El nutricionista Pablo Ojeda indica cuál es el peor alimento que puedes tomar y está en casi todas las casas: «Muchas veces se le tiene miedo...»

Según señaló el experto en nutrición, para muchas personas los principales culpables de una mala alimentación son las grasas, los carbohidratos o el colesterol. Sin embargo, Pablo Ojeda considera que hay un enemigo aún peor y que, en muchas ocasiones, pasa desapercibido. «Muchas veces se le tiene mucho miedo a la grasa, se le tiene miedo a los carbohidratos, se le tiene miedo al colesterol, pero yo creo que realmente el azúcar en exceso es el peor», afirmó el nutricionista.

El consumo excesivo de azúcar está relacionado con múltiples problemas de salud, como la obesidad, la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e incluso trastornos metabólicos. No obstante, la sociedad sigue sin percibir el azúcar como un verdadero peligro, a pesar de que su presencia en la dieta moderna es abrumadora.

Pero si hay un producto que Ojeda destaca como el peor de todos, son los refrescos azucarados. «De hecho, alguna vez he comentado que, para mí, que te preguntan: 'Oye, ¿cuál es el peor alimento? ¿Qué es lo peor que puedes tomar?' Pues yo siempre digo que los refrescos azucarados», afirmó rotundamente.

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Estas bebidas, aunque refrescantes y agradables al paladar, contienen enormes cantidades de azúcar y su consumo frecuente no solo favorece el aumento de peso, sino que también genera picos de glucosa en sangre que pueden derivar en problemas de salud a largo plazo.

Tal y como señala el experto en nutrición, uno de los grandes problemas del azúcar es que muchas veces no se encuentra a simple vista en los ingredientes de los productos que consumimos, lo que hace que muchas personas crean erróneamente que están evitando su consumo. «Pero, ¿qué sucede? Que muchas veces nos ponemos a leer las etiquetillas de los productos a ver si lleva azúcar y muchas veces la palabra azúcar no aparece por ningún lado y tú dices: 'Hombre, ancha es Castilla. Como esto no tiene azúcar, me voy a tomar el triple'. Pero hay maneras de camuflar 'azúcar' con otros nombres que no son azúcar», advirtió.

Según el nutricionista, uno de los trucos más utilizados por la industria es el uso de nombres alternativos para referirse al azúcar. Esto hace que, en muchas ocasiones, pase desapercibido para los consumidores. «Existen, aproximadamente, entre 50 y 60 nombres diferentes para al azúcar no llamarle azúcar. Por ejemplo, azúcar moreno, sirope de arce, sirope de ágave, panela, jarabe de glucosa, maltitol, dextrosa… y aunque ponga miel o ponga azúcar integral, o ponga azúcar moreno, sigue siendo azúcar», concluyó Ojeda, revelando que la única salida de los consumidores es informarse y aprender a identificar estos nombres en las etiquetas de los productos. Ya que la clave para una alimentación saludable no solo está en evitar el azúcar evidente, sino también en saber reconocer aquellos productos que lo contienen de manera encubierta.