Gazpachos de colores: seis versiones del clásico con más nutrientes todavía

Son predominantes en este plato la vitamina C (el pimiento aporta una gran cantidad), la vitamina A y la vitamina E (especialmente gracias al aceite de oliva virgen extra). Además su ingrediente principal, el tomate (figura en casi todas las versiones como la estrella del plato), contiene licopeno , que aporta ese color rojo característico y es un potente antioxidante que, si se combina con el aceite de oliva, se absorbe mucho mejor. En cuanto a los minerales, las diferentes versiones del gazpacho son ricas en hierro, calcio, fósforo, magnesio, manganeso, zinc, cobre, sodio y potasio.

La fibra es otro de sus grandes aportes pues la mayoría de sus ingredientes vegetales aporta fibra insoluble , es decir, la que no es digerible por el organismo y produce una mayor sensación de saciedad al tiempo que ayuda a mejorar el tránsito intestinal. También mejora la regulación del colesterol y supone una ayuda en la prevención de la diabetes y el cáncer de colon.

Su receta es sencilla pero lo cierto es que admite variantes tan deliciosas como nutritivas. Estas siete recetas originales aportan un extra de nutrientes y de antioxidantes gracias a la incorporación de ingredientes como las cerezas, la remolacha, la sandía, el melocotón, el mango, la zanahoria o las fresas. Te explicamos paso a paso cómo preparar cada una de ellas.

Se trocean los tomates, las fresas y el pimiento verde y se añaden al vaso de la trituradora junto con el AOVE, unas hojas de albahaca fresca cortadas, un chorrito de limón, el cardamomo, la pimienta y la sal. Se tritura todo hasta conseguir que la mezcla empiece a emulsionar y cambie de color. Finalmente se sirve el gazpacho de fresas en pequeños recipientes individuales y se añade un chorrito de AOVE, fresas picadas, pimienta y unas hojas de albahaca.

Se pelan y trocean la cebolla, el pepino y el diente de ajo (retirando la parte interior), así como los tomates, que lavaremos previamente. A continuación se trocea la remolacha cocida se añade a la batidora con la mitad de agua, el vinagre y un poco de sal y pimienta. Se tritura a máxima potencia hasta obtener una crema sin grumos. Después se emulsiona el gazpacho añadiendo el aceite de oliva a velocidad media y si es necesario se corrige el espesor con agua o el gusto con sal y pimienta.

Se trocean los ingredientes y se pasan por la trituradora. Para elaborar el crujiente de tofu se corta en trozos y se aplasta con un tenedor hasta dejarlo lo más triturado posible, después se mete en un táper para macerarlo con un pesto tradicional. Se añade un chorrito de zumo de limón a la mezcla y se deja macerar un día (lo mínimo serían unas tres horas para que asienten los sabores). Tras el macerado se dora en una sartén a fuego rápido, moviendo para que no se pegase ni se queme. Una vez frío se sirve sobre el gazpacho.

Se cortan los ingredientes en trozos los ingredientes y se añaden a la trituradora por este orden: sandía, tomate, pimiento verde italiano, albahaca fresca (recordad añadir solo las hojas, sin la ramita o hebra), un diente de ajo (que pelaremos previamente y retiraremos la parte central), un chorrito de vinagre de Módena, hielo (para que lo podamos consumir directamente, sin tener que refrigerar antes), 1 vaso de agua, sal, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y trituramos. Para emplatar se añade un poco de pico de gallo, un chorro de AOVE y un toque de sal.

Se pone el pan a remojo. Se lavan los tomates y el pimiento y se quita las semillas a este último y ambos se trocean. A continuación se pelan las zanahorias, el diente de ajo y la cebolla y se cortan en trozos. Se introducen los ingredientes en la batidora junto con el pan hidratado, el agua, el vinagre y un poco de sal. Se tritura a máxima potencia hasta obtener una crema homogénea. Por último se añade el aceite y batir a velocidad media para emulsionar el gazpacho. se añade agua si ha quedado muy espeso.

Se trocea el tomate, el mango, el pimiento y el pepino y se añaden junto con el resto de los ingredientes a la batidora. Se echa agua hasta lograr la textura que se desea. Se prueba y se rectifica de sal. Se consume una vez refrigerado.

Podría decirse que, en todas estas variantes, el gazpacho o sopa fría de verduras, hortalizas y frutas es un plato saciante, bajo en calorías y una 'bomba antioxidante' que ayuda a frenar el estrés oxidativo y el envejecimiento celular.