Galette de fresas: el postre más original para sorprender en San Valentín

La fresa tiene su origen en Europa (región alpina) originalmente de fruto pequeño y sabor intenso de la familia Rosaceae y genero fragaria. Es una especie hortícola que se ha cultivado desde hace varios siglos en Europa, Asia y Estados Unidos, constituyéndose como una de las principales frutas de consumo de los países desarrollados. Se conocen mas de 1.000 variedades en el mundo y la especie se caracteriza por su gran capacidad de hibridación.

Es importante conocer que el 99% de lo que nos encontramos en el mercado es fresón y no fresa ya que la fresa es una planta estacional, de fruto muy delicado y dificil de encontrar que se puede reproducir por semillas o esquejes en macetas. El fresón de temporada es bueno en sabor y aroma, y está disponible desde finales de invierno hasta comienzos de verano. Aunque en la actualidad se pueden encontrar durante todo el año, es ahora cuando sus características organolépticas están potenciadas: sabor, aroma, color e incluso tiempo de conservación más prolongado.

A nivel nutricional se trata de una fruta muy baja en calorías (unas 45Kcal./100gr.). Son ricas en Vitamina C y E, antioxidantes así como flavonoides que retrasan el envejecimiento y combaten los radicales libres, las infecciones , etc. Los polifenoles de las fresas nos protegen además ante enfermedades cardiovasculares. Las fresas son también una buena fuente de potasio y muy bajo contenido en sodio, lo que favorece la no retención de líquidos y su eliminación. Su contenido en ácido fólico las hace especialmente recomendables durante el embarazo.

Aunque lo habitual es consumir las fresas frescas, son ideales para incluir en otros platos como ensaladas, gazpachos , macedonias, brochetas de fruta, sushi y otros. En la fresa una vez cocinada se potencian increíblemente el sabor y el aroma, resultando fantásticas para elaborar mermelada con solo cocinarla a fuego fuerte en un cazo con unas gotas de limón y sin adición de azúcar. Las fresas y fresones maduros son un manjar cuando los asamos a fuego lento, pudiendo incorporarse a una tostada o bruschetta , o bien servir como base para un helado artesanal. Hoy os traemos una recetita sencilla en forma de « galette » en la que los primeros fresones de la temporada son los protagonistas.

En un bol mezclar las harinas y la sal. Usando los dedos o un robot de cocina incorporar la mitad de la mantequilla y pellizcar ambos ingredientes hasta que la mezcla se parezca a arena. Añadir el resto de la mantequilla, la canela y el dátil. Verter el agua helada y combinar hasta que la mezcla se una para formar una masa suave. No debemos trabajar en exceso para no aportar demasiado calor a la masa. Dar forma de bola y aplanar hasta conseguir en un disco de unos 2 cm. de espesor, envolver en film transparente y refrigerar durante al menos 30 minutos (o 15 minutos en el congelador). Precalentar el horno a 180ºC y preparar la fruta.

Corta las fresas en láminas , colocarlas en un bol y añadir el zumo de limón, la vainilla y la maizena, remover bien y dejar reposar 10 minutos. Sobre una lámina de papel de hornear estirar la masa hasta conseguir un círculo grande. Colocar la fruta en el centro respetando un margen de unos 3 centímetros alrededor. Doblar los bordes sobre la fruta de forma que esta no se salga. Hornear durante 30-40 minutos. Opcional: servir con yogur de coco y menta fresca.

Si quieres probar una forma diferente de comer fresas , no dudes en experimentar esta. Se trata de una receta base que se puede usar para rellenar con otras frutas de temporada y su preparación no puede ser más simple e intuitiva. Si estás pensando celebrar San Valentín de una forma especial, las fresas pueden ser tu mejor apuesta.