Por qué tengo tantos gases y cómo puedo aliviarlos o prevenirlos

Entre las causas más comunes de la aparición de gases encontramos:

- El propio hecho de tragar gas: por ejemplo cuando comemos rápido, el fumar, masticar chicle y hablar mientras comemos puede aumentar la cantidad de gas que tragamos y esto puede contribuir a la acumulación de gases.

- No solo es cómo comemos, sino lo que comemos, ya que determinados alimentos, por su contenido en hidratos de carbono difíciles de digerir puede incrementar la producción de gases, entre ellos están:

- Las legumbres: garbanzos, alubias, lentejas,...

- Las crucíferas: toda la familia de coles

- Frutas como la pera, manzanas y melocotón.

- Bebidas gaseosas

- Alimentos integrales

- Productos lácteos: especialmente en personas que tienen intolerancia a la lactosa.

Estos alimentos contienen carbohidratos como la rafinosa, fructosa, lactosa o el sorbitol (que es un edulcorante), que no se digieren completamente en el estómago e intestino delgado y cuando llegan a nuestro intestino grueso, las bacterias los descomponen y generan gas durante el proceso.

Cuando se sufren intolerancias alimenticias, la capacidad de digerir algunos componentes como el gluten o la lactida, pueden ser causantes de gases u además, el estreñimiento, ralentiza el tránsito intestinal, pudiendo llevar a ralentizar la expulsión de gases y de ahí que se produzca esa sensación de pesadez y distensión abdominal.

Aliviar los gases y prevenirlos parte de identificar en primer lugar aquellos alimentos o hábitos que puedan ser los causantes del mismo. Por lo que un primer paso sería hacer un registro de todos los alimentos que consumimos, para así reducir la ingesta de los alimentos que puedan estar causando esta acumulación de gases.

Está claro que la fibra es un componente imprescindible en una dieta saludable e introducirla en nuestra alimentación debe hacerse de una manera gradual para que la población de bacterias que vive en nuestra microbiota se diversifique, sin llegar a saturarla. Además, intentar comer despacio, evitar fumar, reducir las bebidas gaseosas o no masticar chicle reducirán la formación de gases.

También podemos recurrir a los remedios de toda la vida y las infusiones carminativas, que pueden echarnos una mano para reducir la formación de gases. Por ejemplo, una de mis favoritas para este propósito son las semillas de hinojo. Y por supuesto los alimentos probióticos como son los yogures, los encurtidos o el kéfir.

Otros hábitos que nos ayudarán a reducir la aparición de gases es el ejercicio físico que nos ayuda a estimular el tránsito intestinal y por supuesto la reducción del estrés, donde podemos integrar técnicas de relajación o de mindfulness.

Si después de seguir todas estas recomendaciones siguen estando presentes estos síntomas, es importante que recurras a un profesional de la salud para averiguar el porqué de esta situación y buscar las posibles soluciones. No lo normalices y disfruta de una mejor calidad de vida.

Puedes saber más de la nutricionista Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro 'Dietoterapia'. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de 'Aula de nutrición'.