Así es el flexitarianismo, la última tendencia en nutrición que puede ser beneficiosa para tu salud

Marina Domene, responsable del departamento de Nutrición de SHA Wellness Clinic, comenta que no existe una definición exacta para el termino flexitariano: «En las guías clínicas de alimentación encontramos la definición de los términos de dieta vegana (consumo únicamente de alimentos de origen vegetal, pero además también tiene una ideología con el mundo animal, cosmética, ropa etc), dieta vegetariana (a diferencia de la dieta vegana, no tienen en cuenta el tema de la ropa o cosmética), dieta ovolactovegetarina (la base de la dieta es de alimentos de origen vegetal pero se consume de forma ocasional huevo y algún producto lácteo como queso o yogur), ovovegetariana (base de dieta vegetal pero se consume huevo de forma ocasional, pero no lácteos) y lactovegetariana (base de dieta vegetal pero se consumen lácteos de forma ocasional pero no huevos)».

Celebrities como Meghan Markle o Beyoncé son grandes defensoras de los beneficios del flexitarianismo, lo que lleva a muchos de sus seguidores a adquirir los mismos hábitos. Expertos de la Universidad Europea insisten en la importancia de llevar una planificación nutricional adecuada y de consumir la mayor cantidad posible de alimentos frescos.

La preocupación por el bienestar animal, el deseo de reducir la huella de carbono y la búsqueda de beneficios para la salud personal, suelen estar entre las motivaciones más frecuentes de los flexitarianos. Para Vicente Javier Clemente, profesor de nutrición y entrenamiento de la Universidad Europea, la clave del éxito reside en que «no es tan estricta como el veganismo o el vegetarianismo y permite más flexibilidad a la hora de elegir lo que se come. Se trata de una dieta equilibrada que puede ser sostenible a largo plazo si se planifica adecuadamente para incluir todos los nutrientes esenciales.

Preguntado por las ventajas nutricionales, el especialista explica que el flexitarianismo «contempla una mayor ingesta de frutas, verduras, legumbres, nueces y granos enteros, mientras reduce el consumo de carnes rojas y procesadas. Y eso puede contribuir a una mejor salud del corazón, una menor incidencia de la diabetes tipo 2 y un mejor control del peso, gracias al alto contenido de fibra y nutrientes esenciales con un menor contenido calórico total». Lo que no está demostrado es que este régimen garantice una reducción del riesgo de padecer cáncer de colon, como se suele proclamar en las redes sociales, ya que «ahí entran en juego numerosos factores relacionados con la genética y el estilo de vida».

La experta de SHA Wellness indica que si la base de la alimentación son alimentos de origen vegetal frescos no procesados, es decir, verduras de temporada, fuentes de proteína como las legumbres, carbohidratos integrales, frutos secos, semillas… «sabemos que estos patrones de alimentación tienen menos riegos de sufrir enfermedades metabólicas como son la diabetes, hipertensión, síndrome metabólico etc.».

Pero si, en cambio, una persona flexitariana come alimentos de origen vegetal procesados, ricos en azucares, grasas hidrogenadas etc., «tendrá los mismos problemas de salud que una persona con un patrón más carnívoro».

En cuanto a los inconvenientes del flexitarianismo, «uno de los principales podría ser la posible falta de algunos nutrientes cruciales que son más abundantes en la carne y el pescado, como la vitamina B12, el hierro hemo o el omega-3, cuya deficiencia puede causar problemas de salud a largo plazo», advierte el profesor Clemente. Por lo demás, la falta de reglas estrictas puede ser una ventaja para algunas personas, pero también puede crear confusión a la hora de mantener una coherencia dietética y llevar a tomar decisiones alimentarias menos saludables bajo la premisa de la flexibilidad.

La dieta flexitariana, en suma, ofrece una forma equilibrada y sostenible de mejorar la salud personal y el bienestar del planeta, siempre y cuando se lleve a cabo con una planificación correcta. Como cualquier enfoque dietético, es recomendable que quienes se dispongan a adoptarlo consideren sus propias necesidades nutricionales y estilo de vida.

Tal como indica Marina Domene, cada vez existe un mayor número de personas que quieren reducir el consumo de animales en sus dietas, ya bien sea por una cuestión moral por el respeto a los animales, otros lo hacen porque conocen el impacto negativo que tiene el consumo de animales para el medio ambiente, porque les mejora sus salud y desean seguir con un modelo de alimentación saludable. Pero realmente es el vegano el que abarca otros aspectos del estilo de vida y no solo la alimentación, como hemos mencionado anteriormente: «El vegano también tiene en cuenta y especial atención con la ropa que usa, los productos de cosmética etc.», concluye.