Pablo Ojeda, nutricionista: «La próxima vez que cojas un yogur light en el supermercado, piensa dos veces antes de meterlo al carro»
No siempre lo que en apariencia parece saludable realmente lo es
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Mantener una alimentación equilibrada es clave para la salud, pero no siempre lo que en apariencia parece saludable realmente lo es. Muchos productos se visten con etiquetas que prometen bienestar ('light', '0%', 'alto en proteínas') y consiguen engañar al consumidor. Precisamente sobre uno ... de estos alimentos, el yogur, ha advertido el conocido nutricionista Pablo Ojeda en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram, señalando que, aquello que parece benigno, podría estar generándote molestias.
«Pone 0 %, pero tu tripa dice 100 % de inflamación», comienza señalando el experto en nutrición, que revela que, los yogures light, 0 % y proteicos, no son necesariamente inofensivos, sino una «trilogía de los falsos sanos que inflaman». Según él, detrás de esos rótulos atractivos se esconden ingredientes que alteran la microbiota intestinal y promueven hinchazón abdominal.
Etiquetas bonitas que esconden ingredientes ocultos
Lo que supuestamente cuida tu línea puede contener edulcorantes como la sucralosa y el acesulfamo K, elementos que, según el especialista, «alteran tu microbiota intestinal y favorecen la inflamación abdominal». También advierte que cuando un yogur prescinde completamente de grasa, no permite la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E y K), fundamentales para el organismo.
Además, alerta que estos productos, para compensar la textura eliminada por la falta de grasa, incorporan almidones añadidos que imitan la cremosidad natural. Pero ese añadido tiene su coste en «picos de glucosa en sangre», manifiesta. Como resultado, el consumidor puede experimentar digestiones pesadas, menor energía y un vientre cada vez más hinchado.
Por último, el experto lanza una advertencia que resume su consejo: «La próxima vez que cojas un yogur light… piensa dos veces antes de meterlo al carro». «Lee la etiqueta, por favor», concluye.
Según el nutricionista, la inflamación no es un asunto menor, y aunque ese tipo de síntomas muchas veces se atribuyen erróneamente a otros factores (estrés, dieta general), en realidad el problema puede venir de productos aparentemente 'saludables'.
En definitiva, la intención del especialista no es a demonizar el yogur, sino que miremos con escepticismo esas promesas de salud envueltas en envases atractivos. Cuando un producto se proclama 'light' o '0%', conviene detenerse, leer sus ingredientes y preguntarse qué estamos sacrificando. Porque muchas veces, detrás del reclamo saludable, hay un precio que tu cuerpo termina pagando.
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