido, la Dra. Monereo apunta que conviene recordar que el ambiente donde vive la población puede contribuir al desarrollo de la obesidad cuando favorece, obstaculiza o impide la alimentación saludable y la actividad física.

Para Federico Luis Moya, director ejecutivo de la Asociación Bariátrica Híspalis Nacional y también miembro de OPEN España, uno de los principales problemas reside en que muchas veces no somos conscientes de ello y nos dejamos llevar. Prueba de ello, según explica, es que un elevado porcentaje de personas con obesidad no se reconoce como obeso y, a lo sumo, creen tener «unos kilos de más» o perciben lo que les pasa como algo poco preocupante o incluso «normal». Pero, como matiza el experto, lo cierto es que la obesidad no es normal, sino que es una enfermedad crónica, tal como está reconocida por la OMS.

«Transformar ambientes obesogénicos en ambientes saludables debe ser un compromiso de todos. Hay que fomentar la actividad física y la alimentación saludable para que esta enfermedad deje de ser una de las más prevalentes e infravaloradas», apuntan desde OPEN España.

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