Qué pasa en nuestro cuerpo si comemos mandarinas todos los días y cómo afecta a las personas con colesterol alto
Esta fruta nos proporciona diferentes tipos de beneficios más allá de la vitamina C
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Las frutas son alimentos que se recomienda tomar a todo aquel que quiera llevar una dieta sana y equilibrada, ya que cada una de ellas aporta beneficios a la salud que resultan cruciales para nuestro cuerpo y mente.
Dentro de la gran variedad de frutas que existen y a las que tenemos acceso, las mandarinas son unas de las más populares, fáciles de incluir en nuestra alimentación y accesibles en el mercado.
En el desayuno, a media mañana, como postre en la comida o la cena, en la merienda... La ingesta de mandarinas se ajusta a casi todos los momentos del día y, además, podemos llevarlas y comerlas en cualquier lugar.
Es por ello que fácilmente nos podemos ver comiéndolas diariamente y puede que alguna vez te hayas preguntado qué ocurre si tomas mandarinas todos los días. A continuación te dejamos algunos de sus beneficios más destacados al incluirlas diariamente, así como su la forma en la que afectan a las personas con colesterol alto.
¿Qué beneficios tiene tomar mandarinas todos los días?
Las mandarinas, al igual que otros cítricos, son una fuente rica en fibra soluble (especialmente en pectina), antioxidantes, flavonoides y vitaminas como la C. Tomarlas a diario puede aportar varios beneficios a la salud, como los siguientes:
- Reducción del colesterol LDL, conocido como colesterol 'malo'. La mandarina contiene fibra soluble, destacando especialmente la pectina, la cual ayuda a impedir la absorción de grasas en el intestino, lo que contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL en sangre.
En personas con colesterol alto, el consumo habitual de mandarinas, que son bajas en calorías, ayuda a mantenernos en un peso sano, lo cual contribuye a bajar el colesterol. Según la Fundación Española del Corazón, este cítrico mejora los niveles glucémicos, los cuales ayudan a que el azúcar no se quede en la sangre en forma de grasa, contando así su capacidad para reducir el colesterol. Además las mandarinas disminuyen la oxidación celular, lo cual nos ayuda a tener menos posibilidades de tener enfermedades cardiovasculares.
- Mejoran la salud cardiovascular: Como adelantábamos, los flavonoides y antioxidantes de la mandarina contribuyen a reducir la oxidación celular y la inflamación, algo fundamental en prevención de enfermedades cardiovasculares. También contienen potasio, el cual ayuda a regular la presión arterial, haciendo menos posible el riesgo de tener problemas coronarios y vasculares.
- Aportan micronutrientes: Además de contener vitamina C, las mandarinas aportan otros compuestos indispensables para una buena salud como el magnesio, ácido fólico y vitaminas del grupo B, indispensables para diferentes funciones metabólicas y para un buen funcionamiento del sistema inmunológico
- Ayudan a la digestión y control del peso: El alto contenido en fibra de las mandarinas es positivo no solo para disminuir el colesterol, sino que además mejora el tránsito intestinal y puede ayudarnos con la pérdida de peso, siempre acompañándolo de otros hábitos saludables.
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