Una química clínica enumera qué alimentos evitar y cuáles ayudan a bajar la inflamación de nuestro cuerpo
Ángela Quintas, experta en nutrición y microbiota da algunas claves en sus redes sociales
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La alimentación es la base de nuestro bienestar. Aún así, pueden existir alteraciones en nuestro organismo que nos causen ciertos problemas. Uno de los más comunes -o quizás más mencionados de los últimos tiempos- son los relacionados con la inflamación.
Ángela Quintas, experta ... en química orgánica y clínica y también experta en nutrición y microbiota, ha compartido a través de su Instagram cuáles pueden ser algunos alimentos que bajen la sensación de inflamación y malestar. En este sentido, puede haber personas que sufran una inflamación crónica «causando síntomas leves como dolor, fatiga o malestar». También existe la inflamación silenciosa que es «especialmente peligrosa» ya que solo se detecta mediante pruebas en sangre.
Entre los peligros asociados a este tipo de inflamación se encuentran, por ejemplo, «enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad o enfermedades autoinmunes».
Por estos motivos, y especialmente quienes padecen de ese tipo de problemas, la alimentación es esencial. Quintas recalca que «para mantener la inflamación bajo control es esencial evitar ciertos alimentos que pueden aumentar la respuesta inflamatoria de nuestro cuerpo».
Alimentos a evitar contra la inflamación
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Azúcares y Carbohidratos Refinados como bebidas azucaradas, pan blanco, pasta refinada...
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Grasas Trans y Aceites Hidrogenados como margarina o fritos
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Grasas Saturadas como la carne procesada o la mantequilla
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Alimentos Ultraprocesados
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Alimentos de Alto Contenido en Sodio como los snacks salados
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Bebidas alcohólicas en exceso
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Alimentos procesados con conservantes y colorantes artificiales
La química explica que se trata de una recomendación para «el día a día». Además, hay alimentos ricos en Omega-3 que sirven para bajar la inflamación. «El EPA y DHA, ayudan a reducir la inflamación crónica al inhibir la producción de moléculas proinflamatoriasderivadas del ácido araquidónico (un ácido graso omega-6», resalta haciendo especial hincapié en la prevención de enfermedades inflamatorias crónicas.
Además, ayudan en la salud cerebral y cardiovascular. Estos alimentos ricos en Omega-3 se pueden encontrar en pescados grasos como el salmón o la caballa o en fuentes vegetales como el lino o la chía.
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